Áñez permanece sin apetito y su familia gestiona que un médico privado la visite en prisión

La expresidenta de Bolivia Jeanine Áñez, actualmente en la prisión de Miraflores, está «inapetente», por lo que su familia busca que un médico privado pueda visitarle en la cárcel, según ha informado su abogado, Luis Guillén.

Guillén matizó en una intervención en Unitel que la salud de la exmandataria está «deteriorada» y señaló que atraviesa «una crisis de hipertensión». En este sentido, especificó que la situación que vive hace que se encuentre «inapetente» y «no puede comer», aunque ella no ha decidido no alimentarse.

«Se está buscando que este lunes ingrese un médico particular para que puedan decirnos el estado de salud que ella tiene», dijo el abogado, quien recalcó que la familia de Áñez está preocupada por su estado.

De forma paralela, ha afeado que la detención preventiva se aplica de forma excepcional y que, hasta ahora, no existen indicios suficientes para determinar que ha cometido los delitos de los que está acusada: sedición, terrorismo y conspiración.

La Procuraduría de Bolivia paralizó el viernes la decisión de un tribunal de La Paz, que dictaminó trasladarla desde la cárcel a una clínica sanitaria, precisamente para ser atendida por su hipertensión. Áñez guardaba cama debido a una descompensación causada por su dolencia. Las autoridades penitenciarias habían asegurado que la salud de la exmandataria se encontraba «estable», por lo que habían rechazado previamente la solicitud para trasladarla a un centro médico.

La exmandataria, encarcelada por su papel en el marco de la crisis postelectoral de 2019, se declaró el jueves en huelga de hambre porque «no quiere luchar». Se encuentra a la espera de juicio.