Gobierno contempla comprar más vacunas Sputnik; otros 2 millones se vencen a fin de mes

Ministro Coma dice que «aún no se ha tomado decisión» de declarar lesivo el contrato

Apenas dos días después de que se perdieran por vencimiento más de un millón de vacunas Sputnik, el ministro de Salud, Francisco Coma, ha reconocido que están en peligro de vencerse más de dos millones de dosis más –a finales de marzo–, y que el cuerpo legal del ministerio de Salud aún no sabe si se declarará lesivo el contrato suscrito con un intermediario ruso para la cumpra de cuatro millones de vacunas adicionales.

El vencimiento de este lote de más de un millón de dosis le ha costado a Guatemala más de Q84.3 millones –más costo de transporte y mantenimiento–, lo que significa que esa cantidad perdida se podría triplicar para finales de marzo, cuando se venzan un millón de Sputnik V primera dosis y más de 1.2 millones de la dosis de refuerzo.

Como fue entrevistado la mañana de este miércoles en el programa «A Primera Hora» de Emisoras Unidas, y dijo que su cuerpo legal aún estudia lo que se debe hacer con el contrato. El periodista Felipe Valenzuela insistió si no se había contemplado declarar la lesividad del contrato, pero Coma dijo que «eso se decidirá pronto».

Si no se declara lesivo el contrato con los rusos, Guatemala debe comprar 4 millones de vacunas de Sputnik Ligth, la cual tampoco ha sido aprobada por la OMS ni cuenta con los registros sanitarios necesarios.

Sin embargo, desde el 6 de octubre, el ministro Coma había dijo que había solicitado asesoría jurídica para estudiar el contrato. Lleva entonces seis meses estudiando lo que hará con el mismo.

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El titular de la cartera de Salud reconoció que la población ha tenido rechazo a la vacuna rusa y también aceptó que la forma en que se enviaron las vacunas y la dificultad que hay para mantenerlas en enfriamiento, fueron factores determinantes para el fracaso de esa compra, que ha costado millones al país y se perderá más, de acuerdo con el ritmo de vacunación que se lleva.

En el mismo programa hace quince día, Coma había dicho que se utilizarían entre un 30 y un 40 por ciento de las vacunas que estaban por vencerse, pero a la postre no se logró ni un 5 por ciento.

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El contrato con el intermediario que compró al Fondo de Inversión Ruso entregó las vacunas sin ninguna planificación y sin contar con las necesidades de Guatemala, pero nuestro país aceptó todo desde que se firmó el contrato en abril pasado. El contrato –que se hizo de manera ilegal y en secreto–, no obligaba a los rusos a planificar la entrega.

Las vacunas Sputnik no cuentan con el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que también ha influido en el rechazo de la población. Guatemala compró las vacunas sin tener la capacidad de una cadena de enfriamiento que pudiera alcanzar las áreas rurales y todos los municipios del país, otro de los problemas para inocular el producto ruso.

Ningún organismo de fiscalización ha cumplido con fiscalizar la legalidad de la compra de estas vacunas, como se manda por ley. El Ministerio Público dijo por medio de la fiscal general, Consuelo Porras que se «abriría una investigación», pero esto jamás ocurrió. Lo mismo hizo la Contraloría General de Cuentas.

Además, la Comisión Presidencial Contra la Corrupción no abrió ningún expediente, tomando en cuenta que la orden de llevar a cabo la compra llegó directamente del presidente Alejandro Giammattei y la ministra Amelia Flores.