¿Qué posibilidades tendría el «euro sudamericano» que valoran Brasil y Argentina?

  • La idea de una posible divisa regional ha acaparado titulares previo a la visita del presidente brasileño Lula da Silva a Argentina, aunque funcionarios y expertos se han apresurado a desestimar la puesta en marcha a corto plazo de una unidad monetaria para sustituir al peso y al real.

MIAMI, EEUU — El anuncio esta semana de que Brasil y Argentina trabajaban en una propuesta de moneda común para revitalizar el comercio bilateral y reducir la dependencia del dólar estadounidense, levantó expectativas sobre la posible aparición de un bloque monetario con el potencial de convertirse en el segundo mayor del mundo después de la Zona Euro.

«Hemos decidido avanzar en las discusiones sobre una moneda sudamericana común que pueda ser utilizada tanto para flujos financieros como comerciales, reduciendo costos operativos y nuestra vulnerabilidad externa», adelantaron los presidentes de Brasil y Argentina, Luiz Inácio Lula da Silva y Alberto Fernández, respectivamente, en un artículo conjunto el domingo.

El interés internacional ante la propuesta de una divisa común, que no es nueva y ya había sido mencionada por Lula da Silva en sus mandatos anteriores, aumentó en parte debido a un reporte del influyente diario británico Financial Times y a la reacción favorable del magnate sudafricano Elon Musk.

El Financial Times informó que la iniciativa sería uno de los puntos centrales en la visita de Lula da Silva a Buenos Aires, su primer viaje al exterior desde que asumiera la presidencia brasileña por tercera vez.

«Habrá una decisión de comenzar a estudiar los parámetros necesarios para una moneda común, que incluye todo, desde cuestiones fiscales hasta el tamaño de la economía y el papel que cumplirán los bancos centrales», dijo al medio británico el titular de Economía argentino, Sergio Massa.

El revuelo se centró sobre todo en el potencial del «sur», como se llamaría inicialmente la divisa, de convertirse en una especie de «euro sudamericano» si el resto de los países de la región aceptaban la invitación para usarlo. De ser así, esta unión monetaria podría representar un 5 % del PIB mundial.

Expertos no están convencidos

¿Estamos entonces cercanos a la creación de un nuevo bloque monetario? Analistas y expertos no lo ven probable, al menos no al corto plazo.

Según el profesor de Economía de la Universidad Pontificia Javeriana de Cali, Colombia, Pavel Vidal, en la actualidad no están «dadas las condiciones para una unión monetaria en América Latina, y menos entre Brasil y Argentina».

«Entiendo el interés y la importancia de querer ganar autonomía en relación al dólar estadounidense, pero se requiere una convergencia de los países, unas instituciones sólidas e independiente para el manejo de la políticas económicas y unos indicadores de equilibrios macroeconómicos y de deuda pública sostenibles antes de comenzar a pensar en compartir una moneda común», explicó Vidal a la Voz de América.

Para el economista, Argentina -sobre todo- «no cumple con estos criterios». La nación argentina se encuentra en medio de una crisis por la caída de reservas en dólares y experimentó una inflación cercana al 100 % en 2022.

Otros expertos han señalado la disparidad en las economías de los dos países. El analista y economista colombiano Julio César Herrera opinó en un artículo publicado en El Economista que, para hacer realidad esta moneda única, ambos gobiernos «tendrían que imprimir billetes» algo muy difícil de realizar en estos momentos.

«La economía argentina, con su gran déficit y su gran deuda, no tiene la capacidad de ser un aliado. Brasil tiene una economía y un sistema productivo mucho más fuerte. Económicamente no tiene sentido tomar dos economías tan dispares e igualarlas”, advirtió Herrera.

Para Vidal, en la actualidad el «mejor arreglo monetario sería pensar en alguna forma de promover comercio y endeudamiento empleando como unidad de cuenta las monedas propias con algún tipo de indexación a la inflación regional. Es decir, pensar en arreglos cambiarios e indexación a la inflación como vía para usar menos el dólar, y no tanto en compartir una moneda en común, que resulta un objetivo mucho más ambicioso y poco factible en las condiciones actuales», sentenció.

En busca de soluciones

Ante la expectación por un posible anuncio tras el encuentro del lunes de Lula da Silva y Fernández en Buenos Aires – previo a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) – funcionarios de ambos gobiernos se apresuraron a especificar que, de momento, lo que buscaban es soluciones inmediatas para fortalecer las economías de ambos países.

«El comercio está muy mal y el problema es precisamente la moneda extranjera, ¿no? Así que estamos tratando de encontrar una solución, algo en común que pueda hacer crecer el comercio», dijo el lunes a la prensa el ministro brasileño de Hacienda, Fernando Haddad, a su llegada a la capital argentina.

Haddad especificó que primero se enfocan en cómo ayudar a Argentina a adquirir las exportaciones brasileñas sin afectar sus escasas reservas en dólares, en lugar de en lanzar una moneda común de amplia circulación en ambos países.

El ministro brasileño habló de una «unidad de comercio común», pero desestimó la idea de una moneda unificada.

Su homólogo argentino ya había detallado al Financial Times que esta divisa circularía en paralelo al real y el peso. «Es el primer paso de un largo camino que América latina debe recorrer», señaló Massa, quien agregó con cautela que no quería «generar falsas expectativas».

El «euro sudamericano» todavía demora

En Buenos Aires, Lula da Silva y Alberto Fernández, ambos de tendencia izquierdista, aseguró que aún no se habían tomado decisiones importantes sobre la implicancia de una propuesta de moneda común que sustituyera a las ya existentes.

Lo que sí se conoce es que ambas partes discuten un acuerdo para intensificar el comercio bilateral que, según el ministro Sergio Massa, cayó cerca del 40 % en los últimos 10 años.

La estrategia consiste, reporta Reuters, en un acuerdo bajo el que los bancos brasileños darían créditos a los importadores argentinos, respaldados por un fondo del Gobierno brasileño para garantizar los pré

A Argentina le tocaría proveer garantías para el financiamiento comercial de Brasil con liquidez internacional.

«Podrían ser títulos chinos, pueden ser contratos de compra de gas, trigo. Algo con liquidez internacional que garantice que, en caso de falta de pago por el importador argentino, Brasil pueda acceder para compensar esa falta de pago», especificó una fuente citada por Reuters.

Por el momento, las operaciones se realizarán en reales, detalló la misma fuente.

El ministro argentino de Economía apuntó por su parte que avanzan «en un programa de financiamiento de exportaciones recíproco que tiene por objetivo, en el caso de Brasil, aumentar el volumen y simplificar la vida de las empresas brasileras a la hora de exportar a la Argentina, y en el caso de Argentina, aumentar el ritmo de abastecimiento en las cadenas de valor de Argentina».