La Red: ¡Tetunte!… en el camino de nuestra democracia


  • (Dícese de algo o alguien que resulta incómodo en el camino o caminar de la vida)

Crispino Picón Rojas

Corría el año 2022 cuando Alejandro Giammattei se percató que su candidata preferida para fiscal general estaba a punto de quedar fuera del listado de seis aspirantes entre los que él debía escoger. Fue entonces que se dispuso a tocar las teclas necesarias para que le saliera la música deseada

En aquel momento ya la justicia estaba cooptadas por mafias y fuerzas oscurantistas y se tenía el control de la Corte Suprema de Justicia (CSJ, Corte de Constitucionalidad (CC) y Ministerio Público (MP), suficiente para hacer lo que les viniera en gana al presi, su séquito y a todas las mafias. Pero él se sentía más que cómodo con Consuelo Porras controlando la persecución penal, porque así se podía actuar de forma selectiva. Era la pistola que activaría los ataques contra los opositores.

Bastó una llamada a su cercana colaboradora Leyla Lemus en la CC , para que se alinearan todos los cuates de la corte celestial, para darle un empujoncito a Porras, porque la pobre no había llenado las calificaciones mínimas para pasar entre los finalistas en la comisión de postulación.  Dicho y hecho. Se ordenó constitucionalmente que le dieran la upa, y así fue que, obligadamente, fue incluida entre los finalistas.  Claro, ¡oh sorpresa! Giammattei la escoge y juntos acuerdan, ahora sí, ir contra cualquiera que quisiera entorpecer sus planes y de la corruptela de cuates y antecesores que forman lo que muchos llaman Pacto de corruptos.

Ya para entonces los gringos la habían incluido desde septiembre de 2021 en la famosa Lista Engel, la misma en la que luego fueron cayendo poco a poco todos los cercanos a la fiscal general, porque encuadran, según los yunites, en el concepto de ser servidores públicos corruptos y antidemocráticos.

Por cierto,  debe llamar a la reflexión la forma en que se creó la macolla –grupo de espigas que nacen de un mismo tronco– que trabajaría para crear un marco de impunidad para los amigos y castigo para los enemigos… Miremos los nombres y se verá que están involucrados en los casos paradigmáticos del MP en su lucha antidemocrática: Rafael Curruchiche, Fredy Orellana, Jimi Bremer, Eugenia Morales Lazo, Noé Rivera, Otto Hernández, Silvia Valdés, Víctor Cruz, Cinthia Monterroso y, por supuesto,los del grupo parajudicial conocido como fundaterror, encabezados por Ricardo Méndez Ruíz.

Pero le di muchas vueltas al tema.  La cosa es que esta auténtica banda de la impunidad empezó a quemar cohetes desde noviembre cuando en Estados Unidos ganó Donald Trump las elecciones.  Las palmas se las llevó Corrupchiche cuando salió en sus mensajes en la red X con una gorra del presidente electo estadounidense.

Algunos de sus compinches fuera del sistema de justicia les hicieron creer que serían los nuevos aliados de la Casa Blanca.  Hasta llegaron a pagar US$15 mil por una entrada a una cena, para hacer parecer que doña Cony estaba invitada a los festejos de juramentación del magnate-presidente.  Se los babosearon con que les devolverían sus visas y que Washington estaba interesado en moverle la silla a Bernardo Arévalo. ¡Brincos dieron!

Pero nada de eso sucedió.  Sin embargo, sus anhelos volvieron cuando supieron que Marco Rubio vendría a Guate.  Ahora sí le caerá su pu…ada a Berny, dicen que comentó Corrupchiche, y le sugirió a su gran jefa que moviera las pitas necesarias para lograr que el flamante enviado de Mr. Trump hiciera una visita al edificio de Gerona. 

Ni los abogados contratados en los USA, ni los supuestos amigos cercanos al secretario de Estado, lograron tan siquiera que le llegara el mensaje.  Ni los volteó a ver.  Vino, habló con Arévalo, recogió la información deseada y dejó el mensaje claro:  No se ve bien que haya intentos de golpe de estado en Guatemala.

Como dice el refrán popular: a buen entendedor, pocas palabras.

Lo qué si está claro es que no bajarán los brazos.  El trabajo es desgaste para Berny y su equipo, mientras se mantiene a raya cualquier intento de lucha contra la corrupción… ¡esa está blindada!, se escuchó una voz desde el despacho de la fiscal general.

Por eso, entiendo lo que motivó que Rubio comentara a su colaborador más cercano:Ahora entiendo por qué me decían que había un tetunte en el camino de la democracia guatemalteca.


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