Victoria de ultraderecha en Argentina se cierne sobre sus relaciones con China y Brasil

  • En caso de que Javier Milei se haga con la Casa Rosada, las relaciones de Buenos Aires con Beijing y Brasilia podrían dar un vuelco. El líder de la formación La Libertad Avanza no ha dudado en criticar a los gobiernos de ambos países, aunque desde su entorno matizan el posible impacto.

Voz de América

María Eugenia Duffard

BUENOS AIRES — Cortar relaciones Estado a Estado con China, eliminar el Mercosur o profundizar el vínculo con Estados Unidos e Israel son algunas de las decisiones que tomaría el candidato de la ultraderecha argentina, Javier Milei, si llegara a convertirse en presidente. Si bien ganó las elecciones primarias del país, para muchos analistas su figura es aún una incógnita.

El pasado 13 de agosto Argentina eligió los candidatos a presidente que competirán en las generales de octubre. El resultado mostró que el electorado argentino se dividió en tres y votó por el peronismo gobernante y la centroderecha de Juntos por el Cambio y de La Libertad Avanza; esta última, encabezada por Javier Milei, quien ganó en 16 de las 24 provincias argentinas.

Este economista y diputado nacional pudo encauzar el enojo y hartazgo de una ciudadanía agobiada por la inflación, la inseguridad y los problemas crónicos del país, según analistas consultados, que consideraron que ganó la atención planteando soluciones extremas como la dolarización, reestructuración del Estado, además de un nuevo mapa de relaciones de Argentina con el mundo.

Durante una entrevista con la agencia Bloomberg, la semana pasada, el candidato de La Libertad Avanza, afirmó: “Nuestros ejes fundamentales son el libre comercio, la paz, la libertad y alinearnos con occidente donde los máximos referentes son Estados Unidos e Israel”. Allí, también indicó: “En cuanto a China serán socios comerciales del sector privado.

Pese a que Diana Mondino, economista y su posible ministra de Relaciones Exteriores, puso paños fríos a esas declaraciones y precisó que Milei no habla de cortar relaciones, sino de no promoverlas, China emitió una comunicación oficial a través de su embajador en Argentina, Wang Wei, quien sostuvo: “Si el señor Milei visitara China y experimentara por sí mismo, es probable que llegue a conclusiones muy diferentes sobre la cuestión de la libertad y seguridad del pueblo chino”.

En la actualidad, la balanza comercial entre Argentina y China alcanza los 20.000 millones de dólares. En 2022, un 92 % del poroto de soja y un 57 % de carne fueron exportados desde el país austral hacia el gigante asiático.

“No hay política internacional fuera de las realidades. Los dos países más relevantes para la Argentina en términos de inserción internacional, comercio e inversiones son China y Brasil”, dijo el profesor y analista político Jorge Castro.

“Una posible presidencia de Milei en Argentina tendrá que enfrentarse al mundo de hoy más allá de sus preferencias personales (…) China, en los últimos 10 años, es responsable del 35 % del crecimiento de la economía mundial y eje de la demanda mundial de agroalimentos, mientras que Estados Unidos lo es sólo del 15 %”, añadió.

Al ser consultada por la Voz de América, Mondino aseguró que el líder de La Libertad Avanza “no promovería la relación Estado a Estado, pero las relaciones entre privados por supuesto que continúan». «De hecho, los principales exportadores argentinos con sede en Argentina, COFCO y Noblex, son empresas Chinas. No promover es que no haya más, lo que está ya está. Un Estado tiene que respetar su palabra, los contratos se tienen que respetar”, agregó.


No promover es que no haya más, lo que está ya está. Un Estado tiene que respetar su palabra, los contratos se tienen que respetar”

Diana Mondino, economista

Juan Battaleme, Magister en Relaciones Internacionales y secretario académico del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), consideró “un acierto realizar una reestructuración del relacionamiento económico de la Argentina con el mundo. Ya no podemos seguir viviendo de lo nuestro”.

El especialista ve en Milei “un hombre que señala una vocación para estar del lado de occidente, pero después tiene que lidiar con los grises del mundo. Vos no podés decir: ‘Ahora rompo relaciones con China’, es mucho más difícil”. A lo que hay que añadir, según el experto, que “esa es la incógnita: qué pasará una vez que tome contacto con la realidad de ser un líder carismático de un país como Argentina. Va a ser central de quien sea el canciller”.

Mercosur en la mira

Sobre el Mercado Común del Sur (Mercosur), Mondino precisa que debe ser modificado, no eliminado como plantea el candidato de su lista. “Hoy lo que te genera el Mercosur es una cosa que se llama desviación de comercio en lugar de creación de comercio, que no fue el objetivo con el cual se creó”.

El Mercosur es el bloque económico que en 1991 crearon Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y al cual se sumaron luego Venezuela –suspendido desde 2016– y Bolivia –en proceso de adhesión–. El bloque reúne a casi 300 millones de personas en una extensión territorial de 14 millones de kilómetros cuadrados, con exponencial riqueza en reservas naturales y biodiversidad, convirtiendo a la región en la quinta economía del mundo.

Según Mondino, cuando el Mercosur se creó, los países del bloque eran complementarios, mientras que hoy tienen una capacidad de producción muy similar. “Ya no somos complementarios, somos competidores. Si fuéramos inteligentes, a todos los países del bloque nos conviene unirnos como bloque para negociar con los compradores, en lugar de competir entre nosotros para ver quién le vende un kilo más de carne a un supermercado alemán”, sostiene.

Esta semana Milei definió al bloque “como una unión aduanera de mala calidad que produce desvío de comercio y que perjudica a cada uno de los miembros”. El año pasado dijo: “Nada de flexibilidad como reclama el gobierno uruguayo. Eliminarlo. Porque en el fondo es comercio administrado por los estados en el Mercosur. ¿Por qué el gobierno tiene que estar regulando nuestras transacciones comerciales? ¿A título de qué?”.

¿Y sobre las relaciones con Brasil?

Junto con China, Brasil es el principal socio comercial de Argentina.

En una entrevista en mayo, Milei se refirió al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, como un “zurdo salvaje apoyando dictadores, tipos que violan los derechos humanos, autócratas con sus manos manchadas de sangre”.

Antes de las elecciones argentinas Milei recibió apoyo explícito del expresidente brasileño de extrema derecha Jair Bolsonaro y tras su victoria, las felicitaciones de su hijo Eduardo, diputado en su país.

“Milei gana las primarias en Argentina. Si hubiera sacado el 25 % ya salía victorioso, consiguió más del 30 %. Hace un año era un sueño, luego se convirtió en meta y hoy es realidad. Un excelente comienzo de lo que podría ser el verdadero cambio que necesita la Argentina. Con vecinos libres del socialismo, Brasil tiene un ambiente más propicio para retomar el camino de la libertad. Aguante, @Jmilei”, escribió Bolsonaro hijo en redes sociales.

Pese a esta relación personal con los Bolsonaro y el malestar que generan las declaraciones de Milei sobre el presidente actual de Brasil y el Mercosur, el Gobierno de da Silva ha preferido no opinar.

“Por ahora Lula no se expresó sobre Milei, se llamó a silencio. No confrontó. Milei ha sido muy crítico de Lula y del Mercosur y recibe el apoyo de Bolsonaro. Pero Milei va a tener que convivir con un Brasil con el que Argentina tiene relaciones de mucho tiempo y de las que necesitamos comercialmente”, dijo el internacionalista Battaleme.

Por su parte, Sergio Berensztein, doctor en Ciencia Política y presidente del International Press Service para América Latina, considera que “todavía es una gran, gran, gran incógnita la política exterior de Milei”.

“Hay ciertas cosas de campaña que difícilmente puedan concretarse, como por ejemplo el retiro del Mercosur, por diferentes motivos. Primero eso no lo puede decidir él, lo tiene que decidir el Congreso. Él es muy explícito de tener un acuerdo con EEUU, lo cual en la región puede ser problemático en alguna dimensión, sobre todo con Brasil y Chile, en principio”, opina.

El triunfo de Milei en las recientes elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) fue celebrado por líderes de derecha en la región, e incluso España.

Desde Chile, José Antonio Kast, ganador de las elecciones constituyentes de Chile y líder del partido Republicano dijo que “por el bien de Argentina, que gane la fuerza de la libertad y que la corrupción, inseguridad y mediocridad sean derrotadas”. También celebró su triunfo en las primarias, el jefe de Vox en España, Santiago Abascal: “¡Enhorabuena @Jmilei por tu nuevo triunfo electoral en Argentina frente a la izquierda más radical! El pueblo quiere libertad!”.

¿Un Trump tropical?

“Tiendo a pensar que la idea de que Milei es una especie de Trump tropical o que hay una explosión liberal en el mundo es una creación de los medios de comunicación. El proceso de globalización es al mismo tiempo un proceso de profundización de las identidades nacionales”, dice el analista político Castro.

Los expertos Battaleme y Berensztein son más cautelosos e insisten en el gran signo de preguntas que representa un posible gobierno de Milei, también en el plano internacional. Sin embargo, predicen que, si le toca gobernar, prevalecerá el pragmatismo a la retórica.

“Lo bueno y lo malo de Milei es que no lo conocemos. Y la incógnita que él representa, la tomo de alguna manera, de que la administración Biden se declaró prescindente. A priori, Biden sería un enemigo de Milei como lo fue de Bolsonaro: porque Biden marcó en su agenda que son enemigos de todos los regímenes populistas. Pero con Milei se llamó a silencio”, advierte Battaleme.

Por su parte, Berensztein concluye: “Me parece que él debería en algún momento girar hacia una postura un poquito más pragmática, veremos si esto es así. Pero no tiene que sorprenderte si una eventual administración de Milei mantiene cierta retórica, pero luego termina todo bastante menos estrambótico o extremo como lo que en principio parece”.