Real Madrid y Villarreal se repartieron un bonito choque de LaLiga Santander este sábado en su décima jornada, en el marcador (1-1) y con una parte para cada uno, con los goles de Mariano y Gerard Moreno en el Estadio de La Cerámica, en busca ambos de un paso más en la zona alta de la tabla.
El cuadro blanco tuvo la primera parte y el amarillo la segunda. Los de Zinedine Zidane saltaron con fuerza y un gol de Mariano a los dos minutos, pero tras el descanso fallaron esas fuerzas en un once de poco habituales. El Villarreal terminó enseñando el juego que le permite pelear por el liderato en este inicio de campaña y, tras el empate de Moreno, de penalti en el 76′, llegó a perdonar.
Tras 45 minutos anulado, el cuadro de Unai Emery puso en jaque a un Madrid que terminó pidiendo la hora, para no seguir a merced de un rival que este año pide sitio entre los mejores. El Villarreal se queda segundo, a falta del resto de la jornada, con 18 puntos por los 16 de un Madrid que confía en recuperar efectivos de cara a la importante papeleta en Liga de Campeones contra el Inter de Milán.
Con ausencias importantes en plaza exigente, la línea vital de su columna vertebral como es Sergio Ramos-Casemiro-Benzema, la ‘segunda unidad’ elegida por Zidane para La Cerámica fue solidaria en su esfuerzo. Mucha presión para maniatar a un ‘submarino’ bombardeado a los dos minutos por el cabezazo de Mariano a centro de Carvajal.
El gol hizo daño en el marcador y el orgullo, aunque se pueda buscar la polémica. Y es que el asistente levantó y bajó el banderín por un amago de Lucas Vázquez por entrar en la jugada, pero finalmente no influyó aunque se acercó a Carvajal antes del centro del madrileño. El Madrid estuvo más metido y Mariano, acertado.
Con viento a favor, los visitantes se desgastaron para dominar el escenario, con el Villarreal anulado y echando de menos a Paco Alcácer, en especial su socio Gerard Moreno. El ‘7’ local tardó en entrar en juego y cuando lo hizo fue lejos de la meta rival, y no se entendió con un Bacca muy desparecido. El control era visitante.
Un cabezazo mal dado de Parejo fue lo mejor de un Villarrea bloqueado, sin su alegría habitual por un Madrid pegajoso, que no receló tampoco de una falta a tiempo de Mendy o Varane para cortar potenciales peligros. A los de Zidane tampoco les sobraban llegadas, el pero sobre las expectativas con Odegaard y Hazard.
Mejora el Villarreal tras el descanso
Ambos de hecho fueron los primeros cambios de Zidane, por Isco y Vinicius, viendo el regreso mejorado del rival tras el descanso. Emery había movido ficha antes y con buen resultado, en especial por la profundidad de Estupiñán y los desmarques de Chukwueze. El lateral izquierdo dio un pase de gol a Parejo, pero el internacional español perdonó en su llegada de segunda línea.
Al Madrid se le hacía largo el partido, jugando mucho en su campo, cuando Courtois salió mal y cazó a Chukwueze. La pena máxima, otra más como en la derrota en Mestalla antes del parón, permitió el empate de Gerard y terminó de volcar a los locales. Con más huecos, el Madrid sufrió aunque también intentó ir a por el partido.
Más contundente fue el Villarreal, que perdonó por medio de Gerard, por culpa de Varane, y ya en el descuento con Kubo, jugador cedido por el Madrid que rozó la sentencia a los blancos. La prueba de madurez para el ‘submarino’ salió notable ante un Madrid que ofreció una buena versión a medias, sin la tradicional pájara tras un parón por selecciones, antes de pensar en el Inter.