Oriente Medio envuelto en ola de ataques y represalias; se avivan temores de una guerra en toda la región

  • Operaciones militares a gran escala, lideradas por EEUU, no logran contener los ataques hutíes de Yemen contra embarcaciones en el mar Rojo y agravan los temores de que la guerra de Israel contra Hamás se expanda.

Voz de América

(AP)

WASHINGTON — Una oleada de ataques estadounidenses, de la coalición y de grupos rebeldes en Oriente Medio en los últimos cinco días agravan los temores de Estados Unidos de que la guerra de Israel contra Hamás pueda expandirse, al tiempo que las operaciones militares a gran escala no han logrado detener los atentados de los hutíes de Yemen contra embarcaciones en el mar Rojo.

Aun cuando Estados Unidos y sus aliados atacaron más de una veintena de ubicaciones de los hutíes respaldados por Irán en represalia por los ataques contra embarcaciones, los hutíes han continuado con su ofensiva marítima. Además, Teherán atacó instalaciones en Irak y Siria, afirmando que el objetivo era un “cuartel espía” israelí, seguido el martes por presuntos ataques con misiles y drones en Pakistán.

La caótica ola de ataques y represalias en la que participan Estados Unidos, sus aliados y sus enemigos, es una señal de que la ofensiva de la semana pasada no sólo no ha logrado detener a los hutíes, sino que la guerra a nivel regional que Estados Unidos ha tratado de evitar durante meses, está cada vez más cerca de volverse una realidad. Y para enfatizar la gravedad de la situación, se tiene previsto que Washington dé a conocer planes para designar a los hutíes como terroristas mundiales, de acuerdo con personas al tanto de la decisión que hablaron bajo condición de anonimato a fin de discutir el tema antes de su anuncio.

La mañana del martes en la Casa Blanca, el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos John Kirby destacó que su país “no busca una guerra. No buscamos expandir esto. Los hutíes deben tomar una decisión”. Pero en su discurso en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, advirtió que el cúmulo cada vez mayor de ataques significa que los aliados deben “mantenerse atentos ante la posibilidad de que, en lugar de avanzar hacia una reducción de la violencia, estamos en camino a una escalada que tenemos que manejar”.

Desde que el devastador ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre desató una enorme campaña por tierra y aire por parte de las fuerzas israelíes, Estados Unidos y otros de aliados han expresado su preocupación de que el conflicto se expanda hasta convertirse en una guerra regional más amplia. Funcionarios diplomáticos y militares de Estados Unidos han hecho viajes urgentes por todo Oriente Medio para tratar de reducir las tensiones, pero el gran número de víctimas palestinas ha provocado indignación y se ha mencionado como un motivo para al menos algunos de los ataques.

Desde noviembre, los hutíes han realizado repetidos ataques contra embarcaciones en el mar Rojo, afirmando que se trata de una venganza por la ofensiva israelí contra Hamás. Pero con frecuencia han atacado barcos con poca o nula relación con Israel, poniendo en peligro el tránsito marítimo en una ruta clave para el comercio mundial.

En días recientes y en rápida sucesión, los hutíes dispararon un misil de crucero antibuque contra un destructor de la Marina estadounidense el fin de semana, el cual fue derribado. El lunes, los hutíes atacaron un barco propiedad de Estados Unidos en el Golfo de Adén, y un buque granelero con bandera de Malta en el mar Rojo el martes. Los ataques se produjeron a pesar del bombardeo que emprendieron el viernes aviones de combate y buques de Estados Unidos y Reino Unido contra más de 60 objetivos hutíes en 28 ubicaciones

Aunque Estados Unidos afirmó que los posteriores ataques marítimos de los hutíes han sido de menor escala y no tan complejos como los primeros, al parecer no se ha logrado disuadir al grupo miliciano. Y el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha elogiado las acciones del grupo.

De acuerdo con el Comando Central de Estados Unidos, Washington lanzó un nuevo ataque el martes contra los hutíes, destruyendo cuatro misiles balísticos antibuques que estaban listos para ser disparados y que representaban un peligro inminente para los barcos mercantes y de la Marina estadounidense en la región. Horas después, los hutíes reivindicaron el ataque contra el Zografia, el buque granelero con bandera de Malta. El barco fue alcanzado, pero nadie resultó herido, y la nave siguió su camino.

El ataque del lunes contra el Gibraltar Eagle, propiedad de Estados Unidos, también produjo daños pero ninguna víctima, y también pudo seguir su camino.