Reapertura de alto riesgo para los hoteles de lujo de París

Los hoteles de lujo vuelven a abrir sus puertas en París tras casi seis meses de cierre por la pandemia. Pero, sin sus acaudalados clientes extranjeros, esperan mantenerse a flote atrayendo a los parisinos a sus restaurantes y spas, una estrategia que podría no ser suficiente.

Ante la falta de reservas, la mayoría de estos establecimientos han pospuesto su reapertura hasta septiembre:

  • menos de uno de cada tres hoteles de cinco estrellas de la capital francesa han reanudado su actividad
  • según la empresa especializada MKG Consulting, frente al 68% del resto del país y el 100% del litoral.

Aunque son un nicho de mercado, los hoteles de lujo «son la vitrina del turismo de alta gama en París […] y sería beneficioso para todo el sector que recuperen su lugar», dijo a la AFP el presidente de MKG, Vanguélis Panayotis.

Estos establecimientos tienen «una responsabilidad social con las tiendas, los taxistas, los comercios a los que hacen vivir a su alrededor y sus proveedores«,

añadió François Delahaye, propietario del Meurice y del Plaza Athénée.
Habitación estándar del hotel Meurice, París.
  • Estos dos hoteles, de los más prestigiosos de la capital francesa, volvieron a abrir sus puertas el martes
  • al igual que el Bristol y el Park Hyatt Paris-Vendôme
  • pero otros, como el célebre Lutetia, que tiene previsto abrir el 24 de este mes, mantienen por el momento cerradas sus puertas.

«Hemos abiertos los spas, el restaurante gastronómico -Alain Ducasse- del Plaza, que funciona bien, pero no el del Meurice. Esperaremos hasta el 22, porque no teníamos suficientes reservas», explica Delahaye.

Hotel Ritz, París

El Ritz y el Crillon fueron los primeros en lanzarse al agua, el 24 de agosto.

«Para los que abren hay un riesgo real, porque estarán en niveles de frecuentación muy bajos, 30% o 20%, lo que claramente no es suficiente para hacer funcionar establecimientos tan grandes que ofrecen servicios de lujo: servicio de habitaciones las 24 horas, servicio de conserjería, valet parking», subraya Panayotis.

¡Tenemos que ser positivos!

El Meurice y el Plaza Athénée, que tienen una clientela mayoritariamente estadounidense, sin duda «perderán dinero, pero tenemos que jugar el juego para reiniciar la máquina», dice Delahaye. 

«Y gracias al sistema de trabajo a tiempo reducido establecido por el Estado, sólo 180 de los 550 empleados han vuelto al trabajo a tiempo completo, los demás están trabajando una de cada dos semanas», dice.

«Sin esto nos veríamos obligados a despedir a nuestros empleados, lo que sería una tragedia».

En diez años, el número de habitaciones de los hoteles de lujo parisinos se ha duplicado, hasta alcanzar las 1,800 habitaciones, frente a las 80,000 de todo el complejo hotelero de la capital francesa.

Pero aparte del Hotel Bulgari, que abrirá sus puertas en 2021, es probable que los nuevos proyectos se pospongan.

En el Park Hyatt Paris-Vendôme, con 156 habitaciones y 300 empleados, «estamos muy contentos de tener de vuelta a nuestra clientela francesa y europea», dijo a la AFP su director general, Claudio Ceccherelli.

En tiempos normales, los clientes franceses y europeos representan sólo el 25% de la clientela de los hoteles de cinco estrellas de París. Los otros tres cuartos vienen de Estados Unidos, Japón, China, Oriente Medio, Brasil o Rusia.

Para atraer a la clientela parisina, el restaurante del Park Hyatt, Pur, que reabre el 16 de septiembre, ofrecerá a los clientes la oportunidad de crear su propio menú de 3, 6 u 8 platos firmado por el chef Jean-François Rouquette, dice Ceccherelli.

«Por el momento sólo tenemos unas pocas habitaciones ocupadas, pero esperamos que las reservas aumenten. ¡Tenemos que ser positivos! Aunque no tengamos visibilidad para eventos como Roland Garros o la Semana de la Moda», agrega.

Para la Semana de la Moda, el gigante del lujo LVMH «que reservaba 1.250 pernoctaciones, bajó a 250», explica Delahaye, «porque invitaban a estadounidenses o a chinos, que no salen de su país por la cuarentena».