UNESCO incluye seis países más en el Bien de Patrimonio Mundial ‘Hayedos Europeos’ de la que España forma parte

El XLIV Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO ha confirmado la ampliación del Bien de Patrimonio ‘Hayedos Europeos’, del que España forma ya parte desde 2017 y ha incluido a seis países más.

Los ‘Hayedos primarios y maduros de los Cárpatos y otras regiones de Europa’, bien en serie declarado Patrimonio Mundial de la Unesco en 2007 ha ampliado su extensión con la participación de seis estados Bosnia y Herzegovina, Chequia, Francia, Macedonia del Norte, Polonia y Suiza. En total estos países suman 15 nuevas áreas protegidas a la red.

La totalidad de este bien comprende los pocos hayedos primigenios europeos que quedan y las áreas de hayedos centenarios, prácticamente inalterados por la acción humana.

Hayedos

  • El sitio está formado ahora por 94 áreas de hayedos ubicados en 18 países y se trata del más extenso del mundo y el menos alterado por la acción del hombre.
  • Es el único sitio declarado Patrimonio a nivel mundial que conecta componentes de tantos países, lo que requiere de la colaboración transfronteriza.
  • De ellos, España cuenta con seis componentes de esta red distribuidos en cuatro comunidades autónomas.

El bien conecta áreas de Albania, Austria, Bélgica, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Francia, Alemania, Italia, Croacia, Chequia, Macedonia del Norte, Polonia, Rumania, República Eslovaca, Eslovenia, España, Suiza y Ucrania.

España incluye los componentes de Hayedos de Ayllón – Tejera Negra y Montejo en la Comunidad de Madrid y en Castilla-La Mancha; Lizardoia y Aztaparreta en Navarra; y los Hayedos de Picos de Europa – Cuesta Fría y Canal de Asotín en Castilla y León.

El haya es uno de las más importantes componentes forestales en el Bioma Forestal templado de frondosas y representa un ejemplo sobresaliente de recolonización y desarrollo de los ecosistemas forestales después de la última glaciación, un proceso que todavía está en marcha.

Representan aspectos clave de los procesos esenciales para la conservación a largo plazo de los hayedos naturales e ilustran cómo una sola especie forestal ha llegado a ostentar un dominio absoluto sobre una amplia variedad de parámetros ambientales.