PROVOCATIO: Los efectos mesiánicos en el Reino…

… la elección a rector del siguiente mes de marzo, no es una más, sino es la encrucijada que definirá un tétrico escenario que le podría dar la tan ansiada sostenibilidad a la alianza criminal o, en su defecto, el inicio de una limpieza profunda de la única universidad pública y que, a pesar de todo, cuenta todavía con focos importantes de resistencia al sistema.

José Alfredo Calderón

Historiador y analista político

He venido insistiendo en ese síndrome mesiánico de esperar a alguien que, por arte de magia, solucione todos los males en el Reino de Xibalbá. Aún las personas supuestamente letradas y con estudios universitarios (incluyendo posgrados) caen en ese juego esperanzador que, de la inocencia, está a un paso de la estulticia.

De nada sirve reiterar que no se trata de una persona, ni siquiera de un grupo de personas, sino de un proyecto colectivo con un programa serio y de largo alcance. Que el sistema político electoral está totalmente cooptado y que las verdaderas elecciones no se hacen mediante el voto, pues los guatemaltecos comunes y de a pie, solo le damos realce a una fiesta cívica arreglada previamente entre los que dijimos, un minúsculo grupo que maneja los hilos del poder, tanto político como económico.

Se incurre en cada proceso pre eleccionario, como en el que estamos ahora, de apostar a la expectativa soñadora, sin fundamento por supuesto, de esperar algo diferente haciendo lo mismo. El síndrome de esperar un Mesías cada cuatro años, se hace presente con rigurosa exactitud. A lo más que atinan algunos ciudadanos, es a esperar que el próximo verdugo a elegir, no sea tan “malo”.

Esta situación impregna no solo las elecciones generales cuatrianuales sino otros procesos de elección como el de fiscal general y otros, pues ahora resulta que la “esencia” del problema se reduce a que no continúe la “Comosiama”. Ignoran estas incautas personas que el Ministerio Público tiene años de estar cooptado, precisamente, cuando inició la actual fiscal. Reestructuraciones muy puntuales fueron hechas, así como contrataciones, traslados y despidos, a efecto de garantizar que no importa quien llegue a la cabeza, todo el cuerpo funcione de acuerdo a los intereses espurios de la alianza criminal.  

Por supuesto que el pacto oscuro quiere que la señora fiscal continúe, pero no les quita el sueño, pues tienen docenas de candidatos que pueden hacer lo mismo e incluso cosas peores, sin perjuicio que la organización institucional ya está debidamente preparada para la continuidad de la impunidad en los casos que “deben” defender y de la pronta acción contra aquellos que luchan por la democracia efectiva, la justicia imparcial, los derechos humanos y en contra de la corrupción.

Lo mismo sucede con la elección de rector de la USAC, la cual, es víctima de una metástasis que ya hizo crisis en casi todas las unidades académicas, administrativas, docentes, estudiantiles y sindicales. Se cuenta con dos ex rectores privados de libertad, pero que cuentan con tentáculos adentro de nuestra Alma Máter que continúan operando en su nombre.  Ni qué decir de las mafias que entraron al relevo, las cuales, además de estar señaladas de negocios espurios y la descarada corrupción, diversas fuentes los involucran también en sicariato, trata de personas, acoso y abuso sexual, narcoactividad, amenazas y presiones de todo tipo.

El actual proceso para la elección de rector incluye viejas y conocidas prácticas de clientelismo, patrimonialismo y tráfico de influencias, con énfasis en la distracción como fuente de manipulación y control. La media docena de candidatos pretende disfrazar una realidad que muchos conocemos: la alianza criminal necesita coronar, en forma sostenible, la cooptación de la Universidad, teniendo un rector y un equipo adjunto, que satisfaga las exigencias de los organismos del Estado y las estructuras criminales incrustadas en los mismos.  Sesenta y seis representaciones en las diferentes instancias de poder público no son poca cosa, sin perjuicio del manejo del presupuesto para sus propios intereses y de quienes representan. En todo este proceso, los empresAUrios se relamen los bigotes por lo que significa la debacle total de la que otrora fue, el principal tanque de pensamiento crítico y revolucionario.

Muchos candidatos, no implica democracia, sino el artilugio de enmascarar que hay un gallo tapado, el cual, tiene testaferros que también compiten para asegurar resultados. Esa es la función de Walter Mazariegos, decano de Humanidades, quien competirá con cartoncito casi lleno, como cuando se juega bingo con muchos cartones para tratar de garantizar los resultados, sea a favor de sí mismo o de las alternativas que él mismo genera, como el primero en salir a la palestra que fue Luis Arturo Suárez de Económicas y otros de relleno que solo los conocen en su casa y a la hora de comer.

Salvo la única dama que compite por la rectoría (quien tiene muy pocas probabilidades) y el arquitecto Carlos Valladares Cerezo, los demás forman parte de un pacto a compadre hablado. Al segundo lo conozco personalmente y después de muchos años de no hacer política universitaria, he decidido apoyarlo sin ningún interés más que el futuro de mi Alma Máter. Conozco su proyecto, también a su equipo, he hablado con él y a pesar de todas las condiciones adversas, en la que destaca la falta de recursos, creo que es la única alternativa posible.

Por esta y muchas razones más, la elección a rector del siguiente mes de marzo, no es una más, sino es la encrucijada que definirá un tétrico escenario que le podría dar la tan ansiada sostenibilidad a la alianza criminal o, en su defecto, el inicio de una limpieza profunda de la única universidad pública y que, a pesar de todo, cuenta todavía con focos importantes de resistencia al sistema.

Con la escogencia del Procurador de los Derechos Humanos en el primer semestre y que tomará posesión el 20 de agosto de este año, pasa algo similar. He escuchado a dirigentes sociales, trabajadores de la Institución, periodistas y otros opinadores, apostar por la elección de una persona idónea y comprometida con los derechos humanos. En qué cabeza puede caber que el actual Congreso, cuya calaña mayoritaria ya conocemos, vaya a escoger una persona con las calidades académicas, humanas y técnicas. ¡Nadie se pega un tiro en el pie de forma intencional!

Mientras tanto, la falta de claridad política y los distractores que se encargan de fortalecerla, están a la orden del día. Sin embargo, el celador sigue anunciando que: “Todo tranquilo y sereno en el Reino”.