WATSON: supercomputadora

Desde la supercomputadora Deep Blue, que llegó a vencer al gran maestro de Ajedrez y campeón del mundo, Garry Kasparov (1997), no se había desarrollado una computadora tan ambiciosa como Watson, el futuro de la tecnología.

Silicon Valley – Más que una computadora, Watson, la nueva apuesta de la firma IBM, es un sistema informático con inteligencia artificial, diseñado para ser más humano y contribuir en tareas, tales como ayudar en la cura del cáncer a los pacientes a los que pueda asistir.

Este es el salto más importante que ha dado el mundo de las computadoras des- de Deep Blue, la única computadora que pudo doblegar al campeón mundial de ajedrez, el soviético Garry Kasparov, en el ya lejano 1997. Ahora, el desafío es más ambicioso y se proyecta hacia el futuro con cambios en la tecnología.

Deep Blue era lo que podría llamarse fuerza bruta, con una capacidad para calcular y analizar hasta 200 millones de escenarios por segundo. Esta habilidad puede ser aprovechada para estimaciones de la bolsa de valores, pero nunca se ha utilizado con ese fin. En todo caso, el programa fue desechado finalmente.

En el 2011, IBM volvió a las andadas en las competencias entre humanos y

computadoras. El jefe ejecutivo de IBM, Thomas J. Watson –de ahí el nombre–, hizo competir a una computadora en el famoso programa de acertijos, conocido como Jeopardy!, derrotando a todos los rivales que enfrentó, incluso a Ken Jen- nings, quien posee el récord de la serie más larga de victorias consecutivas.

A diferencia de Deep Blue, Watson fue imaginado desde el principio para ser más humano. Una de las principales prioridades para los programadores fue la de proveer a Watson el poder leer y entender el lenguaje natural. También le dio la capacidad de generar hipótesis, localizar y analizar pruebas para apoyar o refutar lo que otros exponen o plantean.

En realidad, actúa más cercano a la for- ma en que lo hace el cerebro humano; y con el paso del tiempo, desde el 2011, ha aprendido de sus éxitos y fracasos, lo que hace que podamos decir que aprende de sus propias experiencias, algo que hasta ahora ninguna computadora hace.

Watson es, literalmente, evolución. En un principio, la base de conocimientos de Watson se limitó a curiosida- des de Jeopardy! Pero desde su debut en la televisión nacional, Watson ha devorado a millones de obras literarias, artículos de prensa e informes de revistas científicas, así como la entrada de información de cientos de investigadores y médicos . Estos expertos han ayudado a que el cerebro de la máquina haga inferencias

y conclusiones más razonables mediante la revisión de las ideas de Watson, diciéndole lo que es correcto o incorrecto.

A diferencia de un cerebro humano, Watson no se distrae ni se confunde con la información que procesa, lo que la hace sumamente eficiente. No es creativo, pero sí muy racional.

supercomputadora

Rob Merkel, quien lidera un grupo de salud de IBM Watson, dijo que la compañía estima que una sola persona va a generar 1 millón de gigabytes de datos relacionados con la salud a través de su vida. Eso es tantos datos como en 300 millo- nes de libros.

No estamos abogando por que Watson reemplace a los médicos, explicó, pero les proporciona conocimientos oportunos.

IBM tiene tanta fe en la capacidad de innovación de Watson, que en enero del 2014 la compañía anunció que inverti- ría US$1 mil millones en su tecnología, y se creó una nueva división para hacer crecer el negocio. Desde entonces, IBM ha puesto de manifiesto el cuidado de la salud como prioridad, y dijo que dedicará al menos 2.000 médicos profesionales, desarrolladores e investigadores para alimentar la información de esta supercomputadora que puede transformar el tema de la salud.

Es en la lucha contra el cáncer que IBM está haciendo mayores esfuerzos, utilizando 14 centros contra la enferme- dad, para ayudar a elegir las mejores tera- pias para los pacientes más graves, entre ellos los casos de leucemia. Watson será capaz de guiar a los pacientes, para que tengan la mejor atención posible y el tratamiento más adecuado, dentro de sus posibilidades.

El mundo de las computadoras tendrá pronto a Watson, como un ejemplo de lo que está por venir.