PROVOCATIO: Entre mentiras y traiciones de independencia

José Alfredo Calderón E.

Historiador y analista político

Cada septiembre se ha vuelto costumbre que a los historiadores se nos pregunte sobre asuntos relacionados con el 15 de septiembre de 1821 y son infaltables las invitaciones a conferencias y paneles para abordar el tema. Solemos pensar que reiterar el carácter espurio de la independencia es algo ya muy conocido, pero reiteradamente, no deja de sorprender la cantidad de personas que afirman “saber un poco” de esos orígenes oscuros, (hablo de personas con un mínimo de instrucción universitaria) pero cuando se les presentan de nuevo los hechos, ya en forma de proceso y con información sistematizada, surge otra vez el: “¡oh! ¡Cuánto ignoramos!”

Por respeto a mis ilustres lectores no me referiré a la historia oficial que habla de fábulas y narrativas opiáceas sobre hechos y personajes. Obviaré, entonces, dar respuesta a las preguntas ingenuas frecuentes, pues los historiadores analizamos procesos y generamos explicaciones. La curiosidad popular muy bien la pueden satisfacer algunos cronistas conocidos.

No soy quién para decirle a nadie si debe o no celebrar la independencia, eso es asunto de cada uno. Lo que sí recomiendo es conocer el fondo de la historia real y no quedarse con esa narrativa escolar que nos encapsularon desde pequeños. Luego, si quiere poner banderitas en su casa y automóvil, entonar el himno a todo pulmón o recitar loas a la patria, pues está en todo su derecho.

Dicho lo anterior, se pueden repasar algunos hechos importantes, que ya hilados, constituyen un proceso que va generando una explicación científica sobre los acontecimientos que dan paso a la llamada independencia y la construcción posterior del Estado Nacional de la República de Guatemala.

Para abordar la independencia usaré el mecanismo de desarrollar una explicación a partir de tres preguntas fundamentales: ¿Quién fue el marqués Juan Fermín de Aycinena e Irigoyen y cuál era su influencia en el reino? ¿Cómo influye el imperio de Iturbide en México con su Plan de Iguala sobre el reino de Guatemala? y finalmente, ¿Qué es el Plan Pacífico de Independencia y por qué se desarrolla antes del 15 de septiembre? Trataré de resumir de la mejor forma, hechos que podrían llenar muchas páginas:

El único título nobiliario del Reino de Castilla en Centro América fue el otorgado el 19 de junio de 1783 por el Rey Carlos III al Regidor perpetuo de la Ciudad de Guatemala, Santiago de los Caballeros y Vizconde de Aldecoa, don Juan Fermín de Aycinena e Irigoyen, nacido en Ziga, Navarra en el imperio español, el 7 de julio de 1729. Por supuesto que ahora sabemos que los duques no migran y, escudriñando en la historia familiar de este poderoso clan que acumuló mucha riqueza y monopolizó el comercio del reino, conocemos, además, que don Juan Fermín provenía de una familia de condición precaria, que recibió una pobre instrucción escolar como era usual en esa época y lugar para quienes no tenían fortuna. Con ayuda de sus padres y un hermano, logra emigrar a la Nueva España (México) donde reúne algún capital por medio de los ingresos generados por la tenencia de un patacho de mulas. Con un patrimonio respetable pero sobrio, decide migrar al Reino de Guatemala y luego compra el título nobiliario ya mencionado[i], el cual, le sería de mucha utilidad. Pronto ese pequeño capital se convirtió en una fortuna enorme, basada en el monopolio comercial, la compraventa de añil, así como dividendos que le generaba la usura y la explotación de metales preciosos (fundamentalmente la plata). Esta posición de poder pronto hizo que pudiera cooptar las instituciones coloniales para servir a sus intereses.

Para darle sostenibilidad a su fortuna (sabedor de la estrecha relación entre dinero y poder) hace uso del Mayorazgo[ii] para garantizar la unidad indisoluble del capital familiar. Esto y el título nobiliario, le permitiría ser el eje central de la vida política en el escenario previo a la independencia.[iii]

La presión que ejercían Las Cortes de Cádiz y, sobre todo, los hechos que se suscitaban en México hicieron que la familia Aycinena se preparara y urdiera todo un plan estratégico (Plan Pacífico de Independencia) para que, al desligarse de la Corona Española, no fuera un evento traumático para las élites que giraban en torno a su poder. Su principal preocupación siempre fue que las otras élites de Centro América se adelantaran a la independencia y perjudicaran sus intereses, los cuales, se reducían a que “todo cambiara, pero que nada cambiara” (gatopardismo en su más pura expresión).

El Plan Pacífico de Independencia[iv] fue elaborado por encargo de la familia Aycinena y encomendado a cinco redactores: los hermanos Mariano y Juan José de Aycinena y Piñol, Mariano Beltranena, Pedro Molina y José Francisco Barrundia, un mes antes del 15 de septiembre. El texto, básicamente, es el protocolo que debía seguir el capitán general y presidente interino, Gavino Gaínza, así como los demás personajes y grupos involucrados. Tuvo tres objetivos estratégicos:

  1. Garantizar que el proceso de independencia estuviera bajo control de la familia dominante, ya que reconocían como inminentes los sucesos independentistas en varias regiones de América.
  2. Compensar la debilitad militar del reino, con una pronta anexión a un imperio, en este caso, el de Iturbide en México, con su Plan de Iguala[v]
  3. Garantizar que la independencia se hiciera sin generar cambios estructurales, es decir, que la familia Aycinena pudiera mantener el monopolio comercial y todos sus privilegios, ofreciendo en el camino, prebendas de todo tipo para los funcionarios españoles y los criollos cercanos a ellos.[vi]

En la entrega final de la próxima semana, repasaré el contenido del Plan Pacífico para remarcar la íntima conexión entre éste y la posterior acta de independencia que a todos nos enseñaron en las escuelas y colegios, así como el primer golpe de Estado a cargo de quien, esa lejana mañana del 15 de septiembre era representante de los intereses monárquicos de la Corona, y ya en la tarde del mismo día, era el primer presidente de las Provincias Unidad de Centro América.


[i] “La corona española también decidió reconocer las contribuciones de Aycinena: Una de las razones de la corona fue fortalecer la lealtad de las principales familias del reino, para contrarrestar el ejemplo revolucionario dado por las trece colonias inglesas. El rey, en consecuencia, ofreció títulos de nobleza a Aycinena y a otras importantes familias. Todos, menos Aycinena rehusaron los títulos, y sin embargo Aycinena manifestó falta de recursos para llevar dignamente el título nobiliario. Aycinena aceptó el título de Marqués, el único título nobiliario otorgado en la América Central.” LA CASA AYCINENA Dr. David L. Chandler. Dialnet-LaCasaDeAycinena-5075760.pdf

[ii]El mayorazgo es una institución del derecho civil destinada a perpetuar, en una familia, la posesión de ciertos bienes (en este caso las tierras) en favor del primogénito. … En su transmisión siguen las leyes de la herencia de la sucesión a la corona española y no pueden ser objeto de ningún impuesto sin licencia real.”

[iii] No está de más indicar que la Asamblea Constituyente de la Federación de Provincias Unidas de Centro América, anula todos estos títulos en 1823, aunque la familia Aycinena logra recuperarlo posteriormente.

[iv] Que durante mucho tiempo no se conoció, fue descubierto por el historiador guatemalteco Enrique del Cid Fernández en la casa de la familia Aycinena y publicado íntegro por primera vez el 14 de septiembre de 1963, en el diario El Imparcial.  

[v] El Plan de Iguala –también conocido como Plan de las Tres Garantías o Plan de la Independencia de América Septentrional– fue un intento de convenio político en el que el virreinato de Nueva España proclamaba tres objetivos principales: la emancipación de México, la instalación de una monarquía institucional, el reconocimiento del catolicismo como religión oficial y la unión de las clases sociales (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

[vi] Como se puede ver, los procesos de cooptación tienen larga data.