ENFOQUE: Porras abrió la ‘caja de Pandora’… ¿Y ahora?

En la mitología griega, Pandora recibe una caja con todos los males del mundo, que nunca debía abrir.  Un día, la mujer la abre por curiosidad… y aquellos males se desatan.

Gonzalo Marroquín Godoy

Tuvieron que suceder muchas cosas y situaciones que provocaron temores, para hacer que la fiscal general Consuelo Porras y el presidente Alejandro Giammattei se confabularan para destituir al jefe de la Fiscalía Contra la Impunidad (Feci), Juan Francisco Sandoval, porque ahora han salido a relucir detalles de los males que arrastra nuestro sistema político y la castrada justicia.

La curiosidad pudo más que la razón de Pandora y, a pesar de las advertencias, abrió la caja, pera ver como se desataban los males.  Lo mismo le pasó a Porras y Giammattei.  Tenían advertencias del Departamento de Estado –que ya suspendió toda ayuda al MP y manifestó su desconfianza hacia Porras–, de la comunidad internacional y amplios sectores ciudadanos, en el sentido de que era necesario respetar al inclaudicablefiscal Sandoval.

Como ha sucedido tantas veces, ¡les peló!, y prefirieron curarse en salud y salir de alguien que les ponía el ojo en cada negocio. Pero ahora empiezan a pagar consecuencias, porque muchas cosas están saliendo a relucir y el desgaste que pagarán ambos funcionarios será enorme, sobre todo, porque su ya dañada credibilidad está sufriendo más daños de los que ya acarreaban y, recordemos, esa palabra, credibilidad, es clave para la gobernanza.

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Algunos periodistas y analistas ya sabíamos de muchas manipulaciones de casos por parte de la fiscal general.  Pero ahora, se destapa lo que llega ser una norma: el MP responde a los intereses del mandatario y su alianza oficialista.  No hay tales de independencia en las investigaciones.

Juan Francisco Sandoval ha revelado cosas que se deben ventilar y aclarar públicamente.  Por ejemplo: ¿Por qué ciudadanos rusos llegaron a la residencia del presidente?  Sandoval fue correcto al decir que era una investigación en curso y que faltaban elementos, pero habló de dinero en efectivo circulando en esas reuniones.  El mismo exfiscal dijo que no puede decir si eran rusos vinculados a las tristemente célebres vacunas Sputnik o representantes de la minera de El Estor, con un caso en la CC.

Y qué decir de la forma en que la fiscal Porras califica y descalifica a los colaboradores eficacesLo descrito sobre Gustavo Alejos –quien estaba dispuesto a colaborar en ciertas investigaciones–, hace que en el futuro los implicados en casos no tenga la confianza de acercarse a la fiscalía para ayudar en las investigaciones.

Pero en el fondo, lo que vemos es que se confirma con todo el rompecabezas de declaraciones, que ha existido un contubernio profundo para controlar las cortes –lo que han logrado–, y eliminar cualquier posibilidad de que fiscales o jueces independientes puedan llevar a cabo su tarea de denunciar y enjuiciar casos de corrupción del pasado o el presente.

Todas las acciones de la fiscal general y del estarán bajo la atenta mirada de la sociedad.  Ahora se sabe que cuando el presidente dijo que Juan Francisco Sandoval llevaba sus casos por ideología, ya estaba pensando en su destitución y la justificación que se daría.

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Ahora se comprende por qué el MP es tapadera de casos emblemáticos, como la falsificación de documentos por magistrados del TSE, la manipulación de las comisiones de postulación, los casos más burdos de corrupción y hasta la tolerancia hacia el Congreso, que incumple el mandato de elegir magistrados a la CSJ y salas.

Se entenderá también por qué los casos no avanzan.  A decir de miembros del MP, la nueva fiscal de la FECI, jamás ha dirigido alguna investigación en su carrera como fiscal.  Así se asegura Porras que no habrá casos que incomoden al presidente o a la alianza oficialista.

Como sucedió con la caja de Pandora, lo que no salió de aquel recipiente, fue la esperanza.  Por eso podemos decir que, en medio de tantos males que salen y seguirán saliendo, no debemos perder la esperanza.  Algún día… algún día!!!