«Resistir al chantaje»: Francia alza la voz contra el boicot en el mundo musulmán

Varias voces se alzaban este lunes en Francia contra los llamados a un boicot de los productos franceses en varios países de Oriente Medio lanzados después de las recientes declaraciones del presidente Emmanuel Macron sobre el islam.

«No vamos a ceder al chantaje», dijo Geoffroy Roux de Bézieux, presidente de la principal organización patronal de Francia, Medef, que pidió a las empresas francesas que antepongan sus «principios» a los negocios.

En la raíz de la ira de una parte del mundo musulmán contra Francia están las declaraciones de la semana pasada de Emmanuel Macron prometiendo que Francia no renunciaría a las caricaturas y a la libertad de expresión.

El mandatario francés pronunció estas palabras en un homenaje nacional a Samuel Paty, el profesor decapitado en un ataque islamista por mostrar caricaturas del profeta Mahoma en clase.

Fuera del negocio

Desde el sábado por la noche, los productos franceses comenzaron a ser retirados de las estanterías de los supermercados en Doha, Catar.

El lunes, la ministra francesa de Cultura, Roselyne Bachelot, llamó al «apaciguamiento». Francia no está luchando «contra los musulmanes franceses» sino contra «el islamismo y el terrorismo», aseguró.

La víspera, el ministerio de Relaciones Exteriores francés dijo que «los llamamientos al boicot son inútiles y deben cesar inmediatamente, al igual que todos los ataques contra nuestro país, que son utilizados como herramienta por una minoría radical».

Emmanuel Macron tuiteó poco después: «Apreciamos la libertad, garantizamos la igualdad, vivimos la fraternidad con intensidad. Nada nos hará retroceder, nunca».

Productos franceses reemplazados

La ira también aumentaba en Jordania, donde varios videos en redes sociales mostraban productos franceses retirados de estantes de supermercados o sustituidos por productos de otros países.

Los videos estaban acompañados por etiquetas de tipo #FranceBoycott o #OurProphetisaredline» (Nuestro profeta es una línea roja).

El jefe de la Cámara de Comercio de Amán, Khalil Haj Tawfeeq, escribió al embajador francés en Jordania pidiendo que Emmanuel Macron se disculpe inmediatamente.

También se lanzaron llamados a manifestar el lunes en la Franja de Gaza y el martes en Amán. Este fin de semana, se celebraron varios mítines en Túnez y en algunas regiones de Siria.

También hubo muchas reacciones políticas, empezando por el Presidente turco Recep Tayip Erdogan que dijo que Emmanuel Macron debe «someterse a exámenes (mentales)».

En Pakistán, el primer ministro Imran Khan acusó al Macron de «atacar al islam».

El ministerio de Relaciones Exteriores de Marruecos, por su parte, dijo que el reino condenaba «enérgicamente la publicación de caricaturas ultrajantes para el islam y el profeta».

Los talibanes, por su parte, condenaron las «declaraciones del presidente francés» en un comunicado, calificándolas de «ignorantes e islamófobas».

Las empresas de alimentos, bienes de lujo y cosméticos podrían verse particularmente afectadas por este boicot en los países del Magreb y del Próximo y Medio Oriente.

Preguntado sobre un posible boicot recíproco, Geoffroy Roux de Bézieux se negó a considerarlo.

«No respondamos a la estupidez con estupidez (…) No se trata de boicotear a nadie, sino de apegarnos a nuestros valores republicanos», dijo. Y relativizó: por el momento el boicot es «bastante localizado», añadió.

Según el gobierno francés, las primeras consecuencias de este boicot aún no son cuantificables.