“Hay mucho cinismo en el país. La gente debe vigilar y manifestar más”


TODD ROBINSON, Embajador de los Estados Unidos, acreditado en Guatemala.

Algunos diputados no han aprendido las lecciones de 2015 y quieren mantener la corrupción. La migración continuará, mientras persista la falta de oportunidades para la gente en su propio país. Estas son algunas de las declaraciones del diplomático, en entrevista exclusiva con Crónica.


A juicio de Todd Robinson, las autoridades actuales afrontan los mismos retos de siempre: inseguridad, pésima calidad de las escuelas, desnutrición aguda e infraestructura deteriorada. Entre tanto, hay muchos interesados en mantener un sistema corrupto.

¿Cómo evalúa la gestión del Gobierno de Guatemala hasta este momento? 

Este gobierno que va a cumplir un año, y en algunos temas, ha logrado cosas importantes: En cuanto a la situación de seguridad, hemos visto buen trabajo en el ministerio de Gobernación y el Ministerio Público, trabajando con la CICIG. En el tema financiero, el ministro de Finanzas ha estado tratando de organizar y financiar mejor el gobierno para los tres años que vienen. Los de Trabajo y Relaciones Exteriores han trabajado muy de cerca para posicionar mejor a Guatemala en la región, así como en las relaciones bilaterales con los Estados Unidos.

Veo un gobierno que va a mejorar. Antes, nadie pensó que iba a funcionar bien, porque no tenía políticos expertos ni suficiente gente para hacer su trabajo, pero lo ha hecho bastante bien. Claro que ningún gobierno es perfecto y va a cometer errores, pero en comparación con otros, está bien.

¿Cuáles son los principales retos que se deben afrontar de inmediato?

Más que todo, la seguridad, pues todavía es peligroso usar el transporte público en la ciudad y en el resto del país. El ministerio de Gobernación está consciente de esto, pero es un problema que empezó hace muchos años y eso no va a cambiar en 5 minutos ni una hora.

La infraestructura también es un problema, especialmente las carreteras fuera de la capital; para la gente es muy difícil viajar de una ciudad a otra y, por ejemplo, a los agricultores se les dificulta llevar sus productos a los mercados; a los exportadores, trasladarlos a los puertos.

Los retos de antes persisten, como la falta de educación y la pésima calidad de las escuelas, la inseguridad alimentaria, los niveles altos de desnutrición aguda. Estos son retos para este gobierno y para el que viene.

 

Y todo se centra en la falta de oportunidades para la gente, como lo evidencian los grupos familiares llegando a las fronteras de México y Estados Unidos, lo que siempre se está incrementando porque ellos ven un futuro más seguro allá que aquí y eso es un problema para el gobierno y la sociedad en general.

Todos tienen su papel: el gobierno, los empresarios y la comunidad internacional, pero todos debemos enfocarnos en la falta de oportunidades en el país para mejorar la situación.

Desde hace dos años el país atraviesa una coyuntura política derivada de los casos de corrupción. ¿Cree que la tardanza en la impartición de justicia  es normal?

Es normal para Guatemala. La política está en movimiento y mucho de ella está en el Congreso. Siempre he dicho que hay algunos diputados que no han aprendido las lecciones de 2015, quieren seguir con la corrupción y la falta de transparencia en su trabajo para ir en contra de la justicia (OJ, CICIG y MP) y van a tratar de utilizar la influencia de las redes criminales del país.

Y esto es una lástima porque el Congreso podría ser una fuerza positiva para el país y debe serlo. Algunos diputados están tratando de cambiar la manera de trabajar en el Congreso, pero los grupos obscuros que pretenden mantener el sistema corrupto no van a ceder fácilmente.

Por eso, la sociedad guatemalteca va a tener que vigilar más, quejarse más, manifestar cuando sea necesario y apoyar a las autoridades que estén trabajando de manera más transparente y eficiente.  Por ejemplo, el Superintendente e intendentes de la SAT están tratando de cambiar el sistema y necesitan el apoyo de la sociedad.

Hay mucho cinismo en el país y lo entiendo, pues Guatemala ha estado cooptada por gobiernos corruptos e ineficientes que no tenían las necesidades de la sociedad como su prioridad.

Por primera vez en muchos años,  hay gente en el gobierno que así lo ve y no debemos perder este momento.

En este sentido, se informó a la población que usted quiere reunirse con los candidatos a la presidencia del Congreso. ¿Es cierto?

No. Creo que hubo una malinterpretación del tema. Yo me he reunido con ellos antes, pues tuve la oportunidad de conocerlos en 2009, y cuando vine como embajador me reuní con ellos por varias razones; también lo haré en un futuro, pero no es parte de la campaña para ganar la presidencia del Congreso. Ellos son contactos importantes para la comunidad internacional y para la embajada de los Estados Unidos y lo van a seguir siendo.

¿Qué opina de la propuesta de reforma constitucional en materia de justicia?

Es importante porque viene de una conversación entre los guatemaltecos. La CICIG creó el foro para discutir cambios a la Constitución y al sistema judicial, pero los participantes son expertos guatemaltecos. La CICIG y la comunidad internacional tenían su papel en crear las condiciones para esto, pero son los guatemaltecos quienes tienen la responsabilidad de discutir las reformas, negociarlas, presentarlas a la sociedad y, si la mayoría acepta, implementarlas y usarlas. No es una imposición de la comunidad internacional. Todos reconocen que se necesitan cambios y nosotros estamos para ayudar a implementarlos.

Sobre el tema migratorio ¿Cómo marcha el Plan Alianza para la Prosperidad?

El proceso sigue bastante normal. Debemos recordar que este plan no existía y es una nueva manera de trabajar entre los países. En este caso, los estados Unidos con los tres del Triángulo Norte y es más que una situación en la que nosotros donamos recursos: estos países tienen que aportar primero y nosotros vamos a seguir el plan que ellos han creado. Nuestra contribución viene por medio de la estrategia para América Central, pero siempre sigue al plan y liderazgo de los tres países.

¿Qué pasará con este plan tras las elecciones presidenciales en su país? Porque aquí, cada gobierno elimina lo bueno o malo que dejó el anterior.

Esa no es la tradición de los Estados Unidos. Hay que recordar la lucha contra el VIH, que comenzó con el presidente Bush y sigue siendo un programa muy importante para el presidente Obama.

Nuestra estrategia para América Central y la Alianza para la Prosperidad son herramientas que tienen el apoyo de los dos partidos, Republicano y Demócrata, tanto en el Congreso como en el Senado. Entonces, creo que el programa seguirá. Veo algunos ajustes, pero no cambios grandes.

¿Cómo afectarán las elecciones presidenciales de Estados Unidos, su política hacia América Latina?  

En la historia de los Estados Unidos las elecciones nunca han tenido influencia grande en la política exterior. Hay cambios de enfoque y en cuanto a prioridades, pero los programas y proyectos generalmente siguen, independientemente de quién gane la presidencia.

Los dos candidatos han hablado mucho de su idea de relaciones exteriores, pero una cosa es ser candidato y otra, ser presidente. Cuando un presidente llega a la Casa Blanca y ve toda la influencia y lo que está pasando en todo el mundo, inmediatamente debe decidir sus prioridades. Eso no es fácil porque hay proyectos grandes y pequeños en todo el mundo, lo que no es fácil de cambiar en 4 o 5 años.  Así que no veo muchos cambios entre ahora y lo que suceda después del 20 de enero.