Reino Unido sanciona por corrupción a Álex Saab, supuesto testaferro de Maduro, y al hijo de Teodoro Obiang

El Gobierno de Reino Unido anunció este jueves una batería de sanciones por corrupción contra una serie de personas en Venezuela, Guinea Ecuatorial, Irak y Zimbabue, entre ellos Álex Saab, supuesto testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Mangue.

El anuncio fue realizado por el ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, quien destacó que estas sanciones implican la congelación de activos y una prohibición de viaje para los afectados.

Así, detalló que los sancionados son Saab y Álvaro Enrique Pulido, ambos venezolanos, por «explotar dos de los programas públicos de Venezuela que se establecieron para proporcionar a los venezolanos pobres alimentos y vivienda asequibles», según un comunicado publicado por el Gobierno británico.

«Ambos se beneficiaron de contratos adjudicados incorrectamente, en los que los bienes prometidos se entregaban a precios muy inflados. Sus acciones causaron más sufrimiento a los venezolanos que ya estaban en la pobreza para su propio enriquecimiento privado», destacó.

Guinea Ecuatorial

Asimismo, recalcó que el vicepresidente ecuatoguineano e hijo del presidente de ese país, Teodoro Obiang, fue sancionado «por su participación en la apropiación indebida de fondos estatales en sus propias cuentas bancarias personales, acuerdos de contratación corruptos y solicitud de sobornos para financiar un estilo de vida lujoso inconsistente con su salario oficial como ministro del Gobierno».

A ellos se suman el zimbabuense Kudakwashe Regimond Tagwirei, «por beneficiarse de la apropiación indebida de bienes cuando su empresa, Sakunda Holdings» y «canjear letras del Tesoro del Gobierno de Zimbabue hasta diez veces su valor oficial».

«Sus acciones aceleraron la deflación de la moneda de Zimbabue, aumentando el precio de los productos básicos, como los alimentos, para los ciudadanos de Zimbabue», explicó el Ejecutivo británico.

Por su parte, el antiguo gobernador de la provincia iraquí de Nínive, Naufal Hamadi al Sultán, ha sido sancionado por su papel en «graves actos de corrupción», entre ellos la apropiación indebida de fondos públicos «destinados a los esfuerzos de reconstrucción y para brindar apoyo a civiles».

«La acción que hemos tomado hoy está dirigida a personas que se han llenado los bolsillos a expensas de sus ciudadanos», ha dicho Raab. «Reino Unido está comprometido con la lucha contra la plaga de la corrupción y la rendición de cuentas de los responsables de su efecto corrosivo», agregó.

«La corrupción agota la riqueza de las naciones más pobres, mantiene a su gente atrapada en la pobreza y envenena el pozo de la democracia», zanjó. Reino Unido ha sancionado a 27 personas en todo el mundo desde la puesta en marcha de su régimen de sanciones en abril de 2021.

Rechazo del gobierno de Venezuela

El ministro de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, compartió un comunicado en el que el Gobierno de Maduro manifestó su «categórico rechazo» a la decisión del Ejecutivo británico de sancionar a Saab y Pulido.

«Esta decisión, contraria al derecho internacional, refleja la inmoralidad del Gobierno británico al erigirse como supuesto juez anticorrupción en el mundo, mientras actúa como uno de los principales responsables del robo de activos pertenecientes a todos los venezolanos«, expresó el Ejecutivo de Maduro.

Asimismo, demandó que sea «investigado y castigado» el «daño en vidas humanas y limitaciones para la atención a la pandemia como consecuencia del secuestro de recursos de Venezuela en Reino Unido».

«El Gobierno británico de turno es el principal responsable de este asalto y, tarde o temprano, tendrá que rendir cuentas ante la justicia internacional», aseveró el Gobierno, para añadir que la imposición de sanciones a «ciudadanos que de dedican a facilitar el acceso a la alimentación de los venezolanos sorteando el bloqueo inhumano de EEUU, es un acto criminal».

En este sentido, ha criticado que este acto se «corresponde» con la «estrategia fracasada de generar daño a la institucionalidad de Venezuela», lo que, como ha apuntado el Ejecutivo venezolano, «deja en evidencia, una vez más, la errática política británica hacia Venezuela».

«El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela seguirá denunciando ante la comunidad internacional la descarada actuación del Gobierno británico, cuyas acciones actuales no se alejan de la de sus piratas y corsarios, siempre codiciando recursos ajenos, al margen del derecho internacional y la civilidad», ha concluido el comunicado del Gobierno de Maduro.