La temporada de huracanes y tormentas tropicales comenzó el 15 de mayo en el océano Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico y el Caribe. Los pronósticos no dejan de generar inquietud, porque se espera que en esta última región esta sea anormal y porque algunos de esos fenómenos naturales podrían generar temporales y provocar deslizamientos o inundaciones que afecten a poblaciones humanas.
Lo anterior, a causa de la vulnerabilidad de los suelos y a la cantidad de asentamientos humanos en zonas de riesgo, especialmente, en el departamento de Guatemala. La temporada del 2015 en al Atlántico fue una de las más bajas. Sin embargo, este año hay que tener mucha precaución, porque las temperaturas del agua están un grado más arriba que en el pasado y eso nos hace pensar que la temporada puede estar bastante activa, afirma César George, meteorólogo del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología.
El pronosticador y experto en el clima también aseguró que los meses en que existe más riesgo de que una tormenta tropical afecte al país son agosto, septiembre y octubre. Esos son los meses más peligrosos, porque la temperatura en el Atlántico y Caribe alcanza sus máximos en temperatura y esto favorece bastante la formación de los sistemas tropicales.
En cuanto al Pacífico, como la temperatura de las aguas empieza a disminuir, se espera que la temporada sea bastante normal y se considera que podrían formarse de 10 a 12 tormentas tropicales y, de esas, cinco podrían convertirse en huracanes. Aunque no todas pueden tocar territorio guatemalteco.