Histórico, nostálgico y mágico, así fue el concierto «Arjona hecho a la Antigua»

La noche del sábado 10 de abril fue para más de 100 mil personas un encuentro íntimo con Ricardo Arjona, quien desde la iglesia y convento de Las Capuchinas de la Antigua Guatemala, decorado con cinco mil velas, ofreció un concierto vía streaming con costo para sus fanáticos del mundo, pero gratuito para sus connacionales.

Arjona cumplió lo prometido: un viaje a través de su vida en un entorno mágico que fue iluminado con la luz de cinco mil velas, acuerpado por 30 músicos y acompañado por Gaby Moreno y Miguel Ángel Villagrán.

Arjona, el señor de las más de cinco décadas que no ha parado de producir durante la pandemia, una vez más se salió de lo trillado y recompensó a su público que por más de dos horas vibró con sus interpretaciones.

Invertebrado y  Soldado raso fueron los primeros temas del cantautor y sus primeras palabras fueron para hacer notar que le hacían falta los aplausos. “No tienen la menor idea lo hermoso que es esto”, dijo y recordó que nació muy cerca de Antigua, en Jocotenango.

Explicó que el concierto tenía como objetivo “contradecir a este año ingrato que nos alejó” y por ello eligió precisamente a la Ciudad Colonial para hacerlo.

Imágenes de dron mostraban capturas de la Antigua mientras transcurría el concierto contando su historia y cantando Vida.  Una introducción a su biografía.

Anécdotas

Recordó su experiencia de quedarse a vivir en Argentina, luego de la OTI de 1988, y canjear actuaciones por hotel y desayuno, pero ofreció un dato que poco sabían, y es que después de estar en el país del tango estuvo un corto tiempo en Brasil, antes de volver a Guatemala.

Relató cómo al volver al país ya había tomado la decisión de irse.  Confesó que durante mucho tiempo debió mentirle a sus padres diciéndoles que le iba bien en México y río al relatar que, durante un viaje a Acapulco, le mostró una canción a su papá y él le dijo “Mijo, tenés mejores”.

Entrañable

Aunque hubo momentos muy emotivos durante el concierto, uno especialmente entrañable fue cuando anunció que cantaría un tema que había jurado no volver a interpretar. Recordó el particular carácter de su madre: “Tenía como tres meses de no verla. Cuando me abrió la puerta, cualquier madre se lanza a abrazar a su muchacho, pero mi madre me dijo ‘a ver qué vas haciendo con esas canas, porque están fatales’. Entramos, me tenía lista la cena. Al día siguiente me despertó temprano, y me dijo ‘vamos a ir a ver a tu papá’. Fuimos al cementerio, porque él había muerto tres años antes”.

Contó que su madre lo hizo verla a los ojos para que le asegurara que el lugar que había elegido, a la par del sepulcro del padre lo ocuparía ella. “Un derrame cerebral al día siguiente y dos días estaba justo ahí”. Visiblemente conmovido, pidió el apoyo para interpretar Mi novia se me está poniendo vieja.

Malín y Gaby

Otro de los momentos profundos del show fue la participación de Miguel Ángel Villagrán (Malín), guatemalteco que fue de los primeros productores y músicos de Ricardo Arjona, quien lo acompañó en sus primeros álbumes y la participación de Gaby Moreno.

Antes de presentarla, Arjona resaltó la gran amistad que los une y la agradable experiencia que ha sido interpretar temas juntos y como era lógico llegó «Fuiste tú». Y luego dieron a la noche juntos El blues de la notoriedad.  Esta canción además de ser una crítica a la industria musical, destaca de las otras canciones que se incluyen en el álbum Blanco debido al tratamiento que se le dio. Para ello, Ricardo se apoyó con Moreno.

También fueron parte de su repertorio Asignatura pendiente, Hay amores, Te juro, Tarde (Sin daños a terceros), Hongos, El amor que me tenía, Sobrevivirás, A la medida, Adiós melancolía, Ella y él, Se nos muere el amor, Señora de las cuatro décadas, Mujeres, de hecho una versión extendida de este tema y jugos pirotécnicos cerro el concierto.