PROVOCATIO: ¡Listos, cámara, acción!

  • En mi columna anterior comenté: “los tres sectores del capital ya tienen como punteros a sus respectivos candidatos, muy separados del resto”. También afirmé que la utilidad del patán del TikTok solo había servido para patear el cartón politiquero y reafirmar a los 3 favoritos de las élites.  El resto de contendientes, del cuarto para abajo, no tienen ninguna posibilidad de llegar.  Será más divertido observar cómo se las baten para no quedar en el último lugar.

José Alfredo Calderón

Historiador y analista político

Al respecto, publiqué un tuit sobre cuál sería la ubicación del octavo al último lugar, pasando por una zona gris del 4° al 7°.  Los únicos 3 viables ya están definidos y ellos son los abanderados de sus respectivos sectores de capital para disputarse el pase a la segunda vuelta. No hay cómo perderse, porque solo hay dos posiciones para tres contendientes. https://twitter.com/jace0060/status/1664756568674508800?s=20

La disputa electorera no es entre candidatos, sino entre capitales. Los empresarios patrocinan a todos pero, igual que en las carreras de caballos, le apuestan más a quienes mayores posibilidades tienen. Debido a esto, primero debe entenderse los tipos de capital que existen y cómo funciona la dinámica del poder económico y político.

Hay dos temas que siguen confundiendo a la población, incluso a quienes se precian de tener alguna formación académica. El primero se refiere a quién manda realmente en este bello territorio.  Lo habitual es referirse al CACIF, la asociación formal y legal de las cámaras empresariales, como la culpable y causante de todos nuestros males ignorando que, dentro de las mismas élites, hay un grupo privilegiado aún más pequeño pero megapoderoso, que es el que verdaderamente “parte y reparte el pastel”.

No todos los empresarios son lo mismo, los diferencian los orígenes de sus capitales, sus reclamadas estirpes (abolengo) y la dinámica para producir más capital y construir más poder. Está claro que el poder económico manda, pero es importante distinguir las características de cada sector de capital.

La élite de las élites es el G-8, grupo que lo conforman las 8 corporaciones más grandes y fuertes del país (de ahí su denominación) y que la constituyen aproximadamente, unas 22 familias núcleo.  Este grupo no tiene personalidad jurídica (pues es un ente de facto) y la única ocasión que fueron visibles, fue aquella cuando la CICIG los sentó en el banquillo de los acusados y pudimos observar a quienes no gustan de las cámaras, pues para eso tienen a sus operadores políticos, el CACIF, los partidos políticos, líderes religiosos, cúpula militar y burocrática; todos ellos, en franca pero disimulada alianza con el narco.

El G-8 no tiene una unidad granítica sino operativa, pues tiene un invitado incómodo (sin abolengo) pero con mucho dinero: el capital corporativo o transnacional, cuyo representante más emblemático es el grupo de los Gutiérrez-Bosch.  En esa oportunidad en la que CICIG los evidenció, los procesos legales por evasión fiscal, lavado de dinero y otros delitos, fueron contra varios de ellos: José Fraterno Vila Girón, Salvador Paiz del Carmen, José Torrebiarte Novella, José Guillermo Castillo Villacorta, Felipe Bosch Gutiérrez, Herbert González Hertzsch, Ramiro Samayoa y Andrés Botrán.

Este petit económico-político es básicamente el capital oligárquico, aquel que se formó desde la Colonia (no en todos los casos, aclaro) y siguió formándose hasta la Revolución de Octubre en 1944. Presumen de abolengo por ser descendientes de los criollos conquistadores y colonizadores, estando muy ligados a la tierra obtenida en forma espuria, el trabajo forzado, la exención de impuestos y muchos favores del Estado, al cual manipulan.  Son poco propensos a trabajar y casi todo el capital fue obtenido con base a prebendas públicas.

Zury Ríos es la designada para representar y velar (en caso llegue) por los privilegios de este grupo. Constituyen la visión más retrógrada, primitiva y criminal. La señora ni siquiera pertenece a esa estirpe, por lo que su relacionamiento no deja de tener altibajos. Por ello, es falso afirmar que todas las derechas están con ella; aunque las más recalcitrantes, sí lo están.

El capital transnacional, corporativo o propiamente burgués (en el sentido histórico y científico del término) tiene su origen, paradójicamente, con la Revolución de Octubre. Al respecto, es conocida la protección del presidente Árbenz a los molinos de Totonicapán, propiedad de los Gutiérrez, que los salvó de la ruina.  Su capital se consolida en los años 70 y su dinámica económica no es tan ligada a la tierra sino a los negocios comerciales e industriales, así como aquellas actividades que empiezan a relacionar a Guatemala con el mundo, de forma más dinámica. Reconocen ciertos derechos laborales y su visión es más moderna y amplia, aunque no por eso, menos explotadora.

Las familias tradicionales (oligárquicas) desprecian a este nuevo capital y los llaman nuevos ricos, pues carecen de abolengo, según sus propias palabras. Varias familias hispánicas que huyeron de la Guerra Civil Española (1936-1939) emigraron a Guatemala y algunos, previamente lo habían hecho a México, empezando a formar este nuevo capital. El candidato de este grupo es Edmond Auguste Mulet Lesieur.

Finalmente, está el capital emergente, cuya irrupción se da en los años 80 y es el más heterogéneo de todos.  Aquí se encuentran personajes ligados a negocios lícitos e ilícitos con el Estado (proveedores), militares enriquecidos con la guerra interna, narcotraficantes, alta burocracia estatal, líderes de iglesias pentecostales y, sobre todo, neopentecostales, así como empresarios de todo signo.

El personaje más emblemático de este último capital es Mario López Estrada (recientemente fallecido) siendo el único billonario de Centroamérica, lo cual describe su gran poder.  Sin embargo, fue Edgar Gálvez Peña, el primer archimillonario conocido perteneciente a este grupo y ligado al narco, dueño del Banco Imperial (ya autorizado) que no vio la luz por el asesinato que sufrió en junio de 1992. Había sido financista del candidato oficial de la DC (Alfonso Cabrera) en 1990. La candidata de este grupo es Sandra Torres, pero ojo, ahora ya cuenta con apoyos provenientes del capital tradicional.

Los demás candidatos solo sirven para adornar la foto y para hacer más creíble la farsa electoral.  Como se puede constatar, gane quien gane, no afectará el modelo económico ni los grandes negocios y privilegios de las élites de los tres tipos de capital. Esto no quiere decir que estos 3 candidatos sean estrictamente lo mismo, pues el capital que está detrás de ellas y él, tampoco lo son.

Por último, un recordatorio, más por razones didácticas que esperanzadoras:

Voto nulo: Usted rechaza a todos los candidatos más no al sistema político-electoral.

Voto en blanco: No debería existir.

Abstención consciente: Rechazo al sistema: “A mí no me engañan, ya se cómo funciona la farsa.  No asisto a votar, pero no me quedo de brazos cruzados pues activo intensamente en otros espacios no electoreros, como la formación ciudadana y la articulación social para deconstruir futuro”. También existe una abstención a secas, aquella actitud inconsciente de no hacer absolutamente nada.

El escenario, las luces y los actores ya están listos para dentro de 19 días. Los dueños del país ya eligieron, solo falta que usted bote (sic) masivamente para legitimar lo actuado previamente.

#YoNoParticipoDeLaFarsa