PROVOCATIO: La misma mica con diferente montera

En lo político-electoral, entonces, nada que hacer. Sin embargo, la manipulación abarca todos los ámbitos; pues resulta que, a pesar de la múltiple evidencia en contrario, ahora sí, las comisiones de postulación funcionarán para escoger un fiscal general de la República idóneo. A estas alturas, ya ni llorar es bueno.  

José Alfredo Calderón

Historiador y analista político

He venido insistiendo que, a pesar de lo caduco del modelo político guatemalteco, todavía funciona para algunos y necesita de muy pocos cambios, todos ellos cosméticos, para seguir imperando. A pesar de insistir en el carácter fraudulento de las elecciones, muchas personas siguen alimentando la esperanza de que, por fin, algún mesías milagroso se asome y, por arte de magia, solucione todos los problemas que llevan petrificados 68 años (1954-2022).

La mayoría de las personas (que no ciudadanos) todavía siguen sin comprender que el fraude al que aludo se da antes de los comicios y no como era durante las dictaduras militares, con formas groseras el día de las elecciones, cuando los soldados quemaban urnas y las cambiaban por “nuevas” con votos marcados previamente.

Toda clase de amenazas surgían para amedrentar a la población para que votara por los símbolos muy bien posicionados en el imaginario social de una población ignorante con niveles vergonzosos de analfabetismo (absoluto y funcional).  La bandera con la daga del temible Movimiento de Liberación Nacional (MLN) la mazorca del Partido Institucional Democrático (el abiertamente militar, PID) el mapa del Partido Revolucionario (PR) y la estrella blanca sobre el fondo verde de la Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG) que en todo el mundo es de derecha, pero en Guatemala resultaba de “izquierda” por una burda manipulación de las élites y sus siempre incondicionales medios de comunicación. La dinámica era sencilla, con 3 partidos de extrema derecha y uno de derecha moderada, la tarea consistía en reforzar la conexión entre símbolo partidario, imagen del candidato y la satanización del voto nulo y la abstención.

A pesar de tanta evidencia y que la gente dice comprender que el sistema es obsoleto, perverso y manipulador, cada 4 años es lo mismo: largas filas para escoger su propio verdugo, el cual ya, las ahora narcoélites, designaron con anticipación. No necesitan consenso para escoger un solo candidato o candidata. Si no se ponen de acuerdo, la fórmula es más sencilla aún: Escogen una mano de personajes favoritos y otra mano de alternativas, total, casi todo el cartón está cooptado y la expresión de una izquierda real se reduce al Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP) con importancia y alcance marginal, pero que sirve para justificar la pluralidad y diversidad, sin perjuicio de servirle a las campañas de miedo, sobre un ilusorio enemigo interno: el comunismo, populismo y terrorismo.  Las otras “izquierdas”, de carácter acomodaticio, mantienen la ilusión del juego democrático con su discurso “revolucionario” pero práctica connivente con el sistema.

En lo político-electoral, entonces, nada que hacer. Sin embargo, la manipulación abarca todos los ámbitos; pues resulta que, a pesar de la múltiple evidencia en contrario, ahora sí, las comisiones de postulación funcionarán para escoger un fiscal general de la República idóneo. A estas alturas, ya ni llorar es bueno.

Además de la cooptación de dichas comisiones en forma ANTICIPADA, el descaro público es cada vez mayor a sabiendas de su inconmensurable poder. Son tantas las señales, pero solo mencionaré algunas por su obviedad.

Ya instalada la Comisión, se procedió a elegir al secretario y portavoz de la misma, el cual es el decano de la facultad de Derecho de la Universidad San Pablo, Luis Aragón Solé y como secretaria suplente, la decana de la Universidad Rural, Lorena Isabel Flores Estrada. En la jugada, declinan a ser suplentes, los decanos, de las universidades: Regional, Mariano Gálvez, Mesoamericana y la San Carlos. Expedito ¿no?

En cuanto a Aragón Solé, baste recordar que dicha casa de estudios es propiedad de Harold Caballeros, de orientación fundamentalista y que ha instrumentalizado su negocio “académico” al servicio de la alianza criminal.  A pesar que, el pastor Caballeros logró eludir la justicia, para nadie es un secreto su responsabilidad en distintos asuntos espurios.

Con la señora Flores Estrada, el escenario es peor. Con ella también surgen “misteriosas” declinaciones: la del presidente del colegio de abogados y notarios de Guatemala (CANG) Fernando Chacón y otros más, por lo que ella fue electa como secretaria suplente, por unanimidad.

Respecto de la señora Flores, quien está detrás es el conocido personaje Fidel Reyes Lee, de quien es asesora en el Congreso y no ha renunciado. Reyes es famoso, entre otras cosas, por haberse apropiado fraudulentamente de la Universidad Rural para incidir, precisamente, en las comisiones de postulación para diversos cargos.

Flores Estrada está contratada en el renglón 022 por el Congreso de la República como asesora parlamentaria III, asignada al bloque BIEN, con un salario Q22 mil mensuales, según consta en la nómina de trabajadores del Organismo Legislativo (EP). Esta doñita ha sido, además, candidata a magistrada de la Corte Suprema de Justicia y del Tribunal Supremo Electoral, por lo que, de su actuación dentro de la postuladora actual, seguramente vendrá algún premio posterior por tan “noble” dedicación demostrada. Por eso el raudo y sorpresivo nombramiento, días antes de la instalación de la postuladora.

Por cierto, el decano al que sustituye la señora Flores, Mario Raúl García Morales, solicitó, también repentinamente, una licencia para ausentarse de sus labores y dejar el cargo por problemas de salud, hasta que se recupere, es decir,hasta que el “trabajito” asignado se cumpla.

Como sabrán, la Comisión de Postulación para fiscal general se integra por la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, los presidentes del Tribunal de Honor y Asamblea del CANG y los decanos de las Facultades de Derecho de las distintas universidades. Pues resulta que la presidenta de la CSJ y también integrante de la postuladora, es nada menos y nada más que Silvia Patricia Valdés Quezada, más conocida como “La Cuchi”, quien, por cierto, ya había sido desaforada de dicha presidencia, pero logró sortear los obstáculos gracias a sus nexos ampliamente conocidos.

Como guinda del pastel, resulta que la Universidad Da Vinci presenta un “nuevo” protocolo para transparentar la elección (risas), la misma casa de estudios señalada de construir una facultad de derecho sin alumnos, para tener un decano en las mesas de postulación a diferentes cargos. La misma que se hizo famosa por su rector y operador político, Fredy Cabrera y por dotar de títulos a personajes que los necesitaban sin llenar más requisitos que su pertenencia al pacto oscuro.   

A estas alturas, no se necesita ser Albert Einstein para intuir lo que pasará. Por eso, me parece muy inocente (si no perverso) generar una narrativa que, ahora sí, las cosas serán diferentes. Al igual que lo político-electoral, no se necesita consenso en torno a la “desconsuelo”, pues candidatos de ocasión y vocación espuria, hay más que suficientes, total, el MP está cooptado desde hace algún tiempo.

Tampoco apuesto a la inacción y la resignación. Creo que debe seguirse este proceso, evidenciarlo y denunciar en consecuencia. Pero de eso, a engañar a la gente con falsas esperanzas, me parece repulsivo.