PROVOCATIO: Ser de izquierda o de derecha


En una era en la que se impone la carencia de formación política y la influencia de las redes sociales, las posturas y militancias políticas han sido reducidas a caricaturas, lo cual, no pasa por casualidad. Negar la existencia y, sobre todo, la injerencia de las ideologías y las posturas de izquierdas y derechas, responde a la necesidad de abolir en el imaginario social, la lucha de clases y los antagonismos que la realidad refleja, dada la estructura de desigualdad que se evidencia, independientemente de lo que deseamos y sentimos.  


José Alfredo Calderón E. (Historiador y analista político)

Hoy en día, cuando se le pregunta a alguien cómo se define, si de izquierda o derecha, las reacciones son de rechazo, con pocas variantes: “Eso ya no existe”, dice la mayoría, ignorando que ambas posturas no solo subsisten, sino que están claramente asociadas al pensamiento político o ideologías. Para mayor detalle, se pueden consultar mis anteriores columnas sobre el tema: https://cronica.com.gt/provocatio-pseudopartidos-y-pseudoideologias-1a-parte/ y https://cronica.com.gt/provocatio-pseudopartidos-y-pseudoideologias-2a-parte-y-final/

Las mismas personas que rechazan la vigencia de las ideologías, son casi las mismas que abjuran de los términos izquierda y derecha, los cuales, por cierto, deberían manejarse en plural, pues hay muchos matices entre ambos extremos. Quizá el maniqueísmo tan propio de Guatemala, haya causado tanto rechazo a los términos aquí analizados. Ver las cosas en blanco y negro, es muy común: eres comunista o anticomunista, cristiano o ateo, amigo o enemigo. Por supuesto, esta polaridad trae consigo una valoración, regularmente negativa: si no eres bueno (según mi criterio) entonces eres malo. Esta situación tuvo consecuencias terribles durante la guerra interna. Se puede recurrir a los informes de la Comisión del Esclarecimiento Histórico (CEH) y del Arzobispado: Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI).

En una era en la que se impone la carencia de formación política y la influencia de las redes sociales, las posturas y militancias políticas han sido reducidas a caricaturas, lo cual, no pasa por casualidad. Negar la existencia y, sobre todo, la injerencia de las ideologías y las posturas de izquierdas y derechas, responde a la necesidad de abolir en el imaginario social, la lucha de clases y los antagonismos que la realidad refleja, dada la estructura de desigualdad que se evidencia, independientemente de lo que deseamos y sentimos.

Finalizada la guerra, las élites quisieron abolir la memoria histórica y el uso de términos que, según ellos, polarizaban a la sociedad y que podía revivir las luchas por el cambio, las cuales siempre rechazaron, pues atentaban contra sus privilegios. Además de la descalificación de los términos analizados, surge una tendencia purista a considerar que todo lo que no está en mi espectro político, está del lado totalmente opuesto, sin matices. El simple hecho de mencionar vocablos como: Justicia social, desigualdad, grupos vulnerables, derechos humanos, paz, nuevo modelo económico, inclusión, etc.; da la pauta para calificar como comunista a alguien o cuando menos, filocomunista.

En el lado de las izquierdas, surgió también un purismo dogmático para descalificar a la izquierda no radical, estigmatizando de facho a todo aquel que no fuera marxista. Por cierto, esa pugna desdibujó el concepto de “radical”, que significa ir a la raíz y no necesariamente encarna violencia y/o cambio revolucionario. Hasta en el seno de las organizaciones guerrilleras se dieron diferencias irreconciliables que, ni cuando por presiones externas se formó la URNG en 1984, se lograron resolver. En la actualidad, estas diferencias subsisten y son más o menos visibles en un gran sector de sociedad civil.

El actual escenario político presenta una peculiar distorsión ideológica por cuatro motivos:

  • La preminencia de las opciones de derechas, dejando en la pura representatividad ínfima a quienes se declaran, todavía, de izquierdas;
  • El acomodamiento de las únicas dos opciones de izquierdas que hay: URNG Y WINAQ y que claramente se puede observar, en la forma cómo votan en el Congreso.
  • La irrupción del narco como protagonista de la vida social, económica y política del país.
  • La corrupción como eje transversal de la actividad política. Hoy en día los negocios son prioridad, por sobre cualquier planteamiento ideológico.

En síntesis, la naturaleza de las ideologías hace que no puedan desaparecer.  La formación (o deformación) durante la niñez, adolescencia y juventud de cualquier humano, repercute en que las respuestas a las principales preguntas de la dinámica política y social, sean siempre ideológicas. Basta citar algunos ejemplos: ¿Cómo creo que debe ser la educación? ¿Gratuita, universal y pública, privada o mixta? Misma situación para la salud, la cultura, el transporte, los servicios, etc.  En consecuencia, los términos de izquierdas y derechas, siguen presentes, más allá que se acepten o no. En otra entrega hablaré sobre qué es lo que caracteriza a cada postura política.


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