¡No me gusta la Navidad, y qué!

Parece una broma o una rabieta, pero es verdad: muchas personas reciben la temporada de fin de año con disgusto, malestar, tristeza o enojo y preferirían que, al menos, no se hubiera convertido en una época representativa del consumismo.


Revista Crónica realizó una encuesta al respecto en Twitter y Facebook entre sus lectores, y la primera pregunta fue ¿A usted le gusta celebrar la época navideña? A lo que el 71 por ciento respondió que SÍ, pero un 29 por ciento dijo que NO.

Ante esto, la pregunta obligada fue ¿por qué no le gusta?, a lo que el 20 por ciento adujo motivos personales o religiosos; un 29 por ciento cree que implica un exceso de gastos; el 4 por ciento afirmó que la temporada es solo para niños; y un 47 por ciento asegura que la Navidad ya perdió su sentido original. 

Según el sitio www.depsicologia.com, se supone que la Navidad es una época maravillosa, entrañable, repleta de encuentros, celebraciones y regalos; sin embargo, para muchas personas supone motivo de tristeza. Sobre todo, si les falta alguien con quien compartían estas fiestas. Por lo tanto, cada año en Navidad aumentan las depresiones y lo que es peor, también los suicidios.

Algunos de nuestros encuestados también opinaron sobre el particular: Es bonito estar alegre, pero parece que en Navidad la alegría es forzosa. A mí me entristece porque me recuerda a mi madre, quien falleció precisamente en esos días, dijo Juan.

Ahora resulta que es obligatorio ir a convivios para compartir con malos compañeros de trabajo o con gente que uno no conoce o no le cae bien, expuso Aurora. A Romeo no le gusta sentirse forzado a comprar y dar regalos para quedar bien, en lugar de destinar ese dinero a asuntos más importantes. Y Amalia dice que le estresan las aglomeraciones en centros comerciales, el exceso de tránsito vehicular y escuchar villancicos o anuncios navideños día y noche durante meses. 

Cómo manejar la situación

El Dr Calvin Frederick, del Instituto Nacional de Salud Mental (España), recomienda lo siguiente parar sobrellevar la temporada navideña, sin deprimirse ni enojarse consigo mismo o con quienes sí la disfrutan:

  • No hay que presionarse para sentirse feliz. Nadie es bicho raro por no compartir la euforia colectiva.
  • Si la persona se siente bien asistiendo a fiestas o incluso a la cena navideña, es bueno que lo haga. De lo contrario, mejor abstenerse y ofrecer una disculpa. 
  • Si no puede o no quiere comprar regalos navideños, no lo haga.  Es más, les puede pedir a sus familiares y amigos que no le obsequien nada porque usted no lo hará. Nadie puede obligarlo a seguir una tradición contra su voluntad.
  •  Se recomienda buscar ocupaciones alternas, como salir de viaje, hacer deporte, leer y ver películas o simplemente, acompañarse de su pareja o su familia para hacer algo que todos disfruten.

Por otro lado, no está de más recibir las muestras de cariño de otras personas, pues la época debe ser de reflexión, recordar las buenas experiencias y de planificar el año próximo, agrega el portal www.bienestar.salud180.com