Piden justicia para víctimas del conflicto armado interno

Decenas de indígenas, encabezadas por la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú- reclamaron este jueves justicia al conmemorar el Día Nacional de las víctimas del conflicto armado (1960-1996), que dejó unas 200 mil muertes o desapariciones.

Previo a una caminata por el centro histórico de la capital portando flores amarillas, rojas y blancas, sacerdotes mayas llevaron a cabo una ceremonia en la plaza central donde pidieron justicia por sus familiares asesinados durante la guerra.

«Dignificamos a las víctimas del conflicto armado interno y en su memoria exigimos verdad y justicia para que estos crímenes nunca más vuelvan a repetirse», afirmó Feliciana Macaria, de la organización Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Guatemala.

En tanto, decenas de organizaciones dijeron en un comunicado que en esta fecha recuerdan «a nuestros seres queridos que sufrieron el genocidio, las masacres, la desaparición forzada, la tortura, la violencia sexual y otros crímenes atroces cometidos por el Ejército y por ello exigimos memoria y justicia«.

Críticas

También, criticaron al presidente Alejandro Giammattei por ordenar el cierre de la Secretaría de la Paz y la Comisión Nacional de Resarcimiento, entes creados tras la firma del armisticio el 29 de diciembre de 1996.

En la fecha se conmemora la presentación del Informe Memoria del Silencio de la Comisión del Esclarecimiento Histórico de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que reconoce que se cometió genocidio y responsabilizó del 93 por ciento de las violaciones al Estado.

Víctimas

Según el documento, se cometieron 626 masacres y se desaparecieron a unas 5,000 niñas y niños. En tanto, más del 90 por ciento de las víctimas fueron personas indígenas, quienes representan el 42 por ciento de los casi 17 millones de habitantes.

La fecha fue institucionalizada por el Congreso el 25 de febrero de 2002 y establece que se debe conmemorar en instituciones autónomas y descentralizadas, establecimientos educativos y oficinas públicas y privadas, en la forma que se honre de mejor manera la memoria de las víctimas del enfrentamiento armado.