Un «emocionado» Brines recibe el Premio Cervantes de manos de los Reyes en el «pequeño paraíso» de Elca

El poeta Francisco Brines recibió este miércoles en su casa de la finca de Elca, en Oliva (Valencia), el Premio Cervantes 2020 de manos de Sus Majestades los reyes, Don Felipe y Doña Letizia. En el acto, que ha reunido a una decena de personas en la vivienda del escritor, este se mostró «feliz y emocionado», tanto que, incluso, le costó conciliar el sueño durante los últimos días.

De esta manera, Brines tiene ya en sus manos el Premio Cervantes, concedido en reconocimiento a su extensa labor poética y que no pudo recoger en abril en la tradicional ceremonia en Alcalá de Henares (Madrid) debido a su delicado estado de salud.

Durante el encuentro de hoy, el poeta mantuvo una conversación con los reyes sobre literatura –se ha resaltado que en las últimas distinciones este género ha estado muy presente en el Cervantes– y obsequió a los monarcas con el libro ‘La iluminada rosa negra‘, una antología poética de sus versos con prólogo de Carlos Marzal y serigrafías originales de Antonio Martínez Mengual.

A su llegada, el rey Felipe VI expresó al escritor «la alegría» por poder ir a su casa, que definió como «un pequeño paraíso». Por su parte, Doña Letizia también se mostró muy cariñosa con el poeta, al quien le dio las gracias por recibirlos en su hogar.

  • A la entrega también han acudido el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes; el presidente de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado; la directora general del Libro, María José Gálvez; el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig; la sobrina del artista Mariona Brines; el alcalde de Oliva, David González, y la directora de la Fundación Francisco Brines.

Valenciano

El poeta Francisco Brines (Oliva, Valencia, 1932), primer valenciano que consigue el máximo galardón que distingue la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos en lengua castellana, es el autor intimista de la generación del 50 que más ha ahondado en la experiencia del ser humano individual frente a la memoria, el paso del tiempo y la exaltación vital.

El jurado del Cervantes ha destacado a Francisco Brines por «su obra poética que va de lo carnal y lo puramente humano a lo metafísico, lo espiritual, hacia una aspiración de belleza e inmortalidad».