El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció un nuevo paquete de sanciones contra 14 entidades, tres individuos y seis buques por su presunta vinculación con el sector petrolero venezolano y la «evasión» de medidas similares impuestas con anterioridad.
A tan solo un día de que finalice el mandato del presidente, Donald Trump, la Administración estadounidense ha acusado al «régimen ilegítimo de Nicolás Maduro de seguir utilizando Petróleos de Venezuela (PDVSA) como herramienta principal de corrupción para explotar los recursos naturales del país».
En un comunicado, el Tesoro ha especificado que las medidas van dirigidas a «todos aquellos que tienen vínculos con una red mexicana que habría conspirado con el ministro de Petróleo de Maduro, Tareck El Aissami, para negociar la venta de petróleo venezolano valorado en millones de dólares».
«Aquellos que han facilitado que el régimen de Maduro se salte las sanciones impuestas por Estados Unidos han contribuido al entramado de corrupción que consume Venezuela», ha lamentado el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, que ha recalcado que el país sigue adelante con su «compromiso» de hacer frente a «aquellos que permitan que Maduro abuse de los recursos naturales» de Venezuela.
Mike Pompeo
Este mismo martes, el secretario de Estado saliente, Mike Pompeo, ha mantenido una conversación telefónica con el líder opositor y autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela, Juan Guaidó.
Ambos han expresado, tal y como indica un comunicado del Departamento de Estado, su «objetivo común con la transición democrática en Venezuela» y han reafirmado el apoyo «inquebrantable» de Washington «a favor de la libertad y la dignidad de los venezolanos».
«El secretario de Estado ha trasladado su respeto personal y apreciación a Guaidó por su compromiso con la causa de la libertad y su inspirador liderazgo para millones de venezolanos que luchan por un futuro mejor», recoge el texto.
Asimismo, Pompeo ha aprovechado la ocasión para reafirmar su apoyo al pueblo venezolano a medida que «hacen frente a una de las peores crisis humanitarias, creada por el régimen de Maduro».