Roberto Canessa, renovarse y adaptarse ante la adversidad

Crónica de Actualidad

Fórmula del éxito

Roberto Canessa, uruguayo de nacimiento, cardiólogo infantil desde hace más de cuatro décadas y uno de los sobrevivientes de un accidente aéreo –hace 44 años– en la cordillera de los Andes, estuvo hace unas semanas en Guatemala y compartió con Crónica las lecciones de vida aprendidas en esa tragedia. Actualmente se dedica a la motivación profesional.

Sergio Del Águila

sdelaguila@cronica.com.gt

Las personas o empresas que superan las adversidades no son ni las más fuertes ni las más inteligentes, sino las que tienen más poder de adaptación, porque a veces se nos cambian las reglas de juego y nos vemos en la necesidad de reinventarnos. Esa es una de las enseñanzas de vida que dejó a
Roberto Canessa el accidente aéreo ocurrido un 13 de octubre de 1972, el cual dejó 29 fallecidos y 16 sobrevivientes. El entrevistado estuvo de visita en Guatemala invitado por PBS Guatemala, subsidiaria de PBS Group, que es una de las empresas más importantes de la región dedicadas a soluciones en el campo tecnología de la información.

Por tratarse de una compañía comprometida con la sociedad y con la responsabilidad social que vela por el bienestar de sus trabajadores, trajo desde Montevideo a este extraordinario motivador con el propósito de que sus más de 300 trabajadores escucharan las experiencias de un hombre que sobrevivió a una de las mayores tragedias de la historia de la aviación.

Pausado, con la tranquilidad de ser experimentado y estar activo a sus 63 años, Canessa recuerda que era un seleccionado del equipo uruguayo de rugby en el momento del accidente, cuando tuvo que cargar con la responsabilidad junto con su compañero, Fernando Parrado, de escalar y bajar de las montañas para ir en busca de ayuda que permitiera el rescate de los sobrevivientes de la cordillera andina.

Tomar la decisión personal de ir por ayuda, reflexiona ahora, lo ha convencido de que los hombres más determinados pueden ser las piernas de un grupo. Me tocó aprender que el que daba para caminar era yo y no otro; hubiera sido más cómodo quedarme, y sin embargo, me di cuenta de que en los grupos hay que hacer cosas que no nos gustan porque somos los más capacitados para hacerlo.

El entrevistado indica que, además de ser elegido para buscar ayuda luego del avionazo, a sus 22 años y estudiante de Medicina fue el primero entre los sobrevivientes en probar la carne humana, lo que les permitió a él y al resto de los deportistas mantenerse con vida durante los 72 días que estuvieron atrapados entre los glaciares andinos, antes de ser rescatados.

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Canessa es sobreviviente de uno de los peores accidentes aéreos ocurrido en 1972

Experiencia y  vida práctica

Sereno y conocedor de la condición humana, sobre todo en tiempos de crisis y desesperanza, Canessa interpreta la explicación que tiene de la vida después del accidente aéreo y del cual se han escrito libros y se realizó una taquillera película.

Tuve una oportunidad que los demás no, por alguna razón tengo que vivir mi vida por los otros, y por eso tengo que llevar adelante todos los proyectos que me propuse en el momento más difícil de vida. 

Rememora, con la mirada puesta en las escenas vividas en los Andes, que sus amigos están vivos gracias a que un arriero dejó sus vacas pariendo en la montaña, con el peligro de que el puma las atacara.

Ese labriego –Sergio Catalán a quien los sobrevivientes homenajearon con la develación de un monumento en 2010– tuvo el gesto y el temple de alejarse de la montaña, pese a que no salía de ella ni el día de su cumpleaños, de hacer un viaje de cuatro horas a caballo y cuatro en camión para buscar ayuda con las personas que sabían del accidente montaña abajo. Hoy en día reclama, al estilo de los orientales, como se nombran entre sí los uruguayos, cae un muerto en la calle y nos corremos para que no nos salpique la sangre.

No temer a los desafíos

En la búsqueda de claves frente a la atribulada vida del siglo XXI, advierte la necesidad de no dejarse intimidar cuando los desafíos se presentan en toda su complejidad. Cuando tenés un gran desafío y sobre la marcha cambian los problemas que muchas veces no son los que ves, sino los que surgen de otros lados, las cosas que parecían fáciles se tornan difíciles, y este es el problema, estas son las reglas del juego que cambian constantemente, y la capacidad de una persona o de una empresa de adaptarse al cambio son las que lo hacen exitoso.

Corpulento, como un deportista de su tiempo que consolidó su vida al servicio de la ciencia a favor de los niños, Canessa manifiesta: La capacidad de adaptación y versatilidad de estar atentos, perceptivos y abiertos son parte de las claves que los seres humanos buscan en su devenir para alcanzar el bien y la satisfacción personal.

Recuerda que en la montaña algunos de los sobrevivientes se agarraban a golpes, por el estrés al que estaban sometidos, pero se arrepentían y pedían perdón, y esa fue otra lección de vida, porque solo la serenidad, el deseo de vivir, el sentido del humor y la esperanza les permitió salir de la congelada montaña.

No hay cosa que más me tranquilice que mirarme al espejo y decir, por suerte seguís siendo el mismo tonto de siempre, como cuando eras un niño. El día que yo me mire y diga que soy un genio, me daré cuenta de que empezó el declive, reflexiona cuando se le pregunta acerca de su condición en estos tiempos, y agrega: Sentir que llegaste demasiado alto es negativo para la organización y para la familia, porque es la falta de humildad.

Canessa añade que en su experiencia motivacional hay algunos aprendizajes que son empíricos. Yo les cuento cómo me fue y después de eso cómo se aplica en la vida. Sigo siendo cardiólogo infantil y me apasiona mi trabajo, porque considera que en las pláticas tiene que haber algo de práctica, no solo la teoría.

Reflexionando sobre la condición humana, las actitudes conformistas en quienes se sienten productos terminados y trabajan haciendo el menor esfuerzo, Canessa, comenta: Siempre digo que en el mundo se compite en una empresa como en un equipo de futbol. Si servís, estás, si no, no. Las quejas no hacen el resultado.

 

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