Tras la muerte de la reina Isabel, la mancomunidad se cuestiona su esencia

  • Estados miembro de la Mancomunidad Británica comienzan a rechazar el pasado colonial del Reino Unido y algunos valoran convertirse en repúblicas.

LONDRES —  La muerte de la reina Isabel II la semana pasada ha renovado el debate en muchos países de la Mancomunidad Británica de Naciones, muchos de ellos antiguas colonias británicas, sobre sus lazos futuros con la monarquía.

El Reino Unido no es el único que proclamó un nuevo rey tras la muerte de Isabel. Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Jamaica son algunas entre otras 10 naciones donde el rey Carlos III es el nuevo jefe de Estado.

Además de Londres, hubo ceremonias de proclamación en varias capitales, desde Nassau, en las Bahamas, hasta Suva, en Fiyi.

Los miembros de la Commonwealth son 56. En 2018, la organización acordó nombrar a Carlos como su jefe de Estado tras la muerte de Isabel II, lo que provocó la ira de algunos, especialmente en el Caribe.

“La muerte de la reina Isabel absolutamente será un punto de inflexión”, dijo Sonjah Stanley Niaah, de la Universidad de las Indias Occidentales en Jamaica, a la Voz de América.

Según Niaah, “muchos países han estado considerando su propio papel y lugar en la mancomunidad. Ahora que la reina ha muerto, habrá algo más que un movimiento para desasociarse de la Commonwealth”.

Republicanismo

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, un republicano declarado que fue elegido en mayo, desea un referendo para remover al monarca como jefe de Estado en el próximo Parlamento.

Antigua y Barbuda, y Santa Lucía, ambas en el Caribe, han expresado planes similares. Por primera vez, el gobierno de las Bahamas dijo esta semana que es posible un referendo.

Una encuesta en agosto, antes de la muerte de la reina, reflejó que el 56 % de los jamaiquinos están a favor de remover al monarca como jefe de Estado.

En noviembre del año pasado, la isla caribeña de Barbados se convirtió en una república, cortando sus lazos con la monarquía británica.

Nuevos miembros

Este año, Togo y Gabón, ambas antiguas colonias francesas en África, se unieron a la Mancomunidad, una prueba de que la organización no está en decadencia, dijo a la VOA Guy Hewitt, un exalto comisionado al Reino Unido.

En la era de posindependencia, la Mancomunidad ha crecido en lugar de disminuir, señaló Hewitt.

“Carlos (…) trabajó estrechamente con su madre como Príncipe de Gales, viajó extensamente por su cuenta por toda la Mancomunidad, enarbolando causas como el desarrollo sustentable y la protección del medio ambiente”, señaló Hewitt.

En su opinión, la Mancomunidad “ha comenzado a lucir como algo anticuado, pero quizás el rey Carlos pueda inyectar, como hizo su madre, alguna dinámica o alguna nueva dirección, una nueva sensación de propósito para las naciones miembros”.

La esclavitud

Intrínseco en el debate está el legado colonial. Gran Bretaña y otras naciones europeas esclavizaron a millones de africanos hasta el siglo XIX, forzándolos a trabajar en plantaciones en las Américas y el Caribe.

Los críticos señalan que la riqueza de la monarquía viene en parte de las ganancias del tráfico de esclavos.

“Esta mancomunidad de naciones, esa riqueza pertenece a Inglaterra. Esa riqueza es algo que nunca compartimos, de modo que para nosotros en Jamaica, la monarquía es un duro recuerdo de nuestro pasado de infortunios”, expresó Bert Samuels, del Consejo de Reparación de Jamaica, a Associated Press.

La monarquía ha expresado su pesar por los abusos coloniales, pero el Reino Unido no se ha disculpado formalmente.

Nuevos miembros

Este año, Togo y Gabón, ambas antiguas colonias francesas en África, se unieron a la Mancomunidad, una prueba de que la organización no está en decadencia, dijo a la VOA Guy Hewitt, un exalto comisionado al Reino Unido.

En la era de posindependencia, la Mancomunidad ha crecido en lugar de disminuir, señaló Hewitt.

“Carlos (…) trabajó estrechamente con su madre como Príncipe de Gales, viajó extensamente por su cuenta por toda la Mancomunidad, enarbolando causas como el desarrollo sustentable y la protección del medio ambiente”, señaló Hewitt.

En su opinión, la Mancomunidad “ha comenzado a lucir como algo anticuado, pero quizás el rey Carlos pueda inyectar, como hizo su madre, alguna dinámica o alguna nueva dirección, una nueva sensación de propósito para las naciones miembros”.

La esclavitud

Intrínseco en el debate está el legado colonial. Gran Bretaña y otras naciones europeas esclavizaron a millones de africanos hasta el siglo XIX, forzándolos a trabajar en plantaciones en las Américas y el Caribe.

Los críticos señalan que la riqueza de la monarquía viene en parte de las ganancias del tráfico de esclavos.

“Esta mancomunidad de naciones, esa riqueza pertenece a Inglaterra. Esa riqueza es algo que nunca compartimos, de modo que para nosotros en Jamaica, la monarquía es un duro recuerdo de nuestro pasado de infortunios”, expresó Bert Samuels, del Consejo de Reparación de Jamaica, a Associated Press.

La monarquía ha expresado su pesar por los abusos coloniales, pero el Reino Unido no se ha disculpado formalmente.