ENFOQUE: ¿Y ahora?… ni el covid debe tapar la «trama rusa»

El efecto dominó, avanza y poco a poco se van descubriendo los hechos, tras la misteriosa visita de los rusos a la residencia de Giammattei en una noche llena de misterios.

Gonzalo Marroquín Godoy

¡Por supuesto que tenían que salir de Juan Francisco Sandoval! Claro, porque se estaba acercando demasiado a la comprobación de hechos que podían involucrar de manera directa al propio presidente de la República, Alejandro Giammattei, y destapar un escándalo de proporciones gigantescas, con efectos inimaginables.

Ahora que se conocen detalles sobre aquella misteriosa visita de empresarios rusos que llegaron protegidos por las sombras de la noche a la residencia del mandatario en Vista Hermosa.

Por supuesto que todo debiera confirmarse por medio de una investigación seria y profunda que, necesariamente, tendría que realizar la FECI, algo que –evidentemente– no sucederá, pues los cambios en esa fiscalía se hicieron precisamente para que funcionara como tapadera de la corrupción y no cumpliera con su tarea de investigar de manera independiente.

La trama rusa no se trata de una teoría de conspiración.  Tampoco de una de esas series de Netflix que mantienen la atención del televidente capítulo a capitulo. Son hechos que se están conociendo y, ante la falta de un ente investigador capaz, la tarea recae en la prensa independiente, principalmente en el diario elPeriódico, que ha llevado las primicias de esta noticia y tiene más hechos para divulgar.

Es un agravante que este tipo de escándalos se presenten en medio de la crisis sanitaria provocada por la pandemia.  Es evidente que en las esferas gubernamentales y en la alianza oficialista, les preocupan más los negocios, engordar las chequeras e ingresar al club de nuevos ricos, que atender eficientemente el tema del covid, que sigue regándose sin control entre la población.

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El presidente ha negado en entrevistas con bastante desfachatez que él tuviera que ver en la destitución del fiscal Juan Francisco Sandoval, aduciendo que el Ministerio Público (MP) y la fiscal general Consuelo Porras, actúan de manera independiente.  Su credibilidad está a la baja, porque ya nadie le cree semejante discurso. 

Ha quedado al desnudo el contubernio entre el Ejecutivo con la CC, el MP, el oficialismo en el Congreso, la Corte Suprema y otras instituciones del Estado, con lo que se asegura el marco de impunidad para que no se destapen este tipo de casos.  El apodo de tapadera, le queda a la perfección a Consuelo Porras, porque es ella la que debe mantener como intocables a los funcionarios que se pasan de vivos con los negocios que hacen desde sus cargos.

Veremos un cerrar filas en torno a este caso.  Se hablará de conspiraciones de la prensa, de falsedades, de intereses políticos y un montón de cosas más.  Se tratará desde el MP de inflar otros casos o persecuciones, con el fin de distraer la atención de la opinión pública.  No faltarán las noticias sensacionalistas de los medios oficialistas –especialmente los canales de Ángel González–, para crear distractores para hacer que el efecto del escándalo disminuya.

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No está demás recordar que, hasta ahora, esa estrategia le ha funcionado a la alianza oficialista, porque escándalo tras escándalo se van apachando sin que nada pase, pero también se agota la paciencia de la población, ya de por sí harta de ver como mientras los casos y muertos por covid aumentan, los escándalos y corrupción siguen a la orden del día.

El MP no ha querido investigar el contrato –también con rusos–, que nos mantiene con incertidumbre sobre el futuro de la vacunación. Tampoco querrá investigar esta otra conexión rusa, aunque las evidencias que se van conociendo nos muestran fuertes indicios de algo anómalo, para ponerlo con palabra bonita.

Que la Portuaria Santo Tomás de Castilla diga amén a todo lo que piden los rusos, no es casualidad… ¿o sí? Tampoco es casualidad que las vacunas no vengan, porque aquello de que músico pagado no toca bien es cierto y, en este caso, puede ser que haya sido músico pagado pero con intereses oscuros.

El efecto dominó tira las piezas… ¿Caerá siquiera alguna importante en estos casos?

NOTA: Esta columna se escribió antes de que el Gobierno emitiera su aclaración a las preguntas del Times.  No cambia el sentido y fondo del contenido.  Sigue vigente.