- Los de Ancelotti necesitaron tiempos extras para golear al Celta (5-2), tras desperdiciar una ventaja inicial de 2-0; el resultado les permite llegar a los cuartos de final de la competencia copera
Este Real Madrid no ilusiona, decepciona hasta cuando gana y golea. Muestra ráfagas de calidad, pero no alcanza el nivel de juego que promete antes de cada partido Carlo Ancelotti.
Lo que muestra en el campo es falta de compromiso, inseguridad y un juego inconsistente en el que no brilla la plantilla de estrellas que hace recordar a los llamados «galácticos», que poco ganaron en el inicio del siglo XXI.
La primera anotación de Madrid llegó en el minuto 37, con gran definición de Mbappé a la contra, pero luego de una polémica jugada en la que los jugadores del Celta reclamaron penal por una salida peligrosa y contacto de Lunin sobre Williot que, sin embargo, el árbitro considero limpia. Polémica para los próximos días.
El segundo gol para los de Ancelotti llegó muy pronto en el reinicio del partido (minuto 48), cuando Vinicius Jr., definió una jugada de primer nivel realizada por Mbappé, quien cedió a Brahim para que este le sirviera el balón dentro del área al brasileño y pusiera el 2-0, que entonces parecía lapidario.
Tchouameni, jugando esta vez en su posición natural de pivote en el mediocampo, volvió a mostrar carencias enormes en la entrega del balón y la cobertura oportuna y su compatriota Camavinga, tampoco tuvo buena actuación en los minutos de juego que tuvo, tras entrar a los 68 minutos en sustitución de Ceballos.
Los merengues mostraron exceso de confianza después del segundo gol, mientras Celta, con pundonor, tomó el control del partido y empezó la presión sobre la portería de Lunin.
El premio llegó para los de Giraldez por medio de Bamba (83 minutos) y luego por el gol por penalti anotado en el 91 por Alonso. Para entonces, la confianza de los merengues se había disipado y el partido se fue al alargue, en donde finalmente, en el segundo tiempo extra, doblete de Endrick (en el 108 y 119) y anotación de Valverde (112), sepultaron las esperanzas de los visitantes.
Los más de 64 mil espectadores en el Bernabéu se fueron con la alegría por el triunfo, pero con la cabeza llena de dudas, tras ver que su equipo no termina de alcanzar el nivel de juego que se espera de una plantilla con tantas figuras.
Aunque Ancelotti dijo que «estamos vivos y competiremos en las tres competiciones pendientes», pocas posibilidades se le conceden a este Madrid para levantar de nuevo la copa de LaLiga, y de la Champions, o resultar campeones de la Copa del Rey.