¿Vientos de cambio en el Legislativo? Super Mario

Al mejor estilo de un superhéroe, Mario Taracena Díaz-Sol principió de manera solitaria una cruzada por la transparencia en el Congreso. Sueldos y contrataciones desmedidos son apenas la punta de un gigantesco iceberg de corrupción en una de las instituciones más desprestigiadas. Falta mucho por ver y conocer.

 

Sergio Del Águila

sdelaguila@cronica.com.gt

 

Se destapó la caja de Pandora del Congreso de la República. Se necesitó que llegara a la presidencia del Organismo Legislativo un veterano diputado, Mario Taracena Díaz-Sol, para que principiaran a salir a luz pública parte de los malos manejos que desde hace muchos años han prevalecido en ese poder del Estado.

La lectura del momento que hace le permite cruzar entre el lodo. Los 20 años que ha maniobrado en el Congreso le facilitan el gambeteo y en las postrimerías del nuevo tiempo ya puso el marcador a su favor, pero ojo, porque el Legislativo sigue en la mira de los ciudadanos, del sector privado y otros actores.

Además, este personaje pintoresco de la política nacional aún no ha sentido la reacción que seguramente llegará de sus colegas afectados –la mayoría de diputados–, a quienes deberá quitarles las prebendas que recibían por los sueldos y contrataciones de que disponían.

Destapar nóminas y otras corruptelas le provoca simpatías ­fuera del Congreso, pero odios y riesgos incluso entre sus partidarios y, todavía más preocupante, genera incertidumbre porque se desconoce hasta dónde quiere y puede llevar el barco; sin embargo, el golpe de timón que dio lo deja navegar viento en popa, pero sabe que las temperaturas en el agitado océano traerán tempestades.

Sometido ahora a la presión de haber abierto un frente, buena parte de la gente y sus  detractores ven a Mario Taracena, diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), como misógino, gritón, abusivo y hasta loco, pero otros le reconocen que, a pesar de los improperios, dejó mudo y en la lona al adversario que busca perpetuar el añejo poder y vivir de la corrupción.

Pero también debió reconocer ser parte de esa corruptela: Todos hemos pecado, y ahora debemos corregir lo que hicimos, dijo cuando aceptó que él también dispuso de plazas.

En 20 días de gestión, el presidente del Congreso ordenó la publicación de la nómina salarial de los renglones 022 y 011 y el documento que contiene el detalle de los arrendamientos de edificios que ocupa el Legislativo para su funcionamiento.

En este lapso, los diputados conocieron en primera y segunda lectura el proyecto de reformas a la Ley del Organismo Legislativo, que busca acabar con el transfuguismo y las contrataciones de familiares.

También eligió a los integrantes de las Comisiones de Derechos Humanos y se comprometió públicamente a transparentar el proceso de selección del magistrado que represente al Congreso en la Corte de Constitucionalidad.

El efecto de arrastre del año anterior y la sensibilidad que tiene Taracena de captar por dónde van las presiones y cambios y ajustes, dio como resultado que este singular personaje aprovechara el inicio de las nuevas gestiones en el parlamento y el Ejecutivo, coinciden en afirmar analistas consultados.

A consecuencias de sus decisiones, buena parte de la sociedad le reconoce lo actuado en tan poco tiempo cuando se comparan las maniobras de los parlamentarios de la última legislatura.

Su palabra genera mucha duda aún, no solo porque se ignora a dónde llevará la nave y, por tanto, cómo se va a salir de todo este tejido amorfo que nadie tiene claro cómo desenmarañar. Aparecen posibilidades, sin embargo, de prácticas distintas, pero que en resumen es reacomodarse, señala el analista político Renzo Rosal.

Más que una actitud personal, la decisión de destapar el peso de la corrupción en el Legislativo corresponde a un alineamiento de factores que les permitan a Taracena y a su partido regenerarse y lograr la capacidad de mutación, y encabezar así algún tipo de transformación, opina Rosal.

 

Cambian o tienen los días contados

Al afirmar que la política tradicional está arrinconada por las voces que se han pronunciado por la fiscalización de fondos públicos y contra la corrupción, subraya que en las acciones lideradas por Taracena hay una suerte de vientos de cambio que hacen creer a algunos partidos y diputados que pueden encabezar un proceso transformador (porque, de lo contrario), saben que sus días están contados, enfatiza Rosal.

Édgar Gutiérrez, coordinador del Instituto de Problemas Nacionales (Ipnusac), acota que en 2016 el Congreso está frente a los ojos de una ciudadanía mucho más exigente que en 2015, y del sector privado, que ha demandado la depuración del organismo. De hecho, esa depuración limitada ha venido ocurriendo desde que el Tribunal Supremo Electoral impidió a varios diputados asumir por los antejuicios eliminados.

Por su lado, Rosal manifiesta que con sus revelaciones Taracena se consagra como profesional en la política. Sabe que es su punto álgido y buscará pasar a la historia con el respaldo de la UNE, y aprovecha esos vientos, actúa con mucha astucia y trata de hacer algunas cosas positivas.

 

 

Fortalecer posiciones y ver al frente

Para Luis Linares, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), la actuación de Taracena es la búsqueda de fortalecer sus posiciones, incluida una imagen ante la opinión pública por parte de la UNE.

Coincide en que las develaciones corresponden a la exigencia ciudadana de transparencia y probidad, conocer la nómina y lo que hay detrás del pacto colectivo con los sindicatos.

Linares observa que Taracena ve la oportunidad de posicionarse como un político que  responde a las expectativas ciudadanas, porque tiene la experiencia y busca hacer la diferencia después del mediocre desempeño de Luis Rabbé.

Ellos buscan aprovechar la oportunidad como partido y él ve la oportunidad para subirse a la cresta de la ola. Lo que se ve es que la UNE quiere aprovechar el momento para fortalecer sus posiciones y ganar más espacio político, apunta el analista.

Para Víctor Gálvez Borrel, director de Incidencia Política de la Universidad Rafael Landívar (URL), en la actitud del presidente del Congreso se aprecian intenciones de cambio y recuerda que desde 2105 habían insinuado los problemas que deberían considerarse, como las reformas a la ley Electoral, la reelección y el transfugismo.

El investigador de la universidad jesuita recuerda que el también diputado de la UNE había anticipado la necesidad de ajustarse a las demandas ciudadanas, y aprovecha que el presidente Morales no tiene partido y ni bancada numerosa, entonces toma el liderazgo y lanza esta serie de propuestas de cambio.

Pero en eso hay que destacar la personalidad de él y su especial sensibilidad y experiencia acumulada en dos décadas en las que ha sido diputado. No es del todo sorpresa si lo vamos a oír en las intervenciones que tuvo el año pasado, señala Gálvez Borrel, de la URL.

 

Marcar la diferencia

Marielos Fuentes, de Guatemala Visible (GV), expresa su visión y pone como antecedente las protestas del pasado y la necesidad de establecer una nueva legislatura, como que quisieran marcar una diferencia entre lo que fue antes el  Congreso y lo que desean hacer en el 2016.

A la analista le llama la atención que el destape sea encabezado por un personaje que no se destacaba por su insistencia en los temas de probidad, ni tampoco de los que fiscalizaba al resto de sus compañeros, sino más bien es un excelente operador político que ha hecho lo que le corresponde a favor de su partido.

Se le ve una decida intención de marcar una diferencia y probablemente por colocarse como la bancada que está haciendo lo que el pueblo quiere que hagan los diputados, dando mayor peso a la que de por sí es la bancada con más números, destaca Fuentes.

Álvaro Pop, analista y consultor de las Naciones Unidas en asuntos indígenas y políticos, señala que algunos miembros del Congreso han entrado en una nueva conciencia alrededor de temas de transparencia y la búsqueda de mejores mecanismos de fiscalización de la labor legislativa.

Pop cree también que la presión ciudadana demostrada en la Plaza obliga a los políticos y funcionarios a cómo deben de comportarse si quieren ganar mejor reconocimiento, asunto que no es malo, pero advierte que debe verse en esa reacción de dimensión, más que de coactividad.

Añade como nuevo elemento el de la presión internacional y el apoyo que ofrece al país desde el Ministerio Público y los tribunales, para aclarar el pasado, establecer la Justicia y actuar con ejemplos de transparencia en la lucha contra la corrupción.

Hay un contexto favorable para lo que el presidente actual del Congreso realiza, y por  otro lado la posibilidad de que se registren ejercicios y juegos de poder que busquen la preeminencia de ciertas personalidades para los procesos que vienen en elecciones y nuevos posicionamientos electorales, prevé el analista político y consultor en temas indígenas.

En otra óptica, para el analista político Héctor Nuila, los hechos que motivan a Taracena, no obstante que vienen de los acontecimientos del año pasado, son inspirados y dirigidos por sectores de poder que han controlado y definido las cosas en este país.

Sin embargo, advierte que debe analizarse si la problemática que se busca sanar corresponde con iniciativas propias de los factores de poder, porque entonces cabe hacerse otras preguntas y saber hasta dónde quieren llegar y hasta dónde la expectativas van a coincidir con esos poderes.

 

Consecuencias legales

Fuentes, de GV, cree que con sus acciones el presidente del Congreso podría abrir la puerta para que se inicien procesos penales contra los responsables de los actos de corrupción y derroche en el Legislativo.

El analista enfatiza: Esperamos que no se quede en la divulgación, que haya consecuencias para los que han cometido abusos todo este tiempo, no solo los últimos, porque cuatro legislaturas han tenido vicios en la contratación de personal.

Linares, de Asíes, advierte que todo este destape traerá consecuencias para los políticos corruptos, les hará más difícil el saqueo de los recursos públicos y el aprovechamiento indebido, excesivo y abusivo. Esto los viene a obligar a que se amarren las manos.

Para Gutiérrez, coordinador del Ipnusac, con lo actuado por el parlamentario del partido verde se reivindica la política como instrumento de acuerdos y de gestión, en contra de la política como medio de negociación para el enriquecimiento ilícito.

 

A su juicio, lo que se hace es una reivindicación de la vieja política y los viejos políticos, y entiende que tendrá el respaldo pleno de la comunidad internacional para llevar a cabo su agenda, y que al sacudir la institución obtendrá el respaldo ciudadano.

 

Lo que debe venir

De acuerdo con Gutiérrez, ahora viene la etapa de reformas institucionales, con las leyes orgánicas del Congreso y la electoral, las cuales deben abrir cauce a un quehacer transparente y eficaz, y en el futuro inmediato dar paso a una nueva conducción comprometida con el rescate de la política y la recuperación del Estado para que cumpla sus funciones constitucionales.

Linares, de Asíes, apunta que es necesaria más austeridad en el Legislativo, porque de nada sirve que se transparenten si van a seguir haciendo fiesta. Falta una mayor responsabilidad en el ejercicio de los cargos y un elemento clave es la limitación de la reelección y el nepotismo.

Para Fuentes, en la tarea de enderezar al Congreso se necesita una mezcla de varios ingredientes. El primero es la voluntad de las personas que llegan a los puestos de dirección, para que tengan un comportamiento distinto, que a pesar de navegar en el mar oscuro de los océanos, luchen contra la corriente.

El otro elemento es el acompañamiento de la ciudadanía. Nunca antes habíamos tenido una muestra tan clara de lo que puede hacer el guatemalteco cuando tienen claro lo que busca y, por primera vez en los últimos 20 años, estamos de acuerdo en que lo peor que está pasando es estar metidos en un mar de corrupción en los poderes del Estado, dice Fuentes, y agrega que en estos momentos es necesario contar con un sistema de justicia independiente que le dé castigo a los responsable de todos los actos que atentan contra las leyes.

A juicio de Pop, falta mucho por hacer en el Congreso: hay que reformar el régimen interior, mediante la reforma lógica de creación y mantenimiento de las comisiones,  así como los mecanismos específicos de trabajo y los elementos que la demeritan, como la impuntualidad, la transa, el soborno, el insulto y la falta de respeto.

También tiene que cambiar la actitud del ciudadano común respecto al Congreso, a su representación política; tiene que apreciarla y respaldarla e interesarse en cómo funciona y qué hace su representante departamental y cómo logra comunicarse con él, opina Pop.

Rosal sostiene que lo visible es solo movimientos en la superficie, pero lo que debe hacerse es más fuerte que el nivel de inflexión y pasa por valorar que el órgano político del Estado ha venido a menos y debe mejorar la práctica para poner más luz a los focos de corrupción.

Lo fundamental, coincide Rosal con otros analistas, es que la presión ciudadana se incremente, porque lo que sucede es más por dentro que lo de afuera, y la ecuación debería estar al revés.

Para enderezar el Legislativo falta mucho, opina Gálvez Borrel, director de Incidencia Política de la URL, al destacar que, como seguirán saliendo a luz nuevos casos enquistados en la estructura corrupta, uno de los retos está en la ciudadanía y no dejar que prolifere la corrupción.