Provocatio: COMUNISMO EN GUATEMALA: Historia y verdad

…queda claro que Guatemala no ha estado ni cerca del socialismo real o del comunismo, por lo que venir a asustar con el petate del muerto y pretender que la gente se trague el cuento que Semilla es la encarnación de un fantasma que nunca fue, es francamente estúpido. Ahora bien, la socialdemocracia del Movimiento Semilla es lo más cerca que hemos estado de un cambio no radical pero promisorio para las grandes mayorías y que toma distancia de la alianza criminal y lo que hemos soportado de 1954 hasta nuestros días.

JOSE ALFREDEO CALDERÓN (Historiador y analista político)

El domingo 25 de junio el pueblo votante habló. Los resultados claros dieron a la UNE y SEMILLA como finalistas para el balotaje. Lo de la vieja confiable (para el sistema) fue previsible, no así, la sorpresa de un partido progresista socialdemócrata en segundo lugar.

Durante años, la poca fuerza de la izquierda y la ausencia de una verdadera socialdemocracia, fue el vacío ideal para el oportunismo de Sandra Torres y que esta pudiera venderse como lo que no es: una expresión de centro izquierda.

Para la actual campaña, astutamente se movió más hacia la derecha de lo que ya estaba. Su discurso, ahora, no se diferencia de tantos partidos de derecha, incluso de la propia candidata del capital oligárquico, la señora Ríos Sosa.

Tácticamente, cambió el énfasis en el voto rural y se concentró en el antivoto urbano e interurbano.  Aún manteniendo un 41% de antipatía (más del doble de su más cercana perseguidora) los resultados terminaron favoreciéndola,[GR2]  pero por muy poco.

Quitadas las máscaras, tanto de Torres como de las élites económicas, la mesa está servida y la vergüenza  desaparece en ambos. Ella es ahora la candidata de casi todas las fuerzas conservadoras, aunque sea socialista, dejando el papel de “malo” a Bernardo Arévalo, quien encarna al comunismo posmoderno (risas grabadas). 

Recuerdo cómo en las elecciones de 1985, las primeras de la llamada apertura democrática, la Democracia Cristiana Guatemalteca fue tildada de comunista, cuando en todo el mundo su calificación va de un centro-derecha a una derecha moderna. Basta recordar el triste papel de esa corriente en Chile y El Salvador, para citar tan solo un par de ejemplos de cómo los socialcristianos se unieron a lo peor de las derechas en sus respectivos países.

Dada la ignorancia (¿o estulticia?) que pulula en las redes y otros espacios, es conveniente recordar varios datos históricos, académicos y políticos, muy puntuales:

  1. La primera expresión comunista concreta en Guatemala se tuvo en 1921 con el proscrito Partido Comunista Centroamericano sección Guatemala, de corta existencia. En nuestro país, no ha habido NUNCA un gobierno comunista, ni siquiera, un movimiento o corriente con alguna fuerza que amenace al statu quo.  De hecho, el Partido  Guatemalteco del Trabajo –PGT– (partido comunista) tuvo una efímera existencia, nació en septiembre de 1949 y fue cancelado en julio de 1954.  En el Congreso de la época revolucionaria, sus diputados no solo eran una insignificante minoría, sino que su incidencia era muy relativa, a no ser por su llamativo discurso disruptivo, desconocido para lo que se vivía en dicha época.

Cual feliz paradoja, en tiempos recientes tuvo que venir un pensador y literato de derechas, Mario  Vargas Llosa, para decirles a las élites ultramontanas que Árbenz nunca fue comunista y el Dr. Arévalo mucho menos (todavía no les pasa el soponcio, pues fue invitado por ellos mismos). 

  • Izquierdas y derechas son posturas políticas que, en su seno, muestran una diversidad de ideologías. Entre las izquierdas, el marxismo puede tener muchas expresiones e, incluso, se puede ser de izquierdas sin ser marxista. Como ejemplo , basta citar a los socialcristianos y socialdemócratas radicalizados, es decir, que se acercan más a la izquierda pero sin abandonar sus ideologías básicas.  Ambos casos se parecen mucho al socialismo democrático. Finalmente, es importante aclarar que el tan manipulado “centro” no existe, pues sería la negación político -ideológica de cualquier tendencia.
  • En Guatemala, la historia de las izquierdas no marxistas se remonta a la llamada Primavera Democrática (1944-1954) con el Partido de la Revolución Guatemalteca  que pretendió aglutinar a los partidos no comunistas que apoyaban a Jacobo Árbenz, como lo eran: el Frente Popular Libertador, el Partido Renovación Nacional, Partido Acción Revolucionaria, y el Partido Socialista (labor  que al final fracasó). De hecho, el PGT era la oposición a ese esfuerzo.
  • Con la contrarrevolución y el enorme retroceso sufrido, se puede hablar de socialismo democrático hasta la creación del PRA, Partido Revolucionario Auténtico, fundado por Alberto Fuentes Mohr y que formó parte del FNO, Frente Nacional de Oposición en las elecciones de 1974, haciendo coalición con el FURD, Frente Unido de la Revolución Democrática y la DCG, Democracia Cristiana Guatemalteca. Los dos primeros no eran todavía partidos políticos y fue hasta 1979 cuando se reconoce al FUR (ya sin la D) y al antiguo PRA que ahora se llamó PSD, Partido Socialista Democrático, ambos ya desaparecidos.
  • En 1995 surge el Frente Democrático La Nueva Guatemala –FDNG– partido socialdemócrata radicalizado que tuvo destacada participación,[GR14]  pero sin llegar a tener una incidencia mayor.  De este salió Encuentro por Guatemala de Nineth Montenegro, pero ya bajo una forma menos radical y alineada al sistema.
  • Llamar de izquierdas al gobierno de la UNE (2008-2012) no solo es una imprecisión histórico-política e ideológica, sino un despropósito. La debilidad de la figura presidencial  de Álvaro Colom, dejó libre el camino a la empresaria maquilera Sandra Torres, cuyo gobierno de facto es de triste recordación. Lo más “izquierdista” de ese lapso fue la colocación de mantas ocasionales en el Palacio Nacional con la efigie de figuras como el Dr. Juan José Arévalo , Jacobo Árbenz y Oliverio Castañeda De León.
  • En 2019 se tuvo la participación electoral de cinco frentes que podrían denominarse de izquierdas: URNG-MAÍZ (Pablo Ceto), MLP (Thelma Cabrera), WINAQ (Manuel Villacorta), CONVERGENCIA (Benito Morales) y LIBRE (Aníbal García). Desaparecieron estos dos últimos y los resultados de los 3 restantes fueron magros, salvo el sorpresivo 4o. lugar de Thelma Cabrera, de quien hablo como persona,  porque el partido como tal, solo tuvo una diputada y ninguna alcaldía.  En 2023 las izquierdas son representadas únicamente por la coalición URNG-WINAQ que  logró, apenas, un diputado.
  • Para finalizar, debe explicarse que el socialismo fue planteado por el marxismo como una etapa previa necesaria antes de llegar al comunismo, estadio que no se consumó nunca en ningún país del mundo. La dictadura del proletariado era la que encarnaba este concepto de socialismo y ya todos sabemos que derivó en la dictadura de una burocracia vertical, autoritaria y anacrónica. Socialismo Real le llamaron, para diferenciarlo de muchas otras variedades de socialismo antes del marxismo.

Con lo anteriormente expuesto, queda claro que Guatemala no ha estado ni cerca del socialismo real o del comunismo, por lo que venir a asustar con el petate del muerto y pretender que la gente se trague el cuento que Semilla es la encarnación de un fantasma que nunca fue, es francamente estúpido.

Ahora bien, la socialdemocracia del Movimiento Semilla, es lo más cerca que hemos estado de  un cambio no radical pero promisorio para las grandes mayorías y que toma distancia de la alianza criminal y de lo que hemos soportado de sde 1954 hasta nuestros días. Por eso abandono mi abstención  consciente y mi voto será para este partido reformador.

En el plano personal, puedo dar testimonio del talante ético y la capacidad de Bernardo Arévalo por haber sido compañeros de la promoción 77 del Liceo Guatemala, habiendo compartido con él  mucho tiempo. Le he dado seguimiento a su  trayectoria y los invito a leer su hoja de vida. Puedo asegurarles, además, que de comunista no tiene nada.

Sin cheques en blanco y falsas expectativas,el apoyo a Semilla en esta 2a. vuelta debe ser total, pues si perdemos esta  oportunidad, no volverá a repetirse ni dentro de 30 años.