PROVOCATIO: “Aparenta ser débil cuando seas fuerte y fuerte cuando seas débil”

A falta de liderazgos reales de carácter nacional, corresponde a los más preclaros dirigentes de cada organización social, erigirse en conducción colectiva, dejando atrás sectarismos, dogmatismos, verticalismos, autoritarismos, caudillismos y, sobre todo, esa mirada oenegista que solo es fiel a su propia naturaleza…

José Alfredo Calderón E.

Historiador y analista político

Aparenta ser débil cuando seas fuerte y fuerte cuando seas débil”

Sun Tzu

No insistiré más sobre la falta de claridad política, conducción estratégica, organización táctica sólida y la tremenda disparidad de fuerzas entre la alianza criminal gobernante, liderada por las #ElitesDepredadoras y sus adláteres gansteriles. Sin embargo, no reconocer el abismo entre los recursos de aquellos y la precariedad de un movimiento social golpeado, diezmado y confundido, deviene en una ceguera cuyo costo podría ser altísimo.

La reacción empresarial organizada en las cámaras, con énfasis en la de Industria (CIG) y del Agro (CAMAGRO) ante la movilización social del 29J y el 9A, es muestra suficiente para inferir el desacomodo que les provocó y el éxito ciudadano y popular obtenido. Tanto poder, tanta fuerza, tanta soberbia empresarial, reducida a una rabia contenida que solo atinó a reaccionar por medio de comunicados que quisieron decir más…

La semana pasada propuse seis ejes para la acción: https://cronica.com.gt/provocatio-seis-ejes-para-la-accion/  y hoy, quiero sugerir algunas pautas para desarrollarlos, no sin antes reconocer, que corresponde a cada pueblo, cada organización, cada territorio, cada liderazgo colectivo, la forma de interpretar la realidad y las formas más pertinentes de lucha a partir de su visión, enfoque, necesidades, fuerzas y debilidades. Me centraré en el corto plazo (2 años).

Sistema político-electoral

Ya expresé muchas veces que debe mantenerse el cuestionamiento a un modelo económico agotado y perverso que solo ha empobrecido a la mayoría. Seguir con el dedo en la llaga no solucionará el problema en el corto plazo, pero nos brinda claridad política para tener firme la mirada estratégica fundamental.

¿Por dónde entrar entonces? Por lo más factible y menos difícil. Estamos a tan solo dos años de otra jornada más de las alegres elecciones que, ya sabemos, las élites organizan con mucho tiempo de antelación, tomando las decisiones interelitarias correspondientes. A la vasta oferta conservadora, se le agregan 35 iniciativas de “más de lo mismo”, para marear aún más al electorado y mantenerlo con la ilusión que más partidos implica más democracia:

¿Por qué referirse a unas elecciones que se saben amañadas?

Por la sencilla razón que muchas personas siguen creyendo en el engaño y ya son reiteradas las voces que preguntan sobre “nuevas” opciones y posibilidades de cambiar la realidad por medio de los comicios. Este síndrome es como el de la mujer maltratada que sigue soñando con el cambio súbito del agresor, quien en múltiples ocasiones acude a la mentira y la debilidad emocional de la víctima para que esta le vuelva a creer…

Adicional a este síndrome patético, está la creencia generalizada que un mesías político podría venir a cambiar las cosas, ignorando la necesidad de un proyecto colectivo en torno a equipos de trabajo probos, capaces y experimentados.

Muy pocos hablan de una nueva Ley Electoral y de Partidos Políticos, casi todos se pronuncian a favor de más parches, pero el propósito principal de las bandas criminales (que eso son, no nos llamemos a engaño) es revertir las reformas de 2016, obtenidas en otro contexto y con otros actores: CICIG, Thelma Aldana, Todd Robinson y Obama, para citar lo principal.

¿Qué pasa si caemos en el juego de una nueva reforma con este Congreso funesto?

Sencilla y llanamente, que la mayoría absoluta de truhanes aprovechará el pretexto y reformará todo lo que no les conviene, con énfasis en el financiamiento ilícito, campaña anticipada, transfuguismo, evasión de la responsabilidad de secretarios generales, límites de campaña y otras linduras.

Las elecciones no resuelven más que las rencillas interelitarias, pero en el camino, un empeoramiento de lo político-electoral sería funesto para la organización futura de verdaderas opciones ciudadanas democráticas, transparentes, con proyectos colectivos serios y programas político-ideológicos claros. De ahí entonces que el objetivo táctico del corto plazo sea no perder los mínimos ganados, porque no se tiene ni la fuerza, ni la representatividad en este congreso para lograr una nueva LEPP acorde a una sociedad verdaderamente democrática. Ergo, hay que enfocarse en lo viable, pues las energías deben concentrarse en áreas más táctico-estratégicas.

¿Sirve mantener la exigencia de las renuncias de Giammattei y Consuelo Porras?

Claro que sirve, aunque sí y solo sí, se tiene la claridad que esto es un medio táctico y no un fin. Enfocarse en una agenda mínima ha servido para promover alianzas y articulaciones con miras a un frente amplio y heterogéneo, pues la historia nos ha enseñado (o debiera haberlo hecho) que agendas interminables y aspiraciones de cambios radicales en el corto plazo, solo promueven mayor complejidad y dificultad en la articulación.

Ahora bien, explicar y hacerse entender en cuanto a lo anterior, es tarea de una conducción política que debiera ser madura y sabia. A falta de liderazgos reales de carácter nacional, corresponde a los más preclaros dirigentes de cada organización social, erigirse en conducción colectiva, dejando atrás sectarismos, dogmatismos, verticalismos, autoritarismos, caudillismos y, sobre todo, esa mirada oenegista que solo es fiel a su propia naturaleza, la cual se basa en agendas constituidas a partir del financiamiento externo que les da vida. Al respecto, la iniciativa de los territorios debe respetarse, no solo por lo andado, sino por esa tradición centenaria de lucha y las bases firmes de su cultura integral, colectiva, armoniosa y trascendente.

¿Cómo mantener la ola de indignación ciudadana sin ceder o conformarse con una de las dos renuncias?

Mediante mecanismos de formación política sobre la marcha en la lucha ciudadana, con énfasis en la importancia de mantenerlo sencillo (que no es fácil ni simple) y que estas dos renuncias representan jornadas por la dignidad, base fundamental del espíritu de cualquier movimiento social que se precie de legítimo. El globito de las capturas del MP contra el junior de Otto Pérez, fueron muy burdas y no sirvieron ni como distractor, ni como salvavidas de la todavía Fiscal General, lo cual, deviene en un espacio de oportunidad para el movimiento ciudadano, en su empeño por no cejar en la exigencia de las renuncias.

El verdadero enemigo

¿Cómo lograr que las articulaciones dirigenciales se enfoquen en el hecho fundamental que la mal llamada “clase política” es tan solo un instrumento del verdadero poder?  Por mucho que los políticos alcancen una relevancia pública manifiesta, la mano que mece la cuna sigue siendo la sempiterna organizadora de la dinámica política, social y económica del Estado actual. Enfocarse en el verdadero enemigo es una tarea difícil pero impostergable. ¿Cómo? Mediante la formación permanente, continua y multimodal, sea en la lucha de corto, mediano y/o largo plazo.

#UnFuturoSinCacif es una consigna válida, sí y solo sí, se entiende la correlación G-8-FUNDESA-CACIF, cuestión que he desarrollado en diversos artículos y conferencias.

La lucha cultural e ideológica como bastión de la protesta social

Se ha comprobado que el flanco más débil o menos fuerte de las #ElitesDepredadoras se centra en la batalla de las ideas. Que las masas identifiquen a su verdadero enemigo ya es un avance de largo alcance, pero en el corto plazo, debemos combatir y desinstalar los imaginarios sociales dominantes y las narrativas fantasiosas en consecuencia. La parafernalia de un #BicentenarioCriollo pretende homogenizar un territorio que, a todas luces, es pluricultural, plurilingüe y multiétnico. Pretende, además, esconder la vergüenza de un Estado racista, discriminador, excluyente y construido en favor de una minoría que, como ya vimos, es criminal y sistémico-depredadora.

Otros ejemplos para desinstalar: “Las instituciones deben prevalecer”; “Debemos defender nuestra democracia”; “Protejamos el estado de derecho”; “No a la polarización”.

La institucionalidad está cooptada por funcionarios perversos; nuestra democracia es de mentiras y muy parecida al carrusel de caballitos de colores, pero siempre con los movimientos circulares que conducen al mismo lugar; y el estado de derecho, en boca de las élites, solo significa una cosa: Protección eterna e inmutable a la propiedad privada y los privilegios de los mismos de siempre. Y, finalmente, el bendito miedo a la polarización, el cual, es ahistórico, pues una simple revisión del devenir de todas las sociedades demuestra que las luchas entre contrarios, las guerras entre pueblos y naciones, la violencia (organizada o no), ha sido la base de los grandes cambios en la humanidad. Imaginarse un estado actual de cosas sin esa historia previa hecha a sangre y lodo, no solo es ahistórico e inconsistente, sino francamente mágico-pendejo.

Para finalizar, el sexto eje propuesto en torno a que las diferencias urbano-rurales, étnicas, ideológicas y de cualquier tipo, deben ceder, lo fui bordando en los puntos anteriores con base a la indispensable madurez y sabiduría que deberían tener quienes han sido escogidos para conducir la actual gesta ciudadana, la cual, como dato histórico, ha partido desde los territorios, con todo lo que esto implica.