Entre mentiras y traiciones de independencia (2ª. Parte y final)

En la primera parte comenté la herramienta metodológica que usaría para explicar el proceso que culmina con la independencia formal de Centro América: “Para abordar la independencia usaré el mecanismo de desarrollar una explicación a partir de tres preguntas fundamentales: ¿Quién fue el marqués Juan Fermín de Aycinena e Irigoyen y cuál era su influencia en el reino? ¿Cómo influye el imperio de Iturbide en México con su Plan de Iguala sobre el reino de Guatemala? y finalmente, ¿Qué es el Plan Pacífico de Independencia y por qué se desarrolla antes del 15 de septiembre?”[i]  Al respecto ya se explicó quién era el marqués de Aycinena, su migración y cómo había hecho su riqueza, la cual, le proveyó una posición privilegiada y dominante en todo el quehacer político, social y económico del Reino de Guatemala.

Ahora veamos el texto del Plan Pacífico de Independencia, elaborado un mes antes de la firma del Acta del 15 de septiembre de 1821 y que ha servido para la enseñanza en las escuelas y colegios. A pesar de su descubrimiento en 1963[ii], muy poca gente conoce El Plan Pacífico y en el pénsum de estudio se sigue con la versión romántica heredada de la historia oficial.  Este documento descubre la planificación anterior a las efemérides patrias y cómo la familia Aycinena manipuló y cooptó a todo tipo de personajes para lograr un proceso que no se saliera de su control. El documento aludido, fue un protocolo de actuación, una guía que los actores de turno debían respetar al pie de la letra un mes después. Por su importancia y desconocimiento popular, reproduzco el texto:

“Artículo 1. No tenemos jefe para esta empresa. Elegimos desde ahora (…) a don Gavino Gaínza nuestro actual interino jefe. Si aceptare (…) obtendrá honores y recompensas debidas por su mérito.

Artículo 2.  (…) El primer efecto [será] convocar una junta generalísima de los vecinos, a pretexto de prevenir el desorden en caso de decidirse el pueblo a la independencia. Ese día se dará aviso secreto al pueblo (…) para que concurra en masa a diferentes puntos de la ciudad y grite “¡Viva la independencia!”.

Artículo 3. Si este fuere en pro, el jefe les dirá a los concurrentes: “Señores, el pueblo está por la independencia. Nombremos una junta que lo dirija”. (Concluido el nombramiento, mandará el jefe a arrestar a los más exaltados en contra de la independencia).

Artículo 4. Esta junta se nombrará acto continuo.

Artículo 5. La primera sesión de esta será secreta.

Artículo 6. En sesiones siguientes se ocupará en preparar los elementos que deberá constar el Congreso Nacional, modo de convocarlo, etcétera.

Artículo 7. No se innovará nada en cuanto al gobierno, ni se tratará de remover empleado alguno, a no ser que se considere peligroso contra el futuro inmediato del sistema (subrayado propio).

Artículo 8. Seremos aliados natos de la Península; y confederados de los nuevos gobiernos americanos.

Artículo 9. Los españoles europeos no solo no serán perseguidos, sino protegidos por nosotros.

Artículo 10. Obtendrán los mismos derechos que hoy tienen.

Artículo 11. Y privilegios en punto a comercio con respecto de los extranjeros.”[iii]

Como se lee, el guion fue perfecto, no debía quedar ninguna laguna ni área desprotegida, pues se jugaba un sistema de privilegios del que ellos eran amplia y monopólicamente beneficiarios. Al respecto, reléase el artículo 7º., el cual demuestra la claridad política de la familia Aycinena de cara al futuro. Como se ve, el gatopardismo y la cooptación del Estado en Guatemala son de larga data.

El acto se llevó a cabo de la forma acordada y después de algunos gritos y empujones, se firma el documento final[iv], el cual inicia así: “1º) Que siendo la independencia del gobierno Español, la voluntad general del pueblo de Guatemala, y sin perjuicio de lo que determine sobre ella el Congreso que debe formarse, el Jefe Político la mande publicar para prevenir las consecuencias q. serian temibles en el caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo.”[v] El concepto de “pueblo” en ese contexto, no tiene que ver con lo que hoy se entiende por tal. Los indios no contaban y los mestizos eran marginales, salvo si habían acumulado un capital respetable. El miedo, en realidad, era a las otras élites de Centro América.

La obra de teatro (pues eso era, ni más ni menos) tenía otras escenas y capítulos que involucraban la anexión a México (y con ello al Imperio de Iturbide) así como la adhesión al Plan de Iguala o de las Tres Garantías (ver primera parte). Por supuesto que esto no se consignó en el Plan Pacífico de Independencia que se descubrió mucho después, sino se deriva de los testimonios posteriores de los protagonistas de la época. La debilidad militar de las Provincias recién “liberadas” hacía que las élites necesitaran de un cobijo castrense que les fue otorgado por México. Así mismo, el Plan de Iguala encajaba en el pensamiento conservador de las élites recién victoriosas.  Recordemos su contenido básico: “La emancipación de México, la instalación de una monarquía institucional, el reconocimiento del catolicismo como religión oficial y la unión de las clases sociales.”

La figura de Gavino Gaínza es clave en todo el proceso, prácticamente es el operador fáctico de las élites quienes conocen su naturaleza corrupta y su carácter político veleidoso. Ya con la abdicación del presidente Carlos Urrutia, Gaínza concentra el mando militar, político y administrativo de la Capitanía General del Reino. Detractor de Agustín de Iturbide en los meses anteriores a la independencia, no tuvo empacho en cambiar de actitud semanas después y referirse públicamente a favor, ante el “convencimiento” de los Aycinena para apoyarlo.

El segundo “cambiazo”, más importante aún, es cuando protagoniza el primer golpe de Estado en la incipiente historia de las Provincias de Centro América. Por la mañana del 15 de septiembre convoca en representación de los intereses de la Corona y horas después ya es el primer presidente de las Provincias Unidas ¡de ese mismo día!

Por su parte, la familia Aycinena mantiene una importante secuencia de lo que hoy llamamos “lobby político”, aprovechando las tertulias en el seno de las casas de las familias más importantes, el cual se arrecia en agosto de 1821, precisamente para dar a conocer el espíritu del Plan Pacífico de Independencia.  También se distribuye propaganda a favor de la emancipación, por supuesto que en los términos que ellos fijaron.

En el mismo mes de agosto de 1821 (día 27), Pedro Molina le cambia el nombre a su periódico El Editor Constitucional por el de Genio de la Libertad, a efecto de generar todo el ambiente necesario para lo que vendría después. No es casual que un día después, el 28 de agosto de 1821, las casas de varios vecinos aparecieron iluminadas y con mensajes de apoyo a lo que pasaba en México. Así también, el 11 de septiembre, durante una tertulia en la casa de Felipa Montúfar, Gaínza hizo muestras públicas de su adhesión al Plan Pacífico. El Plan iba viento en popa y a marchas forzadas, por lo que la convocatoria del 15 de septiembre ya era pura formalidad, pero para darle cierto sentido de fiesta, Dolores Bedoya (esposa de Pedro Molina) Basilio Porras y otros, se encargaron de convocar al “pueblo” que mostraría su supuesta algarabía por los sucesos. El tesorero Manuel Vela los calificaría, poco tiempo después, como una “gavilla de hombres comprados”.

El único opositor fuerte y visible, el arzobispo Ramón Casaus y Torres, fue neutralizado y luego agredido en pleno acto de independencia, sacándolo a empellones de la plaza. “Consummata est” habrán dicho gozosos los Aycinena para el proceso de independencia, aunque la posterior anexión a México no salió como ellos esperaban. Luego vendría el advenimiento de las Provincias Unidas de Centro América y, finalmente, la constitución de la República de Guatemala el 21 de marzo de 1847, también de forma muy particular por dos motivos fundamentales: Se da con un presidente mestizo que no era de las élites dominantes y el acto es una decisión forzada ante la declaratoria previa de independencia del resto de provincias centroamericanas.

Con una historia inicial así, poco o nada debe extrañarnos nuestra penosa situación actual.

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[i] https://cronica.com.gt/provocatio-entre-mentiras-y-traiciones-de-independencia/

[ii] Descubrimiento descrito en la primera parte de este artículo.

[iii] https://www.historiagt.org/transcripciones/item/104-planpacifico

[iv] Para muchos la maniobra fue tan burda que, al final, solo firmaron 13 personas de decenas de asistentes.

[v] https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/4/1575/7.pdf