3 cardenales chapines en la historia de los cónclaves para elegir papa

Mario Casariego, Rodolfo Quezada Toruño y en esta ocasión Álvaro Ramazzini, son los cardenales que han participado en elecciones papales en el Vaticano.

El cardenal Álvaro Ramazzini, obispo de Huehuetenango, se ha convertido desde ayer en el tercer prelado guatemalteco que participa en un Cónclave para elegir al nuevo papa, luego de que antes lo hicieran Mario Casariegos –en dos ocasiones–  y Rodolfo Quezada Toruño.

Este será un cónclave de superlativos. El 7 de mayo entrarán en la Capilla Sixtina del Vaticano más cardenales de la Iglesia católica que en cualquier elección papal anterior. Se espera la llegada de 133 purpurados habilitados para votar por ser menores de 80 años –dos estarán ausentes por distintas razones–. Luego habrá deliberaciones a puertas cerradas, hasta que se logre una mayoría suficiente para elegir un nuevo jefe de la Iglesia. Se espera que se lleven a cabo 4 votaciones diarias, hasta que haya humo blanco y se pueda escuchar la frase en latín habemus papam, que quiere decir tenemos papa.

Hay otro récord: los cardenales proceden de 71 países. En la última elección papal, en 2013, participaron 48 países, mientras que, en la elección anterior, en 2005, fueron 52 países. Durante doce años, el papa Francisco, fallecido el lunes de Pascua a los 88 años, trabajó para hacer de la Iglesia católica, con sus actuales 1.400 millones de miembros, una iglesia más universal, y para acabar con su enfoque europeo. Fueron doce años en los que rompió con los hábitos anteriores sobre quién llega a ser cardenal en el mundo y qué carácter tiene el Colegio Cardenalicio.

El resultado del cónclave de 2025 es más impredecible que los anteriores. El papa Francisco dejó huella en la Iglesia católica, y parte de esa huella es la participación del cardenal Ramazzini, a quien elevó al cargo en el consistorio realizado en el Vaticano el 5 de octubre de 2019.

El cardenal guatemalteco es considerado como uno de los cardenales de línea liberal, como la mayoría de los que fueron ascendidos por el fallecido Francisco.  Por cierto, en la curia romana se reconoce al cardenal guatemalteco como alguien cercano a Francisco.

El orden de votación durante el Cónclave en la Capilla Sixtina de los 133 cardenales fue revelado por el Vaticano, y el guatemalteco Álvaro Ramazzini, es el número 67 en cada una de las votaciones que se lleven a cabo.

Aunque su nombre no se menciona entre los posibles candidatos Ramazzini sabe que su nombre puede aparecer en cualquier momento entre las boletas de votación, lo mismo que el de cualquiera de los otros 132 cardenales que participarán en el cónclave.

Casariego dos veces

El arzobispo de Guatemala, Mario Casariego y Acevedo –aunque español de nacimiento–, fue elevado al purpurado por el Papa Pablo VI el 28 de abril de 1969, y es reconocido como el primer cardenal guatemalteco. Casariego tuvo oportunidad de participar en los cónclaves para elegir a los papas Juan Pablo I, y Juan Pablo II, que se sucedieron en agosto y octubre de 1978, por la intempestiva muerte del primero de los pontífices mencionados.

El cardenal tuvo un papel protagónico en la vida política y social de Guatemala y fue víctima de secuestro en 1968, supuestamente por el grupo de derecha conocido como mano blanca.

Su sucesor en el cargo de arzobispo metropolitano, Rodolfo Quezada Toruño, fue elevado a cardenal por el Papa Juan Pablo II el 21 de octubre de 2003, y en abril del 2005 participó en el cónclave que eligió al papa Benedicto XVI.

Además de su labor eclesiástica, Quezada tuvo un papel crucial como mediador en el proceso de paz en Guatemala durante los años 90.

Ramazzini ha sido un religioso comprometido con las causas de los más pobres y desamparados en el país y se le reconoce como un cardenal que habla y defiende sus puntos de vista con fuerza. Él será la voz de los católicos guatemaltecos en su primera participación en un cónclave.