- El presidente de EEUU dice que lo bueno es de él… y los males son culpa de Joe Biden: «no sabía lo que firmaba» y destaca su «arte de negociar».
France 24
El presidente de Estados Unidos defendió su guerra arancelaria pese a señales de desaceleración económica reveladas la semana pasada. Para él, los números verdes son mérito de su administración, mientras los rojos son arrastrados desde el Gobierno de su antecesor, Joe Biden. También minimizó los riesgos de recesión y exigió, nuevamente, a la Reserva Federal, bajar las tasas de interés.
En medio de una economía con señales mixtas, el presidente Donald Trump ofreció una entrevista exclusiva al programa Meet the Press del medio estadounidense NBC, en la que volvió a defender su drástica política arancelaria y se atribuyó los aspectos positivos que refleja actualmente la economía estadounidense.
La entrevista se dio el domingo 4 de mayo, el último día de una semana en la que el PIB estadounidense mostró el escenario más cercano a una recesión y reveló un mercado laboral que, aunque superó las previsiones del mercado, fue un dato menor a los meses anteriores.
“Creo que las cosas buenas son de mi economía y las partes malas son de la economía de Biden”, respondió el mandatario a la pregunta de la periodista que buscaba saber a partir de qué momento los datos que muestra la economía —malos o buenos— van a ser responsabilidad de sus políticas y no las de su antecesor.
“En última instancia, asumiré la responsabilidad de todo, pero solo llevo aquí poco más de tres meses», declaró.
Datos mixtos del mercado
Cuando Trump habla de datos “buenos” y “malos”, se refiere a las cifras oficiales que recientemente han reflejado una economía estadounidense con contrastes: algunos indicadores avanzan a toda vela, mientras que otros siguen anclados en terreno negativo.

La economía de la primera potencia global se contrajo en el primer trimestre del año, registrando una variación anual del PIB en terreno negativo de -0,3%, la primera caída en tres años.
Los datos, muestran una probabilidad mayor para que Estados Unidos caiga en recesión, pues solo le haría falta sumar un trimestre en rojo para la llamada “recesión técnica” que definen los economistas.
Un arranque turbulento: la economía de EE. UU. se contrae tras primeros 100 días de Trump

En entrevista, el mandatario reconoció que el crecimiento económico “se ha desacelerado», pero minimizó el riesgo de una recesión prolongada: “todo puede pasar”, dijo, añadiendo que “nos irá fantásticamente bien”, en términos financieros.
Sin embargo, el mercado de valores de Wall Street ha sido otro de los golpeados en estos 100 días de Trump. La Bolsa de Nueva York ha vivido un desplome que no se veía desde la Gran Recesión de 2008, con fuertes pérdidas en sectores sensibles a los aranceles y dándole al S&P 500 y al Dow Jones, números rojos que han borrado más del 200% de valor de mercado.
Mientras tanto, otros indicadores claves de la economía han mostrado señales de estabilidad y resiliencia. La inflación se mantiene contenida, con un índice del 2,4% anual en marzo, apenas por encima del objetivo de la Reserva Federal.

Además, el mercado laboral mostró fortaleza en abril, con 177.000 nuevos empleos creados, por encima de lo esperado por los analistas, aunque levemente por debajo de las cifras de marzo cuando se añadieron 185.000 puestos de trabajo.
“El desempleo está en 4,2%. Esa es una economía fuerte”, aseguró Trump. “Y eso es gracias a mis políticas, no a Biden, que hizo un trabajo pésimo”.
Con medios locales.