La Casa Blanca y el Kremlin se distanciaron drásticamente después de la invasión rusa a Ucrania y Washington se volvió un aliando vital para los ucranianos. Tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, el escenario ha cambiado radicalmente…
WASHINGTON, KIEV, MOSCÚ – El presidente Volodímir Zelenski es un dictador. El presidente Donald Trump vive en el espacio de la desinformación. ¿Insultos? ¿irrespeto? ¿Enemigos?
Los abrazos y muestras de admiración entre los presidentes de Estados Unidos y Ucrania terminaron y los que antes fueron aliados estrechos, ahora parecen más bien enemigos o, al menos, colocados en polos opuestos ante una guerra que ha cobrado cientos de miles de vida, además de causar destrucción y dolor para millones de ucranianos.
Las recientes negociaciones de paz entre Estados Unidos y Rusia, lideradas desde la Casa Blanca por Donald Trump, han generado preocupación entre los aliados de Kiev. A pesar de que Trump ha expresado un genuino interés en poner fin a la guerra, las filtraciones y los detalles del posible acuerdo sugieren que sus propuestas favorecen a Rusia en varios aspectos clave y podrían perjudicar a quienes fueron agredidos militarmente sin una justificación válida.
El mandatario estadounidense anunció su interés en poner fin a la guerra, iniciada hace tres años por Rusia al invadir el territorio ucraniano y expresar su intención de anexar territorios ocupados. Lo que parecía una iniciativa positiva, pronto se convirtió en un dolor de cabeza para Zelensky y sus aliados europeos, que se vieron excluidos de la primera ronda de negociaciones directas celebradas en Arabia Saudí.
Pero el problema no queda ahí. Trump acusó a Ucrania de haber iniciado el conflicto, llamó dictador a su presidente, y se ha mostrado más cercano a la postura del líder ruso, Vladimir Putin, por quien siempre ha mostrado respeto.
Peor aún, asumió como propia una declaración del presidente ruso, quien dijo que Ucrania necesita elecciones, y agregó de su propia cosecha que Zelensky no tiene popularidad más allá del 4 por ciento.
Un dictador sin elecciones. Zelensky más vale que se mueva rápido o se quedará sin país, escribió Trump en su red social Truth Social, donde criticó al mandatario ucraniano por negarse a celebrar elecciones y por estar muy bajo en las encuestas en Ucrania.
El presidente Zelensky fue legítimamente elegido en unas elecciones libres, justas y democráticas. Ucrania es una democracia. La Rusia de (Vladimir) Putin no lo es«, respondió el portavoz de la Comisión Europea (CE) Stefan De Keersmaecker, en respuesta a las declaraciones del presidente estadounidense.
En cualquier caso, recalcó que no puede haber una solución para Ucrania sin la implicación de Ucrania y sin la implicación de la Unión Europea.

Se fijan posturas
Mientras aumenta el sentimiento de que Trump quiere alcanzar una paz que favorezca a su amigo Putin, los expertos europeos señalan que se quiere dejar al margen de las negociaciones futuras a la Unión Europea y la OTAN, dos de los actores más importantes como aliados de Kiev.
Lo que se puede concluir hasta ahora es que Putin tiene claros sus objetivos: Busca consolidar su control sobre los territorios ocupados en el este de Ucrania; pretende impedir que Ucrania renuncie a su intención de unirse a la OTAN; plantea la creación de una zona desmilitarizada supervisada por fuerzas internacionales no pertenecientes a la OTAN; insiste en que las sanciones internacionales sean levantadas; y desea elecciones en Ucrania.
Por su parte, Zelensky ha puesto sobre la mesa que no está en discusión ceder territorio soberano; demanda participación directa en cualquier negociación; exige garantías de seguridad efectivas para evitar futuras agresiones de su vecino agresor; mantiene como objetivos ingresar a la OTAN y la Unión Europea; y exige el retiro de las tropas invasoras como condición de cualquier negociación, con presencia de tropas de países europeos para verificar el cumplimiento de los acuerdos que puedan llegar bajo esos términos.
¿Con quién baila Trump?
Conociendo las posturas de las dos partes y el pensamiento expresado en múltiples ocasiones por Trump, no es difícil comprender a quién está más cercano Estados Unidos bajo la nueva administración.
Desde su posición de hacer grande a América y ser el impulsor del fin de la guerra por Ucrania, Trump pone sobre el tapete de las discusiones su visión: No ve realista la adhesión de Ucrania a la OTAN en el futuro cercano; propone un acuerdo en el que Ucrania acepte la pérdida de territorios como parte de la paz; sugiere la creación de una zona de amortiguamiento con supervisión de tropas internacionales (no de la OTAN); y deja los países europeos la responsabilidad de garantizar la seguridad de Ucrania. Además, demanda de Zelensky que haya elecciones en su país.
Trump ha mantenido una postura ambigua, asegurando que busca una paz justa, pero su propuesta tiene elementos claramente favorables para Rusia. En una reciente conversación con Putin, acordó iniciar negociaciones sin consultar previamente a sus aliados europeos ni a la OTAN, lo que ha generado tensiones con la Unión Europea
Uno de los puntos más polémicos es el posible ingreso de Ucrania a la OTAN. Trump y sus asesores han indicado que la adhesión de Ucrania no es una opción realista y han sugerido que cualquier misión de paz en el territorio debe estar formada por países no miembros de la alianza atlántica. Esto se alinea con la narrativa rusa, que desde el inicio del conflicto ha considerado la expansión de la OTAN como una amenaza a su seguridad.
Los países europeos, que se reunieron a nivel de sus líderes en París, se preparan –sin decirlo públicamente– a una OTAN sin la participación de Estados Unidos, tomando en cuenta la forma en que Donald Trump se expresa de este organismo militar regional que surgió en su momento para hacer frente al avance expansionista de la desaparecida Unión Soviética.
La Unión Europea no ha visto con buenos ojos la exclusión de Ucrania en las conversaciones entre Rusia y Estados Unidos, lo que refuerza la percepción de que el líder estadounidense está negociando directamente con Rusia y hará presión sobre Zelensky para que acepte los términos de Putin.
Reacciones y posibles consecuencias
En la reunión de París no hubo acuerdos decisivos, pero la preocupación se centró en la exclusión de los aliados europeos en las conversaciones. Esto se ve como una traición de Washington, tomando en cuenta que, en los tres años de guerra, la UE, la OTAN y EEUU han actuado como un bloque sólido favorable a Ucrania.
Por su parte la OTAN ha expresado su descontento con la postura de Trump, ya que desestima la seguridad europea. Trump ve con desprecio a la fuerza del Atlántico Norte, aduciendo que los europeos deben pagar más por su propia seguridad.
Zelensky ha declarado que cualquier acuerdo debe fortalecer la seguridad de Ucrania, no debilitarla y, finalmente, esperaría que las negociaciones se encaminen a defender los puntos de vista de su gobierno.
En cambio, Putin ha mostrado interés en las propuestas de Trump y ha aceptado mantener más conversaciones. Es evidente que mira positivamente el esquema de negociación que desea Washington, en el que se le concede menos peso a Ucrania y más bien pareciera que la balanza se inclina a favor de Moscú. Putin tiene especial interés en consolidar la presencia rusa en los territorios ocupados.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta otros factores. La postura de Trump genera divisiones internas. Algunos republicanos ven el plan como una estrategia pragmática para acabar con la guerra, mientras que otros advierten que podría ser visto como una rendición ante Rusia.
Los demócratas y ciertos sectores del Pentágono han expresado que esta negociación puede debilitar la posición de EEUU en Europa, un bloque que ha sido tradicionalmente su aliado más importante en occidente.
¿Fin de la guerra a costa de Ucrania?
Si bien Trump busca presentar su iniciativa como una solución pragmática para poner fin a la guerra, sus propuestas parecen estar inclinadas a favorecer a Rusia. La posibilidad de que Ucrania pierda territorio y quede fuera de la OTAN beneficia directamente a Putin, lo que plantea la pregunta de si Trump está actuando como un mediador imparcial o si, en la práctica, cede a las exigencias del Kremlin.
Las próximas semanas serán clave, ya que los primeros encuentros directos entre Putin y Zelenski podrían llevarse a cabo en marzo, con una conferencia de paz planificada para mayo. Sin embargo, la falta de consenso con la UE y la exclusión de la OTAN pueden hacer que el proceso de negociación se vuelva aún más complejo y que quede para la historia la promesa de campaña del ahora presidente, quien dijo que si ganaba las elecciones en un día pondría fin a esa guerra que nunca hubiera sucedido si yo hubiera sido el presidente.
(Este artículo de análisis se escribió antes del brutal encuentro entre Trump, Vance y Zelensky en el despacho oval el pasado viernes)
A tres años de la invasión rusa el panorama es desolador
A tres años del inicio de la invasión rusa a Ucrania, el conflicto sigue activo con altos costos en vidas humanas, pérdidas materiales y cambios en la situación territorial. A continuación, un balance sobre los principales aspectos de la guerra, provocada por la invasión rusa ordenada por Vladimir Putin.
Territorios ocupados por Rusia
Actualmente, Rusia controla aproximadamente el 20% del territorio ucraniano, incluyendo Crimea (anexada en 2014) y partes significativas de las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón. En los últimos meses, las fuerzas rusas han lanzado ofensivas en la región de Járkiv, intentando expandir su control en el noreste de Ucrania.

Bajas humanas y militares
Rusia:
- Muertes y heridos: Las cifras varían, pero se estima que Rusia ha sufrido entre 300,000 y 500,000 bajas (entre muertos y heridos) desde el inicio de la guerra
- Pérdidas de equipo: Más de 7,650 tanques, 14,786 vehículos blindados, 12,929 sistemas de artillería y 814 defensas antiaéreas destruidas.
Ucrania:
- Muertes y heridos: Ucrania mantiene en reserva sus cifras exactas de bajas, pero estimaciones occidentales indican que el número de muertos y heridos podría estar entre 100,000 y 150,000 soldados.
- Pérdidas de equipo: Ucrania ha perdido cientos de tanques y vehículos blindados, aunque sigue recibiendo armamento occidental para reponer sus pérdidas.
Pérdidas materiales y económicas
La guerra ha devastado la infraestructura de Ucrania, con daños que superan los 400,000 millones de dólares. Rusia ha destruido centrales eléctricas, puentes y edificios gubernamentales, lo que ha afectado gravemente la economía ucraniana
Perspectivas a futuro
El conflicto sigue sin una solución clara, con Rusia manteniendo una postura ofensiva y Ucrania recibiendo apoyo militar de la OTAN y Estados Unidos. Las negociaciones de paz aún parecen lejanas, mientras que los combates continúan en el este y sur de Ucrania