PROVOCATIO: Pseudopartidos y pseudoideologías (2ª parte y final)

Prácticamente no hay nada asociado a nuestras dinámicas de vida que no esté impregnado de ideología.  Lo único que varía es si estamos conscientes de ella o no.  Estos valores surgen desde la infancia y van desarrollándose al margen de nuestra voluntad. El entorno familiar, comunitario, religioso y de la escuela, son los primeros espacios que van llenando nuestra mente de esos pensamientos que, para bien o para mal, pueden ser simples prejuicios o verdades que orientan nuestro actuar.  

José Alfredo Calderón E.

Historiador y analista político

En la primera parte de esta entrega dejamos en claro varios puntos: no existe un sistema de partidos políticos en Guatemala sino una plataforma electorera; los únicos partidos políticos que existieron, a la luz de la doctrina de la ciencia política fueron tres y que las denominaciones de izquierdas y derechas (en plural) no responden a una ideología política propiamente dicha. Se comentó, además, sobre las supuestas ideologías de los partidos políticos autorizados actualmente. https://cronica.com.gt/provocatio-pseudopartidos-y-pseudoideologias-1a-parte/

Se debe acotar, para aquellos que aún no tienen claro el concepto de ideología, que solo existen dos clases de personas: quienes tenemos una ideología definida y lo expresamos, y quienes niegan tenerla por ignorancia o cualquier razón baladí. Todas las personas tenemos ese bagaje cultural, ese conjunto de valores y concepciones que da base a ideas y opiniones sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. Las ideologías son representaciones de la realidad, no necesariamente verdaderas y nos sirven para expresar lo que pensamos, por ejemplo, sobre el origen de la vida, la importancia de la ciencia, cómo debe organizarse la sociedad y cómo debieran ser las políticas públicas; si la educación y la salud debe ser privada, pública o mixta, por qué se debe tener un Estado laico o no, o por qué se debiera optar por un modelo económico liberal, socialista o mixto.

Prácticamente no hay nada asociado a nuestras dinámicas de vida que no esté impregnado de ideología.  Lo único que varía es si estamos conscientes de ella o no.  Estos valores surgen desde la infancia y van desarrollándose al margen de nuestra voluntad. El entorno familiar, comunitario, religioso y de la escuela, son los primeros espacios que van llenando nuestra mente de esos pensamientos que, para bien o para mal, pueden ser simples prejuicios o verdades que orientan nuestro actuar.

Respecto a lo que significa “ser de izquierdas o de derechas” queda para otro artículo, pero hay que advertir, de entrada, que quien descalifica las ideologías, luego dice que ya el mundo no se mueve dentro esos polos, lo cual no deja de ser malicioso y no es necesariamente cierto.

Pareciera algo tan simple, pero es impresionante el analfabetismo político de la comarca, por lo que siempre conviene recapitular al respecto. Continuemos pues con las ideologías de los partidos:

Partido político Nosotros: el plan B de Sandra Torres, afirma ser de centroderecha, con lo cual pretende ocultar la orientación derechista del partido y la matiza con la palabra “centro”. Otros optan por indicar que se es de derecha “moderada”. En este caso, es importante señalar que el secretario general es contratista del Estado, yerno de la señora Torres e hijo del temible represor de los años ochenta, Manuel de Jesús Valiente Téllez, razón por la cual decidió cambiarse el nombre por Rudy Guzmán.

Visión con Valores: otro que se define como de centroderecha, cuando hasta el más inocente ciudadano sabe que el ex partido de Zury es de extrema derecha. Nuevamente, se recurre a la orientación política y no a una ideología en particular.  

Partido Unionista: derivación del PAN y basado en la ideología del extinto MLN,llegó a replicar su lema:Dios, Patria y Libertad. Su líder fue el desaparecido Álvaro Arzú Irigoyen de extrema derecha. Dicen ser un partido conservador liberal, yo corregiría: neoliberal.  

Partido Podemos: una agrupación mínima (José Alejandro De León Maldonado es su único diputado en el Congreso) se autodefine como centroderecha. Ya expusimos lo que pasa con todos lo que utilizan este término.

Partido Prosperidad Ciudadana: en proceso de cancelación, se etiqueta, también, como de centroderecha. Liderado por el señalado y derechista exalcalde de Villa Nueva y ex de CREO, Edwin Escobar Hill.

Partido Todos: cuyo líder es el engominado, extravagante y controversial Felipao Alejos, se define como “centro humanista”, aunque ninguno de los dos calificativos sea coherente. De hecho, tiene fuertes señalamientos que lo ligan a actividades ilícitas y a los grupos conservadores del poder. Extrema derecha sería la orientación más creíble para esta agrupación.

Unidad Nacional de la Esperanza: se vende como socialdemócrata, aunque todos sabemos que su lideresa, Sandra Torres, es una maquilera y política oportunista, que se muda de piel de acuerdo con la ocasión. Es quizá, la pieza más importante del mal llamado sistema político guatemalteco, porque levanta una inexistente bandera de izquierdas mientras sus actuaciones (sobre todo, sus votos en el Congreso) apuntan en una dirección totalmente conservadora. Por otra parte, el repudio que genera en gran parte del electorado, la hacen la participante ideal en segunda vuelta, pues cualquiera que compita contra ella será el ganador.

Unión del Cambio Nacional: tercer nombre similar utilizado, pues ya fue cancelado en dos ocasiones y ahora, enfrenta un proceso más. Según la DEA y el Departamento de Estado norteamericano, la ideología del partido es “narco”. Centroderecha es la etiqueta utilizada por este partido de extrema derecha.

Unión Republicana: es otro que recurre al sarcasmo: “derecha con conciencia social”. Derecha conservadora es la orientación que mejor se aplica en este caso, cuyos dirigentes son los temibles hermanos Melgar Padilla, militares acusados de varios ilícitos que incluyen el asesinato de su propio padre.

Valor: se etiqueta como “conservador clásico”, forma un poco más “elegante” que decir extrema derecha. Su precandidata Zury Ríos reúne a fuerzas militares ultraconservadoras tras de sí.

Vamos por una Guatemala diferente –VAMOS–: el partido gobernante que evidencia su más recalcitrante conservadurismo pero que se define, descaradamente, como “demócrata progresista”.

Partido Victoria: del clan familiar Rivera y que concentra su radio de acción en Mixco y Escuintla. A secas, se define como “centro”, es decir, ni lo uno ni lo otro, sino más bien, todo lo contrario…

Como se puede constatar fácilmente, hay dos cosas en común en esta lista de 23 supuestos partidos: una mezcolanza entre ideología y una postura u orientación política; y, por otra parte, una improvisación y/o descaro a la hora de etiquetarse como partidos no extremos, aunque  la praxis los delata de cuerpo entero.

A pesar de lo grotesco de este circo, un pueblo ignorante y temeroso es el mejor cliente. El sistema sigue funcionando y el año entrante seguirán existiendo siete segmentos de votantes:

  1. Las redes de las mafias que ya gozan de privilegios.
  2. Los que sueñan con tener esos privilegios, ya sea mediante el oportunismo de subirse a un carro “ganador” o por parentesco o amistad con algún miembro de las redes mafiosas.
  3. Los adláteres de los reclutadores de las mafias y los incautos que sucumben a ese reclutamiento.
  4. Los que se dicen antisistema pero participan del sistema. Desde la concepción de votar por “el menos malo”, pasando por el “es peor dejar que otros voten por vos”, hasta el romántico: “votemos por el que parezca más de izquierdas”.
  5. Los soñadores en un milagro que, por mágicas razones, lleve a un ungido fuera de serie que provoque “una sorpresa”.
  6. El que vota por inercia porque se aprendió la lección del “deber ciudadano” legitimando el sistema fraudulento con su voto.
  7. Y la gran mayoría, aquellos que no opinan, no entienden, sobreviven y cuya dinámica de vida se consume en la búsqueda de comida y trabajo, o en el sueño opiáceo de irse al Norte. Desde su precaria condición e imaginario básico, votar parece ser lo único que no le prohíben y es gratis. Aunque parezca sospechoso, optan por ejercer el sufragio. Si les pagan pasaje, comida y votan en familia, por lo menos les servirá como paseo.