ENFOQUE: Acosadores judiciales señalados por corruptos y antidemocráticos


Corre y va de nuevo.  Crece el número de guatemaltecos incluidos en la Lista Engel y esta vez aparecen quienes actúan contra la libertad de prensa y quieren detener el proceso electoral.

Gonzalo Marroquín Godoy

En Guatemala la democracia sufre un profundo desgaste.  Poco a poco cae en pedazos, producto de las acciones que llevan a cabo poderosas fuerzas oscurantistas, aquellas que ahora defienden hasta con las uñas a ese sistema nefasto que ha convertido al país en una gigantesca cloaca de corruptela e impunidad.

Ayer miércoles se ha conocido la ampliación de la Lista Engel, con la inclusión de 10 personajes “corruptos y antidemocráticos”, entre los cuales destacan dos jueces y una fiscal que forman parte de la “trinca infernal” que persigue y acosa a opositores políticos (partido Semilla), operadores de justicia independientes y periodistas.

En esa “lista negra” –que suma ya casi cincuenta guatemaltecos–, se incluyó esta vez a los jueces Fredy Orellana y Jimi Bremer, marionetas utilizadas por la Fundación Contra el Terrorismo (fundaterror), la Fiscalía Contra la Impunidad (Feci) y el Ministerio Público (MP), para armar fantasiosos casos jurídicos que sirven de pretexto –y “ejemplo”– para reprimir a quienes se ubican en la oposición a este nefasto sistema que mantiene a Guatemala entre los peores países a nivel latinoamericano en casi todos los índices de desarrollo humano y político.

La hepática fiscal Cinthia Monterroso, brazo derecho de Rafael Curruchiche, quien también fue incluida en la lista de ”corruptos y antidemocráticos”, podrá decir nuevamente que hacer señalamiento contra estos jueces de pacotilla es “obstrucción a la justicia”, porque seguramente no estudió a fondo las leyes y la Constitución durante su paso por la universidad, ya que –le guste o no le guste–, los guatemaltecos gozamos de la libertad de expresión, garantizada por el artículo 35 de la Constitución y la Ley de Emisión del Pensamiento.

En realidad, quienes incurren en delito al acosar a periodistas por lo que escribimos son ellos, los jueces y fiscales que nos persiguen como sabuesos sin rumbo, pero siempre rabiosos.

Volviendo al tema de la citada lista, cabe destacar que el gobierno del presidente Giammattei salió a defender prontamente a sus fieles servidores de la mejor manera que sabe hacerlo: rasgándose las vestiduras hipócritamente en defensa de la soberanía, como que sí ella les diera potestad para robar a manos llenas bajo el manto de impunidad.

El otro argumento que se utiliza es el que les ha servido para sembrar discordia entre sectores por el tema ideológico. Lo que no dice el Gobierno es que se les incluye por corruptos y antidemocráticos, no por su pensamiento ideológico que, dicho sea de paso, seguramente no es su principal característica.

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El alcance de la Lista Engel no es muy fuerte, pero al menos sirve para que se medite sobre los nombres que se van incluyendo.  Hay que recordar que en Estados Unidos ha habido expresiones bipartidistas, es decir de demócratas y republicanos, advirtiendo sobre los riesgos que corre la democracia en Guatemala en estos momentos.

Igualmente ayer en el seno de la Asamblea Permanente de la OEA, varios países manifestaron su preocupación por la forma en que el MP –léase Consuelo Porras y Curruchiche– se han lanzado en cacería contra el Movimiento Semilla, partido al que pretenden sacar de la competencia de segunda vuelta, para impedir que Bernardo Arévalo pueda vencer en las urnas a la única representante del sistema corrupto, la eterna candidata de la UNE, Sandra Torres, aliada del oficialismo durante los últimos tres años, por más que ahora se esfuerce en dar tibias críticas a los “corruptos del Gobierno”, como les llama para distanciarse de ellos y no sumar más antivoto, qué suficiente tiene.

Por cierto, el esquema que ahora usan contra Semilla es el mismo que antes utilizaron para perseguir, encarcelar o enviar al exilio a jueces, fiscales y periodistas.  Sí, se utiliza a la jauría de la Feci, encabezada por Curruchiche, y se buscan las resoluciones de los jueces “amigos” –que no imparten precisamente justicia–, que emiten sumisamente resoluciones “a la carta”.

Como todavía no hay procesos judiciales abiertos contra Semilla y su gente –aunque están en camino–, no ha aparecido la ridícula figura de “querellante adhesivo” que suele asumir, abusivamente, fundaterror, ese grupúsculo que, sin embargo, ya está activo en redes sociales para difundir la increíble mentira de que Semilla hizo fraude en la primera vuelta.

Menos mal que, aunque sea para escarnio social, estos oscuros personajes son llevados a una Lista Engel, que bien podría llamarse la “Lista de la Vergüenza”.

No debe sorprender que en la citada lista aparezcan varios personajes de esta “trinca infernal”.  Veamos, están Ricardo Méndez Ruíz, su achinchincle Raúl Falla, Consuelo Porras, Rafael Curruchiche, Cinthia Monterroso, Fredy Orellana y Jimi Bremer. ¡Qué joyitas! A ninguno de ellos les importa la democracia.  Al contrario, judicializan la política, irrespetan cualquier ley y se pasan por el arco del triunfo la Constitución de la República.

Todo esto puede seguir hasta que el pueblo, la mayoría de los guatemaltecos digamos ¡Basta ya!… Ojalá sea de manera democrática, en las urnas, el 20 de agosto.  Pero ¡ojo!, llegar a esa segunda vuelta no será fácil, porque cuando narcos, criminales o funcionarios corruptos se sienten acorralados se vuelven más peligrosos y están dispuestos a cualquier cosa con tal de no perder el poder que detentan.

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