Los restos del cohete Larga Marcha-5B Y2, también conocido como CZ-5B, que puso en órbita la primera sección de la estación espacial china han caído este domingo en el Océano Índico, cerca de Maldivas, según han informado medios chinos.
El cohete Larga Marcha-5B Y2 ha vuelto a entrar en la atmósfera de la Tierra a las 10:24 hora local y la mayoría de sus restos se han desintegrado mientras que el resto ha caído a 72.47 grados de longitud este y 2.65 grados de latitud norte, según ha indicado la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China.
El cohete fue lanzado el pasado 29 de abril, y se esperaba la reentrada del módulo CZ-5B en algún momento entre el sábado 8 y el domingo 9 de mayo. En concreto, se trata de un cuerpo cilíndrico de 31 metros de longitud y 5 metros de diámetro, con una masa de alrededor de 20 toneladas.
Analistas espaciales chinos citados por Global Times –medio propiedad del Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista Chino– explica que los escombros de los lanzamientos de cohetes que caen de regreso a la Tierra son comunes en el campo aeroespacial «y la afirmación del Pentágono de que los restos del cohete están volando de regreso fuera de control y pueden causar daños si impactan en áreas habitadas no es más que la exageración occidental de la ‘amenaza de China’ en el avance de la tecnología espacial».
En las redes
Según reportes de los usuarios de las redes sociales, los restos del cohete fueron avistados sobre Omán, Israel y Arabia Saudita.