Solo el 5% de los hogares afganos «tiene suficiente» para comer todos los días, según el PMA

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas advirtieron de la creación de una «nueva clase» de personas en inseguridad alimentaria en Afganistán ya que «por primera vez» los habitantes de las ciudades enfrentan esta situación a «un ritmo similar» que los de las comunidades rurales, mientras solo el cinco por ciento de los hogares afganos «tiene suficiente» para comer todos los días.

La pérdida de puestos de trabajo, la falta de dinero en efectivo y la subida de los precios son las causas de esta situación a la que ya hacían frente las personas que viven en las zonas rurales del país centroasiático, que han sido asoladas por la sequía en dos ocasiones en los últimos tres años.

Solo el cinco por ciento de los hogares en Afganistán tiene suficiente para comer todos los días, ha alertado el PMA de acuerdo a datos obtenidos en recientes encuestas, en las que la mitad informó que se había quedado sin alimentos por completo «al menos una vez en las últimas dos semanas».

«La caída económica en Afganistán ha sido abrupta e implacable, lo que se suma a una situación ya difícil, mientras el país se enfrenta a una segunda sequía grave en tres años. Estamos haciendo todo lo posible para apoyar a las comunidades afganas en este momento crítico», manifestó al respecto la directora y representante del PMA en Afganistán, Mary-Ellen McGroarty.

El PMA ha señalado también a las dificultades de las clases medias ya que solo el diez por ciento de los hogares encabezados por alguien «con educación secundaria o universitaria» pudieron comprar suficientes alimentos para sus familias cada día.

No obstante, ha recalcado que la situación es «peor» para los que tienen menos estudios y ha apuntado a la prevalencia «sin precedentes» del hambre entre familias que antes se habían librado de esta situación, lo que, como ha añadido, indica la «profundidad» de la crisis a la que se enfrentan los afganos.

Según ha destacado también el PMA, por término medio, los sostenedores de la familia sólo encuentran trabajo «un día a la semana», mientras los precios de los alimentos «aumentan rápidamente«, ejemplo de ello es el caso del aceite de cocina que casi ha duplicado su precio desde 2020.

En este sentido, el PMA ha subrayado que Afganistán está «al borde del colapso económico» y ha aseverado que ello es causa de la «rápida retirada de la ayuda internacional» combinada con la «incapacidad de acceder a los activos en el extranjero».

A su vez, ha avisado de que esto está alimentando una crisis de acceso a dinero en efectivo, una fuerte caída del valor de la moneda local y ha llevado a un repentino cese de la inversión extranjera, «llevando a más familias a la inseguridad alimentaria a medida que se agotan los empleos y los ingresos».

«El PMA está haciendo frente a este urgente desafío, que ahora tiene dos vertientes. En primer lugar, seguimos asistiendo a las personas que más lo necesitan para evitar que el hambre y la malnutrición agudas devasten el país, y en segundo lugar, estamos reforzando la capacidad local para producir alimentos y llevarlos al mercado, al tiempo que ofrecemos oportunidades de trabajo a corto plazo que ayudan a estabilizar la economía y dan a las familias acceso a dinero en efectivo«, explicó McGroarty.

Sin embargo, ha indicado que la agencia se encuentra en una «carrera contrarreloj» para proporcionar asistencia y necesita «urgentemente» 200 millones de dólares (más de 171 millones de euros) para adquirir alimentos antes de la llegada del invierno. «Si perdemos esta oportunidad, las consecuencias serán catastróficas», aseveró.

El PMA ha proporcionado asistencia alimentaria a 6.4 millones de personas este año, incluyendo más de 1.4 millones de personas desde la toma del poder por parte de los talibán el pasado 15 de agosto.