ENFOQUE: Carreteras, una vergüenza Nacional…¡y gubernamental!

Gonzalo Marroquín Godoy

Cientos de miles de guatemaltecos viajaron por el interior durante Semana Santa en abril pasado. Desde entonces, los comentarios sobre el descalabro total de la red vial se convirtieron en tema de conversación en muchas reuniones, pero también hubo noticias, comentarios y, tristemente, anécdotas de pilotos que no pudieron esquivar los enormes baches y sufrieron daño en sus automóviles.

Como muchos, he podido comprobar el estado de algunas rutas importantes del país y la verdad es que están hechas un desastre y se han vuelto hasta peligrosas para los viajeros, ya sean turistas o pilotos comerciales. Lo único útil de tanto bache, es que se han convertido en fuente de ingresos para algunas personas –adultos, niños y mujeres– que salen a tapar los enormes hoyos con tierra, a la espera de la alguna retribución económica de quienes utilizan esa ruta.

Nada justifica­ –después de 16 meses–

que reparación de carreteras ni siquiera principie.

Por supuesto que las autoridades siempre tienen la excusa en la boca: es culpa del gobierno anterior que descuidó el trabajo de mantenimiento. Ahora suman las dificultades que encuentran en la Ley de Compras y Contrataciones, para explicar el por qué de su fracaso en la gestión administrativa. El ministro del ramo, Aldo García, ha demostrado absoluta incapacidad para ejercer la función, por más que sus jefes lo defiendan a capa y espada.

Hace algunos días escuché la desfachatez con que el vicepresidente Jafeth Cabrera, salía en defensa del ministro. Después de la tradicional justificación de que el anterior gobierno es el responsable del colapso de la red vial, arremetía contra la interpelación –­infructuosa por cierto­– al ministro García, indicando que los diputados no lo dejan trabajar.

Cabe suponer que al aceptar el cargo en enero de 2016 ¡hace 16 meses!, don Aldo sabía a lo que se estaba metiendo. Si no lo sabía, es inútil, y si lo sabía, también ha resultado inútil para sacar adelante la labor que se supone tiene encomendada. El año pasado no hicieron nada, porque diz que el ejército construía carreteras secundarias, y mientras, el ministro García se pasó en blanco el año. Ejecutó poco y lo que hizo seguramente no sirve, a la luz de los resultados.

En los últimos meses del año, se anunció con pompos y platillos que se trabajaría en la red vial, pero nada se hizo.

Este año, el ministerio es uno de los que muestra menor ejecución de su presupuesto. He escuchado varias entrevistas con el ministro García, y la verdad es que hay que reconocerle que es seguro de sí mismo cuando habla y hasta resulta soberbio al asegurar que las cosas ya mero van a empezar a caminar.

De la misma manera que ha sucedido con Correos, así está resolviéndose el problema de las carreteras. Por supuesto que ahora que ya llegó el invierno, la cosa se pondrá peor, porque los baches aumentan de tamaño y con ello el peligro de que causen accidente.

Es una lástima que como todo lo que sucede en el Congreso, la interpelación promovida por Álvaro Velásquez no ha tenido respaldo de otros diputados y más bien la han boicoteado, cuando en realidad se trata de un problema de consecuencias, incluso económicas, como bien lo han señalado ya los miembros de la Cámara de Industria.

No se que nexos tenga Aldo García con el presidente Jimmy Morales, pero es una pena que lo mantenga en el cargo. No hacer nada en 16 meses es muestra de su incapacidad. Por supuesto que para despedirlo debiera hacerlo formalmente y no con un simple WhatsApp. Me imagino que esto no ocurrirá, como tampoco Velásquez encontrará eco para lograr un voto de desconfianza, así es que lo único que cabe hacer, es exigirle que deje los discursos y justificaciones de lado y, finalmente, se ponga a trabajar. En cualquier pueblo le dirían: ¡huevón, ya es hora de trabajar!.