Los horrores de la guerra en Bosnia impactan en la Mostra de Venecia

La masacre de Srebrenica en 1995, considerada la mayor atrocidad cometida en Europa desde la II Guerra Mundial, irrumpió en la Mostra de Venecia este jueves contada por una madre de Bosnia en un filme que denuncia los errores, las complicidades y la cobardía de la ONU.

La quinta película de la directora bosnia Jasmila Zbanic, «¿Quo Vadis, Aida?», en competición este jueves en la Mostra de Venecia, es un acto de acusación contra la comunidad internacional y en particular contra los cascos azules de la ONU, sus funcionarios y sus decisiones. 


Jasmila Zbanic y Jasna Djuricic

La directora, de 45 años, entre las ocho mujeres realizadoras que compiten este año por el León de Oro, algo inusual, vuelve a contar las atrocidades de la guerra en su país tras haber ganado en Berlín el Oso de Oro en 2006 con «El secreto de Esma».

Con ocasión del 25 aniversario de ese genocidio, la directora se sumerge en esos días de julio de 1995, cuando el enclave de Srebrenica, en el este de Bosnia, fue tomado por las tropas serbobosnias y más de 8,000 musulmanes, incluidos niños, fueron asesinados.

Una película fuerte, demoledora, realizada con la  mirada de Aida, una mujer y una madre que trabajaba como traductora para las Naciones Unidas, impotente ante las decisiones que toman los hombres, generales y civiles.

Con escenas de masas con cientos y miles de actores, mujeres, hombres, niños, y vehículos blindados, la película va ilustrando las responsabilidades éticas y morales de ese grupo de soldados holandeses de las Naciones Unidas que terminaron voluntariamente entregando a miles de civiles al sanguinario ejército serbio dirigido por el general Ratko Mladic.

Fuerte y directa

La actriz Jasna Duricic interpreta a la heroína de ese momento trágico de la larga guerra en la otrora Yugoslavia, capaz de hablar con víctimas y verdugos, la cual intenta salvar sin éxito la vida de su esposo y de sus hijos.

«Siempre tenemos la libertad de actuar con humanidad», aseguró Zbanic a la prensa.

Para la realizadora «algunos comandantes (de las fuerzas de paz de la ONU) podrían haber cambiado la historia, incluso si contaban con pocos medios», recalcó.

Zona segura

El filme muestra cómo la llamada ‘zona segura’ parecía más bien un campo de concentración donde los guardianes eran los cascos azules al mando de Thom Karremans (interpretado por el actor belga Johan Heldenbergh), quien se limita a tranquilizar a los civiles mientras se está por llevar a cabo un genocidio.

«¡No lo impidieron, no dispararon ni una sola bala!», protesta la directora, quien reconoce que su película tiene un alcance «universal», al poner en cuestión el principio militar de la obediencia debida, de no poner en duda una orden.

La primera película en competición en la Mostra repasa uno de los más brutales y conocidos capítulos de la historia de los Balcanes y cuestiona el papel de la ONU en todo el mundo.

«‘¿Quo Vadis Aida?’ no es un panfleto contra la ONU, sino más bien una exhortación a trabajar mejor, a formar mejor las fuerzas de paz», dijo.

Después de «Sarajevo, mon Amour», retrato de una mujer violada durante la guerra de Bosnia (1992-1995) confrontada con los demonios de su pasado, «Quo Vadis, Aida?» resulta la reflexión de una sobreviviente cuyas heridas aún no se han borrado.

«Esta película está dedicada a esas mujeres, a sus hijos, a sus maridos», confesó.