Sergio Ramírez vislumbra cambios en relaciones interpersonales en un mundo post-coronavirus

El novelista nicaragüense Sergio Ramírez vaticina cambios profundos en la forma en que las personas se relacionan en un mundo trastocado por la explosiva propagación del nuevo coronavirus, aunque se niega a ser pesimista afirmando que «la humanidad siempre seguirá buscando la felicidad».

El distanciamiento social impuesto en casi todos los países para contener la COVID-19 obligó a la población mundial a acostumbrarse a convivir con «el enemigo invisible» que llegó a la ciudad china de Wuhan y se regó por el planeta, dijo Ramírez, de 77 años, en entrevista con AFP realizada por la red WhatsApp.

«Lo que estamos viviendo a consecuencia del coronavirus es más radical (que la tecnología digital) y va a cambiar sistemas de conducta enteros de manera acelerada», observó el premio Cervantes 2017 y exvicepresidente de Nicaragua con el Frente Sandinista entre 1985 y 1990.

Gestos de la conducta individual que se daban por sentado, como estrechar la mano de un amigo, abrazar a un allegado o besar a la persona amada «pueden ser cosas del pasado», señaló Ramírez, quien se encuentra en aislamiento.

Más allá de las relaciones individuales, los cambios tendrán impacto sobre la cultura de masas «que nos lleva a los grandes estadios a ver partidos con miles de espectadores, a los teatros, conciertos, a las calles atestadas de gente en las grandes ciudades, a los mercados populares en las ciudades mas pobres», apuntó.

La mayoría de los países han adoptado medidas de aislamiento, cierre de fronteras y suspensión de actividades deportivas y culturales para frenar la propagación del nuevo coronavirus, que ha dejado hasta ahora más 206,000 muertos y casi tres millones de contagios en el mundo.

«Este acercamiento, este amotinamiento de gente en calles, plazas, teatros, estadios, universidades ¿se va a poder mantener? Es ahí donde estamos entrando a este cambio verdadero», anticipó Ramírez.

El novelista se responde con otras preguntas: cómo se podrá viajar en avión, tren o autobús, ir a la iglesia o al teatro.

«¿Habrá que ir con mascarillas, sentarse fila de por medio o dejar el asiento de al lado vacío? ¿Habrá termómetros a la entrada y el que no dé la temperatura normal no subirá al avión o tren?», se interrogó Ramírez.

«Buscando la felicidad»

El autor de una treintena de libros, entre cuentos, novelas y unas memorias, recordó que la pandemia ya ha provocado cambios en la forma en que la gente hace compras, que en gran parte se hacía antes en grandes tiendas de departamentos.

Los comercios tradicionales ya estaban en crisis por el auge de las ventas en línea en los últimos años, pero «el jaque mate se lo está dando el coronavirus», señaló el novelista.

«Estos son cambios culturales porque afectan las relaciones sociales y nuestra propia cultura (…) Yo no soy pesimista, simplemente tenemos que acostumbrarnos a reglas distintas del juego social, a vivir de manera diferente, pero la humanidad siempre seguirá buscando la felicidad a largo plazo», añadió.

No obstante, el exdirigente político advirtió que vendrán «años peores» como consecuencia de la recesión económica que arrastra la pandemia, con pérdidas de millones de empleos especialmente en los países en desarrollo que abastecen a las grandes economías de materia prima.

«Dependemos de los precios que nos pagan por nuestras materias primas y productos como café, cacao y azúcar, cuyo precio en el mercado internacional va a «determinar cuáles van a ser nuestras penurias en los próximos años», adelantó.