LA RED: ¡Qué bagres!

Bagres: Así se les dice a las personas que son escurridizas, especialmente cuando abusan de algo o hacen algo sucio o incorrecto.

Crispino Picón Rojas

El bagre es un pez sin escamas y bastante escurridizo.  Coloquialmente lo trasladamos a las personas que hacen tranzas y que suelen salirse con la suya… Y vaya si en Guatemala no hay un montón de bagres que se han ido a incrustar en el corazón del Estado donde se permite de todo, léase el Gobierno, sus instituciones, Congreso, Organismo Judicial, MP, CC, o el montón de municipalidades.

O sea que lugares para recibir bagres hay y, como dice el refrán popular: Dios los cría y ellos se juntan.

Lo peor de todo es que algunos de ellos, aunque se saben bagres, se andan golpeando el pecho y hasta se rasgan las vestiduras en reuniones cristianas, como sucedió en agosto pasado en el Desayuno de Oración, en donde los oradores principales fueron el presidente Alejandro Giammattei, y la fiscal general, Consuelo Porras, quienes repetían citas bíblicas, y aseguraban que sus acciones eran guiadas por Dios.  Sin embargo, los hechos muestran otra cosa.

Por ejemplo, el presi y su círculo cercano –el más cercano es Miguelito Martínez–, buscan hacer todo tipo de marufias, para retener una importante cuota de poder después del 2024, y para eso facilitan los negocios de muchos alcaldes, quienes contratan ONG de amigos o familiares, quienes devuelven debajo de la mesa parte del dinero que piden para realizar obras.

Estos bagrespretendenque, aunque no se gane la presidencia con Manuelito Conde y su vicepresidenciable la desconocida ministra de Educación Claudia Patricia Ruiz, al menos mantengan fuerza en el Congreso, a nivel municipal y, por supuesto, su control sobre sobre el MP, la CC y preparan un plan para retener la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

No son nada lentos estos pececitos.

Como también controla la alianza oficialista el TSE, ha venido haciendo campaña anticipada para promocionar su binomio, aunque saben que las encuestas no les favorecen.  Pero por dinero no se quedarán, porque lo tendrán, y a manos llenas.

Lo importante para ellos es mantener a la oposición atemorizada, perseguida o encerrada, para que no haga bulla en contra del binomio del oficialismo.  Para eso, nada mejor que poner a la escurridiza fiscal Porras a perseguir a Raimundo y medio mundo, por medio de su feroz dóberman, Rafael Curruchiche, torpe como fiscal en casos serios, pero buenísimo para liberar a los cuates que están en el bote por corrupción, cerrar los casos que impulsaba la Feci antes, y para perseguir a quienes a quienes no le gustan a la pareja presidencial.

Total, el país se ha convertido en una gran pecera en la que nadan a su sabor y antojo los bagres, que además son buenos para defenderse entre sí.  Hay quienes dicen que los oficialistas se comportan como los motoristas que, cuando tiene alguno de ellos un accidente, todos se acercan para acuerparlo, sin importar de quién es la culpa.

Eso sí, no hay que perder de vista a otros bagres que se empiezan a separar del oficialismo para no acarrear con ellos el repudio popular que ha sumado la administración de Giammannetti –como le dice su colega, el mexicano Manuel Andrés López Obrador, el popular AMLO–, que es una de las más repudiadas a nivel latinoamericano.

Así que la cosa se pone interesante, porque se puede ver en la pecera el movimiento de todos los bagresque por ahora son y se sienten intocables, aunque no se sabe qué puede pasar después del 14 de enero de 2024.

La jugada genial de Giammanetti fue ir a la ONU y dar un discurso que endulzara el oído de la Casa Blanca y el departamento de Estado, para asegurarles que Guatemala está a favor de Taiwán –los gringos también–, y contra Rusia –los gringos también–.  Con eso basta para pensar en terminar sin agitación diplomática el período… después, ¡quién sabe!

El movimiento fue ágil y escurridizo, porque se evita un montón de clavos y puede caminar tranquilo al pretendido intento de manipular las elecciones. 

Me cuentan que desde el edificio de Gerona (MP) ven con cuidadosa atención el movimiento de todos los que parecen sospechosos, para que al surgir algún tiburón que pueda hacer peligrar la estrategia del oficialismo, le pueda caer todo el peso de la ley, retorcida por cierto, pero eficiente para los intereses de los ¡bagres!