Provocatio: La institucionalización del término “cualquiera”

Las alegres se aproximan y la ventana que abrió Jimmy, está abierta. Que no se preocupe quien no haya podido ganar una elección de comité o asociación de cualquier índole, sea comunitaria, social, vecinal, religiosa, gremial, o desempeñe, sin mayor éxito, cualquier función de exposición más o menos pública como maestro de ceremonias de fiesta patronal, locutor aficionado o voluntario, lector de noticias en telenoticiero mexicano o de liturgias en iglesia pobre de barrio, merolico de plaza mediana o grande, tramitador de asuntos sin importancia y/o vendedor de números premiados o cielos falsos.  

José Alfredo Calderón E.

Historiador y analista político

Comentaba en mi último artículo del jueves 21 de abril que, a 14 meses de la primera vuelta de las elecciones generales, las conversaciones académicas, políticas, mediáticas y sociales empiezan, cada vez con más fuerza, a tener un tema en común: las elecciones del año entrante. Al margen de la ilusión que genera en muchos, o la desilusión en muchos más y el escepticismo en otros tantos, ya inició la baraja de potenciales candidatos.  Algunos más conocidos que otros, pero con un denominador común: todos están “pal tigre”.

Ya dejamos en claro que los comicios no resuelven nada y que solo sirven de alegrón de burro, pero ahora, el tema es otro.

Cuando uno cuestiona, las respuestas van en el sentido siguiente:

¿Que sea idóneo? Nada que ver, desde que llegó Jimmy Morales no hay requisito mínimo y el concepto “cualquiera” no solo inunda el ambiente, sino que se impone como norma.

¿Que sea líder? ¡Bah! Nada que no arregle un buen y costoso marketing.  La población ignora el dato implacable que solo quienes tengan el 70% o más de conocimiento público pueden aspirar, en serio, al guacamolón. Por excelente que sea el mercadeo, un mal producto no logra venderse en el poco tiempo que queda.

¿Que tenga un equipo de trabajo experimentado, capaz e íntegro? ¡Pamplinas! Uno vota por el mero gallo, porque este país sigue siendo presidencialista y el que va a gobernar es el caudillo escogido, no los mañosos que siempre se cuelan.

¿Que tenga un plan de gobierno serio y viable? ¡Ninguno lo ha tenido! Además, el papel aguanta con todo; mejor que cada candidato diga de viva voz lo que hará (aunque sean promesas opiáceas).

¿Que tenga una trayectoria intachable? ¡Acaso queremos santos pues! Si se equivocó, que pida perdón y ya (…como si los delitos fueran equivocaciones).

¿Que sea honesto? ¡Todos roban! A lo que debemos aspirar es a que no roben mucho.

¿Que sea laico? ¡Ah puchis! Casi todo el país es cristiano, la religión no importa, pero mejor si es un siervo entregado, de preferencia neopentecostal que es lo cool; y si es reverendo, doble bendición.

¿Que sea estudiado? Los títulos son solo vanidad, que tenga mano fuerte y sea temeroso de El Señor, es lo que se necesita. De preferencia que sea hombre de familia, o más bien, heterosexual casado y con hijos.

¿Que conozca los problemas de Guate? Estos son evidentes, y ya montado en el macho, si es pilas, los resolverá.

¿Que tenga dotes de estadista y visión de Estado? Esto quizá sirva para países europeos, pero en el trópico las cosas son más sencillas. Hombres de fe y con voluntad es lo que necesitamos.

Una vez asumido lo anterior, se entiende perfectamente el porqué de personajes de todo calibre y poca monta, que pululan en el escenario pre electorero. A pesar de contar con mis propias fuentes, recurrí a una búsqueda sobre elecciones 2023 en Guatemala y entre otros sitios, me llevó a Wipedia, que si bien no es una fuente académica y seria, sí es bastante popular e internacional (https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Guatemala_de_2023) .

Precandidatos

Roberto Arzú García-Granados                           Ernest Steve Bran (alias Neto)

​Manuel Conde Orellana                                        Enrique Deggenhart Asturias

Juan Carlos Eggenberger                                     Isaac Farchi

Ricardo Méndez Ruiz                                            Evelyn Morataya

Susana Morazán (aunque no se crea)               Edmond Mulet

Zury Ríos                                                                 Claudia Ruiz Casasola

Sandra Torres Casanova                                      Thelma Cabrera

Precandidatos de otras fuentes:

César Bernardo Arévalo De León                       Thelma Aldana

Manuel Conde Orellana (oficial)                          Manuel Villacorta

Alfonso Alonso                                                        Marcos Antil

Jorge Briz Abularach                                             Edwin Escobar Hill

Amícar Rivera                                                         José Luis Chea Urruela

Estuardo Galdámez                                                Danilo Roca

Julio César Rivera Clavería                                  Amílcar Pop

Martín Toc (no cumple con la edad requerida)

Solo en este listado tenemos 29 aspirantes, unos con mayor proceso de viabilidad que otros. A estos debemos agregar los candidatos de ocasión que siempre surgen, pues como repito, el concepto de “cualquiera” llegó para imponerse. En futuras entregas analizaremos a cada uno.

Dada la futilidad de las izquierdas, el mismo sistema y, sobre todo, las expresiones de extrema derecha, se preocupan por elevarlos al rango de enemigos internos y amenazas para el orden, las buenas costumbres y la democracia tradicional.  Sobredimensionar sus posibilidades y arraigo electoral, se ha convertido en misión para alentar al electorado y justificar las opciones más fundamentalistas, para que así, quede sepultado el fantasma del comunismo.

Las alegres se aproximan y la ventana que dejó Jimmy, sigue abierta. Que no se preocupe quien no haya podido ganar una elección de comité o asociación de cualquier índole, sea comunitaria, social, vecinal, religiosa, gremial, o desempeñe, sin mayor éxito, cualquier función de exposición más o menos pública como maestro de ceremonias de fiesta patronal, locutor aficionado o voluntario, lector de noticias en telenoticiero mexicano o de liturgias en iglesia pobre de barrio, merolico de plaza mediana o grande, tramitador de asuntos sin importancia y/o vendedor de números premiados o cielos falsos. Todos ellos tienen la posibilidad de lograrlo.

Costa Rica, la otrora Suiza de América, que ya no lo es, marcó el récord centroamericano, con 30 candidatos en las últimas elecciones. Este bello paisaje, que sus dueños se empeñan en llamar país, puede romper la marca tica en 2023.