Historia de los trajes típicos, herencia colonial 

Evolución de los taparrabos sin color a la elegancia y colorido de hoy… 

…Fue entonces cuando comenzamos a hacer nuestras siembras de maíz, derribamos los árboles, los quemamos y depositamos la semilla. Así conseguimos un poco de alimento. Así también hicimos nuestros vestidos: aporreando la corteza de los árboles y las hojas de maguey hicimos nuestros vestidos… Esto cantaba la gente de antaño. (Memorial de Sololá, Anales de los Kaqchikeles).

 


El 6 de diciembre de 1523, Pedro de Alvarado parte de Tenochtitlán, Nueva España (hoy México), para iniciar la conquista de Guatemala. Su ejército no es impresionante en tamaño, pero sus armas, estrategias y caballos, hacen que sea una fuerza muy superior a las que pueden encontrar en Ucatlán y Guatemala —como identifica Hernán Cortés los territorios por dominar—.

Bajo el mando de Alvarado viajan 120 soldados de caballería, 130 ballesteros y escopeteros, 170 de rodela y espada, así como 300 indios tlaxcaltecas y cholulas, entre ellos, algunos señores de otras etnias que deben servir de intérpretes y negociadores con los pueblos que pretende someter.

Los españoles llegan con una visión clara. Según se desprende del intercambio de cartas entre Cortés y el emperador español, Carlos V, se han girado instrucciones precisas para el sometimiento de los pueblos. Estos son entonces los objetivos fundamentales:

Sometimiento voluntario o impuesto militarmente; sometimiento religioso.

Tributo en hombres para continuar la conquista.

Tributo en oro o alimentos para el ejército español;

Esclavitud para los grupos que se resistan en armas;

Bajo esa visión y poderío se realiza la conquista que da paso más adelante a la organización del territorios con lineamientos impuestos por los españoles. Entre las primeras acciones se organizan nuevos pueblos indígenas, los cuales surgen cerca de sus antiguos poblados o aldeas, pero una concentración poblacional dirigida siempre al fin de mantener control.

Entre los primeros pueblos mencionados en las crónicas de la época, escritas por españoles, aparecen San Bartolomé la Costilla, Santo Domingo Sinacamecayo, Guaymango o Santiago Cotzumalguapa.

La vestimenta

Al llegar a Guatemala, los españoles encuentran que los diferentes pueblos mayas tienen una forma de vestimenta bastante similar. 

Como describe el Memorial de Sololá, la vestimenta utilizada por los diferentes grupos es bastante rústica y derivada de la corteza de los árboles y las hojas de maguey, sin el uso de tintes, hasta donde se puede establecer. Eso sí, pintan sus cuerpos con diversos diseños, los cuales varían según el rango de la persona.

También se encuentra una diferencia entre las piezas que utilizan nobles, guerreros y pueblo en general. En el caso de los guerreros esto es importante, porque sirve para lograr una diferencia y distinguirse a la hora de combatir.

La nobleza, en cambio, utiliza collares y otras joyas con piedras preciosas —principalmente jade—, para mostrar su jerarquía. Adrián Recinos, en Crónicas indígenas de Guatemala, presenta el siguiente texto recabado para mostrar estas diferencias:

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…Don Quicab, también bisabuelo nuestro, hijo y nieto de los principales… Y venía coronado lleno de muchas perlas y esmeraldas, lleno de oro y plata por todo su cuerpo. El cual comenzó a pelear y ganar más tierras.

Esa es más bien la forma que utilizan los indígenas para diferenciarse. No se encuentra ningún documento en el que se hable de colores o trajes distintivos antes de la conquista. Por cierto, los colonizadores respetan las jerarquías de los pueblos autóctonos —incluso a los señores les conceden don, título nobiliario español—, aunque les obligan a todos a jurar por el cristianismo. Y a la obediencia de los mandatos de España.

Es entonces cuando principian a diferenciar el uso de la vestimenta. A los nobles, principalmente de los pueblos k’iche’ y caqchikel, se les permite vestirse con ropa similar a la utilizada por los españoles, pero al resto de los pueblos se les distingue —por estrategia—, según colores.

Hay que describir que antes de la conquista, en términos generales, lo que usaban los indígenas era un taparrabo, una tilma o capa —que servía para cubrir el torso— y ocasionalmente sandalias. La diferencia, como se ha señalado, se daba por clases sociales.

Una descripción de los primeros trajes diferenciadores la proporciona Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán en su Recordación Florida que, si bien la escribe en 1690, lo hace con base en investigaciones realizadas por él. Dice así:

Y porque como decimos hubo entonces y hay todavía distinción en los trages (sic) y usos de estos indios del reino de Goathemala, diremos que los indios nobles, no solo vestuarios de colores que se permitían a los Señores, especialmente el azul y encarnado en campo blanco de algodón fino, sino que este se componía de camisa blanca de asiento llano al cuello; sobre ella unos calzones blancos delgados finos y transparentes, con flecaduras que llegaban a media pierna, y sobre ellos otros calzones labrados que les daban a las rodillas.

Ya fuentes y Guzmán destaca también el uso de sandalias a la manera de alpargatas, que les aseguraba una lanzada que corría por entre el dedo mayor, sobre el tobillo.

También hace una descripción de la vestimenta del pueblo —más pobre—, de la siguiente manera:

Los maceguales o plebeyos vestían un trage (sic) no solo sin adorno, pero pobre, porque lo ordinario era de lo basto y grosero que llamaban henequén, o pita gruesa a la manera de sobrejalmas, no permitiéndoseles por buen gobierno el que vistiesen algodón tela, solo destilada y permitida a los señores nobles…

Pero los indígenas no aceptan fácilmente vivir por orden recluidos en pueblos, razón por la cual la movilización es demasiada para mantener el control que los españoles desean. Es entonces cuando surgen paulatinamente los trajes que pretenden diferenciar por medio del uso del color y diseño, algo que facilita la identificación de quienes viajan de un lugar a otro. 

Aquí cabe mencionar el concepto de La encomienda, un derecho concedido por el Rey de España a los nobles en América, la cual concedía autoridad plena sobre los indios que quedaban bajo su custodia. La diversidad de trajes sirve también para diferenciar a los indígenas entre una encomienda y otra. traje-solola

No hay que dejar de mencionar la influencia religiosa y moral de los españoles en la modificación de la vestimenta indígena. Las descripciones de algunos frailes muestran su preocupación por la desnudez que permiten las vestimentas autóctonas: … de lo que los indios bárbaros de este reino de Goathemala observaron y observan; pues aquellos andaban totalmente desnudos, sin cosa que les cubriese ni ocultase las partes vergonzosas (…) (Recordación Florida).

Como bien destaca el historiador Alfonso Polo Sifontes, en su Historia de Guatemala, la imposición de esta medida contó con la facilidad de que todas las mujeres indígenas sabían tejer, eran ellas quienes bordaban la ropa para sus familias. Según el historiador, en sus orígenes los trajes típicos tenían diseños y conceptos muy españoles, pero con el tiempo, los indígenas pusieron su sello de comunidad. 

A partir de este punto es que sube el valor étnico-cultural de la gran variedad de trajes típicos que hoy puede observarse en el interior del país, con vestidos y diseños que varían según las clases sociales, pero diseñados a partir de los mismos conceptos y principios.

Guatemala es uno de los países del mundo con mayor diversidad en trajes típicos. Hay diferentes tipos de vestimenta en cada departamento, pero en muchos de ellos hay una gran variedad, según las comunidades étnicas, por lo que no puede hablarse de un número específico. También los hay para uso ordinario, para días festivos, los utilizados por la clase más nobles, y los ceremoniales, entre otros.