Fuerzas rusas intensifican ataques en Mariúpol; Guterres se reunirá con Putin y Zelensky

  • La guerra en Ucrania no encuentra tregua y situación es cada vez más crítica
  • Secretario de la ONU se reunirá con ambos mandatarios por separado

Las autoridades ucranianas estiman que alrededor de 2.000 de sus soldados están dentro de una planta siderúrgica que se ha vuelto blanco de las fuerzas rusas en la destruida ciudad de Mariúpol, pero con ellos hay numerosos civiles que se refugian en los túneles subterráneos de la instalación.

Los ataques han sido confirmados por funcionarios ucranianos, quienes consideran que los rusos intentan eliminar el último foco de resistencia ucraniana en la ciudad estratégica que el Kremlin afirma que sus militares han tomado de otra manera.

En la destruida Mariúpol, los civiles viven momentos difíciles, sin alimentos, calefacción y servicios básicos.

El asalto fue informado por un asesor de la oficina presidencial de Ucrania cuando aproximadamente 1.000 civiles se refugiaron en la planta de Azovstal junto con los combatientes ucranianos restantes, mientras que las fuerzas rusas continuaron su ofensiva en otras partes de la región oriental de Donbas en medio de feroces contraataques ucranianos.

El asesor presidencial, Oleksiy Arestovich, dijo durante una sesión informativa que las fuerzas rusas habían reanudado los ataques aéreos en la enorme planta costera y estaban tratando de asaltarla, lo que representaría una reversión de una orden dada por el presidente ruso, Vladimir Putin, dos días antes.

El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, informó a Putin el jueves que todo Mariúpol, con la excepción de Azovstal, había sido “liberado” por los rusos. En ese momento, Putin le ordenó que no enviara tropas rusas a la planta, sino que bloqueara las instalaciones, un aparente intento de matar de hambre a los ucranianos y obligarlos a rendirse.

Las autoridades ucranianas han estimado que alrededor de 2.000 de sus soldados están dentro de la planta junto con civiles que se refugian en los túneles subterráneos de la instalación. Arestovic dijo que las fuerzas ucranianas estaban tratando de contrarrestar los nuevos ataques.

El sábado temprano, el Regimiento Azov de la Guardia Nacional de Ucrania, que tiene miembros escondidos en la planta, publicó imágenes de unas dos docenas de mujeres y niños, algunos de los cuales dijeron que habían estado en los túneles subterráneos de la planta durante dos meses y deseaban ver el sol.

“Queremos ver cielos pacíficos, queremos respirar aire fresco”, dijo una mujer en el video. “Simplemente no tienes idea de lo que significa para nosotros simplemente comer, beber un poco de té endulzado. Para nosotros, ya es felicidad”.

Tanto las autoridades ucranianas como las rusas han dicho que la planta de Azovstal es el último bastión de defensa que queda en Mariupol, que tiene una importancia estratégica para Moscú y ha estado sitiada desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania.

Según las autoridades ucranianas, se cree que más de 100.000 personas, por debajo de una población de alrededor de 430.000 antes de la guerra, están atrapadas en Mariupol con poca comida, agua o calefacción.

Guterres visitará la semana que viene Moscú y Kiev

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, viajará este próximo lunes a la capital de Rusia, Moscú, y se verá al día siguiente con el presidente, Vladimir Putin, en el marco de la invasión de Ucrania, antes de viajar a Kiev para encontrarse dos días después con el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski.

Así lo ha comunicado el centro de prensa de la ONU a través de su cuenta en la red social Twitter, donde ha detallado que el martes también sostendrá un almuerzo y una reunión de trabajo con el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov.

«La próxima semana me reuniré con el presidente Vladimir Putin en Rusia y el presidente Volodomir Zelenski en Ucrania. Necesitamos medidas urgentes para salvar vidas, acabar con el sufrimiento humano y lograr la paz en Ucrania», ha hecho saber Guterres en su cuenta de Twitter.

El encuentro con Zelenski tendrá lugar el próximo jueves y se espera que el secretario general también mantenga una reunión con el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba.

Según ha explicado la portavoz adjunta de Naciones Unidas, Eri Kaneko, el objetivo principal del viaje del secretario general es alcanzar una vía para el fin de las hostilidades y «silenciar las armas» en el este de Europa.

«Quiere discutir con los líderes qué pasos se pueden dar ahora mismo para silenciar las armas, ayudar a la gente y permitir que los que quieran salir tengan un paso seguro», ha explicado Kaneko en rueda de prensa.

Por otro lado, la portavoz ha subrayado que el Gobierno ruso no ha puesto ninguna condición para celebrar el encuentro, a la par que ha puesto de manifiesto la complejidad de organizar una visita de estas características, por lo que la delegación que acompañe a Guterres será reducida.

El martes, el secretario general de Naciones Unidas envío sendas cartas a las misiones permanentes de Rusia y Ucrania ante la ONU donde solicitaba una reunión con Putin y Zelenski, en Moscú y Kiev, respectivamente.

Según indicó, busca discutir «medidas urgentes» que lleven a la paz en Ucrania y que el futuro del multilateralismo esté basado en la Carta de Naciones Unidas y en el Derecho Internacional. En este sentido, recalcó que tanto Ucrania como Rusia son miembros fundadores de la ONU y siempre han sido «firmes partidarios» de la organización.

Precisamente respecto a una hipotética visita a Kiev, Kaneko ha reconocido que Naciones Unidas aún «está trabajando» para «preparar un calendario» y concretar el encuentro con Zelenski.

En la misma jornada, Guterres pidió a las autoridades rusas y ucranianas un alto el fuego de cuatro días en Ucrania con motivo de la Pascua ortodoxa, que este año se celebra «bajo la nube de una guerra» que supone una «negación total» de los mensajes tradicionalmente a estas fechas.