Referéndum en Nueva Caledonia arroja aplastante ‘No’ contra la independencia

Resultado favorece a continuar dependiendo de Francia; independentistas llamaron a la abstención

El tercer y definitivo referéndum independentista del territorio francés de Nueva Caledonia ha terminado con un rechazo a la autodeterminación por una diferencia sin precedentes respecto a los dos anteriores plebiscitos: menos de un 5 por ciento de los votantes han expresado su voluntad de separarse.

Según los resultados preliminares recogidos por el portal de noticias Outremers360, el referéndum ha terminado con un 96,49 por ciento de los votos en contra la independencia, un porcentaje sustancialmente superior al 56,7 por ciento de 2018 y el 53,3 por ciento de 2020.

Ubicación del archipiélago de Nueva Caledonia.

No obstante, las fuerzas separatistas, representadas principalmente por la comunidad indígena canaca, ya habían avisado de las dificultades añadidas a esta votación dadas las restricciones contra el coronavirus, que han hecho imposible llevar a cabo una campaña tal y como preveían, hasta el punto de llamar a la abstención. Sus simpatizantes parecen haber respondido: la asistencia se ha desplomado al 44 por ciento, poco más de la mitad que años anteriores.

El pueblo Kanak es uno de los que se opone a continuar bajo el dominio francés, pero el referéndum confirma que el dominio continuará.

El ministro de Ultramar, Sébastien Lecornu, que ha viajado a Nueva Caledonia para seguir esta cita, ha dejado claro que la no participación no resta en forma alguna validez al resultado. En una reciente entrevista a Europe 1, reconoció que la abstención es «un derecho de la democracia», pero fue tajante al plantear si tendrá efecto legal: «La respuesta es no».

Los resultados finales y oficiales serán anunciados el lunes a las 13.00 (hora local) por el presidente de la comisión de control electoral, Francis Lamy.

El referéndum tiene su origen en los Acuerdos de Matignon, que sentaron las bases del proceso de descolonización y de la reconciliación entre comunidades caldoche y canaca tras años de enfrentamientos, establecieron una serie de consultas que terminaron de concretarse en 1998.

Según este acuerdo, no solo podía celebrarse un referéndum para preguntar a los neocaledonios si querían independizarse, sino un máximo de tres en caso de que no prosperasen los dos primeros. Serían votaciones sucesivas y, en términos prácticos, sin apenas variaciones.