… Que lo que viene después de Semana Santa nos agarre confesados

No habrá muchas sorpresas con lo que está por venir: fiscal general (√), contralor (√), magistrado(a) a la CC, PDH (√) y, por si fuera poco, Rector de las USAC. La alianza oficialista está bien aceitada.

Hoy es Miércoles Santo, un día que hace recordar el momento de la gran traición de la que fue objeto Jesús.  Uno de sus discípulos, Judas Iscariote, negocia con los judíos su entrega, a cambio de treinta monedas de plata –posiblemente tetradracmas– que, según cálculos de algunos expertos, equivaldrían el día de hoy a unos €9,000 euros.

Así se planeó la captura de Jesús para el día siguiente, cuando principia la pasión del personaje –Dios– más importante en la historia de la humanidad. Por unas monedas se selló su muerte de cruz, las más dolorosa de aquel entonces.

Pues bien, mientras los cristianos reflexionamos sobre esto, se está fraguando una traición más por parte de la alianza oficialista, la misma que ha destruido la institucionalidad del país y ha convertido en un auténtico circo de marionetas a la CC, la CSJ, el MP y el TSE, obediente grupo que controla la justicia y el sistema político del país.

Así que mientras unos están en la playa, otros en ríos y lagos, un montón en Antigua y otros marchando hacia el norte–migrantes–, los cabecillas de la famosa alianza estarán brindando en algún bello paraje vacacional, por todos los logros alcanzados y los que están por venir.

Al volver de Semana Santa, los guatemaltecos veremos el desenlace de una serie de elecciones trascendentes para la institucionalidad del país, pero todo parece bien aceitado, y no cabe margen de error.

Veamos a lo que me refiero.  La comisión de postulación para fiscal general volverá a sus deliberaciones, pero poco a nada queda al azar.  Se integrará la lista de seis aspirantes para entregar al presidente Alejandro Giammattei, quien no tendrá dudas al escoger.  Si llega la fiscal general Consuelo Porras, será ella quien continúe en el cargo o, de lo contrario, escogerá a un substituto que siga cumpliendo sus mandatos, lo mismo que ahora hace la jefa del Ministerio Público.

No hay espacio para sorpresas, partiendo del hecho de que entre los aspirantes al cargo no hay ninguno destacado positivamente. De hecho, la propia CC cerró la puerta para que participaran como candidatos algunos jueces de trayectoria intachable en tribunales. Ante ello, no hay una opción que se pudiera aplaudir.

Algunos allegados a Giammattei aseguran que el presidente está cruzando los dedos para que no llegue Porras entre los candidatos, para poder elegir a otro en su lugar y no aumentar la tensión con los gringos.  No sé si será cierto, pero el hecho es que él y Porras parecen muy unidos por las circunstancias y nadie le ha sido más fiel al mandatario que la fiscal general.

Del contralor es poco lo que se puede anticipar.  Solamente que la gran electora será Sandra Torres con sus votos en el Congreso para la alianza. Seguiremos pues, igual.

Veremos también en el Congreso la elección de nuevo PDH. Esta vez ni tomarán en cuenta las opiniones de los grupos que defienden los derechos humanos y simplemente contarán los votos de los representantes de cada bancada en la Comisión de Derechos Humanos, ampliamente dominada ¿por quién?… por la alianza oficialista.

Sin ser pesimista, creo que aquí no habrá posibilidad de llegar siquiera a alguien regular Tendremos a otro obediente alfil de nuestro nauseabundo sistema político.

La rectoría de la USAC es la única de las grandes elecciones que no está del todo definida, pues hay muchos electores que no responden a los mandatos que salen desde la Casa Presidencial.  Eso hace que pueda darse una sorpresa y, quizás, podría quedar la universidad nacional en manos de un opositor.  Veremos No es fácil, pero puede suceder.

En medio podría darse la elección del nuevo(a) magistrado(a) para la CC, en sustitución a Gloria Porras, elegida legalmente por el Consejo Superior Universitario, pero descabezada por la alianza, con órdenes o acciones de la propia CC y el Congreso de la República.

Así que hay que aprovechar para relajarse durante este descanso de Semana Santa, porque lo que está por venir confirmará que estamos viviendo una especie de dictadura de un sistema político que ha coptado las instituciones más importantes para la democracia.

La ambición de los que conquistan, no se detiene.  Les podría bastar con tener influencias en la CC, el MP, tribunales y TSE, pero no les basta y quieren tener todo bajo el control absoluto.

En vez de preocuparse por ver como sacan a este buey de la barranca, están empeñados en que el país siga hundido en sus problemas, pero ¡eso sí!, que los negocios para ellos, la alianza oficialista, sigan en boga y a manos llenas.

Qué el ciclón nos agarre confesados. Por ahora… ¡feliz descanso!