“…Persisten focos de corrupción, despilfarro, ineficiencia y negligencia”

  • Lo índices macroeconómicos son «abismalmente» diferentes a la economía doméstica
  • Entrevista con el experto de IFECI Ricardo Barrientos sobre la actualidad económica

Cuando se habla de temas como “desarrollo” “presupuesto”, “economía”, siempre termina apareciendo en medio de cualquier conversación la corrupción, como foco que afecta todo lo que se hace en cuanto a las políticas de gasto público o ejecución presupuestaria. Para entender mejor estos temas, lo mejor es conversar con un experto.

Desde finales del siglo pasado, Guatemala ha mostrado un comportamiento sólido en sus índices macroeconómico. Tenemos una de las economías más sólidas de Latinoamérica, suelen repetir los diferentes presidentes de la República, mientras que, en la práctica, nuestro país sigue mostrando uno de los mayores atrasos en cuanto a desarrollo integral.

En efecto, estamos entre los tres países de mayor pobreza en la región, el número uno de desnutrición infantil crónica, y para efectos prácticos, apenas uno o dos países están peor en materia de salud, educación e infraestructura, para solo citar tres aspectos relevantes.

Para conversar sobre la temática económica, el momento actual y el desarrollo, entrevistamos a Ricardo Barrientos, economista y encargado del área de Acción Política del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).  A continuación, lo más destacado de lo abordado.

Luego de 5 meses de un complejo año, ¿Cómo se observa el desarrollo de la economía del país?: La principal característica es que algunos indicadores macroeconómicos dibujan una situación abismalmente distinta a la experiencia cotidiana de las familias guatemaltecas. Cuando el análisis de la situación económica de Guatemala se limita a solamente revisar indicadores como crecimiento del producto interno bruto (PIB), inflación o cuenta corriente de la balanza de pagos, se obtiene un país como el que retrata la propaganda gubernamental, boyante, estable y con bienestar para todas y todos. Todo un éxito económico, un «hito histórico» como lo calificaron los funcionarios de Giammattei.

Sin embargo, un análisis simplista de este tipo está plagado de sesgos y deficiencias técnicas graves. Por ejemplo, la tasa de crecimiento del PIB debe analizarse junto a la desigualdad y a la pobreza. La información disponible permite concluir que, aunque la economía crece, también lo está haciendo la pobreza, con lo cual se concluye que el crecimiento económico no beneficia a la población, profundizando la desigualdad, y con ello la conflictividad.

El análisis del sector externo muestra que la balanza comercial sigue siendo deficitaria, la inversión extranjera directa permanece deprimida (en 2021 tuvo un aumento extraordinario pero solo en un mes, asociado a la compra venta de una compañía telefónica), pero la cuenta corriente de la balanza de pagos es superavitaria, gracias a las remesas.

Son quienes han tenido que huir del país por la exclusión económica, por la falta de oportunidades y por la violencia, quienes, desde el extranjero, sostienen el sector externo de nuestra economía.

El INE no solo está fallando por no realizar las encuestas que hacen falta, sino también por una medición deficiente del índice de precios al consumidor, con lo cual los datos oficiales de la inflación son poco menos que un chiste regional y mundial.

El Gobierno ha recurrido a los subsidios este año, especialmente para mitigar los efectos en el alza de las gasolinas y el gas. ¿cuál será el efecto en el corto y mediano plazo con esto?: El subsidio a los combustibles claramente está mal diseñado, y por ello es inefectivo. Como se ha implementado, se benefician de igual forma un autobús de transporte público y un automóvil de súper lujo, error que explica que los cientos de millones de quetzales invertidos en el subsidio, se drenan y diluyen sin un impacto significativo en el precio del combustible. El gobierno de las lecciones aprendidas en 2020 con el bono familia, y diseñar el programa con criterios de efectividad y eficiencia.

El subsidio a los combustibles claramente está mal diseñado, y por ello es inefectivo.

El subsidio a la tarifa social de la energía eléctrica tiene más posibilidades de efectividad, porque a diferencia del subsidio a los combustibles, esta sí es una medida focalizada y que ha probado efectividad para beneficiar a los usuarios más necesitados.

El efecto en el largo plazo de los subsidios es el del gasto financiado con deuda pública, el cual en el futuro deberá pagarse con impuestos.

Hay muchas dudas sobre la transparencia en el subsidio de las gasolinas.  ¿Se puede fiscalizar eficientemente?: Además, de los errores en el diseño técnico del subsidio a los combustibles, también existe preocupación por la opacidad y los abusos que facilita el subsidio tal como está siendo implementado. El hecho de que el subsidio se le otorgue a los importadores y distribuidores de los combustibles agudiza los riesgos de corrupción y abuso.

¿Qué opinión tiene sobre el último préstamo autorizado por el Congreso por US500 millones y la ampliación presupuestaria por más de Q3 mil millones?: El problema no es la naturaleza y el diseño de la operación en sí, ya que es verdad que las condiciones de ese préstamo con el Banco Mundial son más ventajosas y menos onerosas que las de los bonos del Tesoro, especialmente en la turbulencia internacional generada por la guerra en Ucrania. En condiciones adecuadas de transparencia y uso adecuado de recursos, el préstamo sí puede ser una maniobra financiera correcta y conveniente para Guatemala.

Mucho más grave y preocupante es la ampliación por Q 3,191.2 millones para el ministerio de Comunicaciones, aprobada por el Congreso. Con la razón que suele tener la sabiduría popular, por algo a esta ampliación presupuestaria se le conoce con el mote de ley piñata, ya que existen razones serias y creíbles que esos recursos serán malversados y abusados para financiar las campañas electorales de las y los diputados aliados al gobierno de Giammattei, y no para la necesaria recuperación de la red vial.

Una cosa es utilizar el Presupuesto y otra hacerlo bien: ¿Hay buena calidad de gasto público en el país?: Lamentablemente persisten focos importantes de corrupción, despilfarro, ineficiencia y negligencia. Por ejemplo, se ha insistido en la ineficacia y el desperdicio de recursos que constituye el seguro médico escolar privado, Hasta los propios reportes del ministerio de Educación dan cuenta que es un programa que no se puede evaluar adecuadamente. Los análisis del Icefi y de muchas otras entidades muestran las graves ineficiencias que lo plagan, en contraste con necesidades ingentes de libros de texto, reparación y remozamiento de los centros educativos, de ampliar la cobertura de los niveles educativos básico y diversificado, y de mejorar la calidad de la alimentación escolar, con gran impacto a favor de la lucha contra la desnutrición crónica.

También existen anomalías graves en la inversión pública en infraestructura, tanto la realizada por las dependencias del ministerio de Comunicaciones, las municipalidades, y como un caso grave, por los Consejos Departamentales de Desarrollo. Pareciera que el gobierno del presidente Giammattei renunció a ejercer rectoría en esta área, y ha buscado «comprar» el apoyo político de las y los diputados distritales, cediéndoles el control de estas entidades.

Que no sea cuestión solamente de verificar cuánto dinero gastan ministerios, sino también cómo van sus metas físicas: cuántos niñas y niños están siendo atendidos en el sistema educativo, cuántas personas reciben atención preventiva y curativa en el sistema de salud.

¿Cómo mira el presupuesto de Gastos de la Nación?: En términos relativos, el presupuesto de Guatemala comparado con los vecinos centroamericanos, es un presupuesto enano: como porcentaje del PIB el gasto público del gobierno central de Guatemala es el más pequeño de Centroamérica.

Pero, por otro lado, los casos de corrupción cada vez más frecuentes y escandalosos, la malversación, múltiples y diversos abusos generan en la ciudadanía guatemalteca, especialmente en los contribuyentes, un rechazo a pagar más impuestos para ampliar el gasto público.

¿Qué peligro –o beneficio– hay con las ampliaciones presupuestarias que hace el Congreso?: Al analizar las enormes necesidades de la mayoría de la población guatemalteca, el presupuesto es a todas luces insuficiente. El problema no es ampliar el presupuesto. El problema es ampliarlo sabiendo que los corruptos se robarán ese dinero.

¿Existen estimaciones confiables sobre el tamaño de la corrupción en Guatemala?: Por su naturaleza, no existen estadísticas o datos oficiales sobre el tamaño de la corrupción, o la magnitud de sus consecuencias económicas y sociales. Varias entidades, incluyendo al Icefi, han publicado trabajos con esfuerzos por dimensionar la magnitud de la corrupción y sus impactos. Por ejemplo, la metodología seguida en el trabajo del Icefi consistió en identificar los rubros del presupuesto que según expertos consultados y los casos judicializados, se consideraron más vulnerables a la corrupción y el abuso, a los cuales se aplicó un supuesto de pérdida por corrupción (siguiendo casos reales como el denominado «diezmo», una comisión ilegal del 10% de contratos y otros gastos, o la «quinceañera», la comisión ilegal del 15%, y otros similares), y luego relativizar el monto obtenido con los presupuestos de educación, salud, seguridad o justicia.

Estos cálculos, por inexactos o subestimados que son, son suficientemente confiables para mostrar que las pérdidas económicas y sociales por corrupción existen, y son cuantiosas. A partir de su estudio, el Icefi concluye que la porción de la corrupción que alcanzó a medir en 2015, equivalía a 4 veces el presupuesto total del Ministerio Público, el 92% del presupuesto del ministerio de Gobernación o el 74% del presupuesto del ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.

¿Se puede lograr desarrollo sin combatir la corrupción?: No, sin duda. Sin embargo, debe advertirse que erradicar la corrupción es una condición necesaria, mas no suficiente para lograr el desarrollo. Es decir, las necesidades de Guatemala son tan grandes, que, si no se amplía el presupuesto, aún con un gobierno perfectamente probo y honesto, no se podrían cumplir agendas como los Acuerdos de Paz o la Agenda 2030 y los ODS. Por supuesto, mucho menos, con un gobierno corrupto.

¿Qué perspectivas económicas esperan a los guatemaltecos si la guerra de Ucrania se prolonga?: Pareciera que el principal canal de transmisión hacia Guatemala del impacto de la guerra en Ucrania será vía el incremento en los precios, especialmente de los combustibles derivados del petróleo, alimentos como el trigo y el maíz amarillo, y de productos como los fertilizantes. Ante estas presiones inflacionarias, la Junta Monetaria decidió elevar 25 puntos básicos (0.25%) la tasa de interés líder de política monetaria.

Lamentablemente vienen tiempos duros en términos de precios altos, especialmente de la canasta básica.